Capítulo 22

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Aviso: escenas sexuales explícitas
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N a r r a N i c h o l a s

Los médicos me habían estado repitiendo durante todo el día que no hiciera movimientos bruscos. Que respirara con calma. Que el estrés no me haría bien, pero, mierda ¿cómo iba a estar tranquilo después de todo lo que había pasado?

"Necesito respuestas" esas eran las únicas palabras que estaban en mi mente las 24 horas del día. La duda me carcomía por dentro.

Había pasado una semana desde que salí del coma. Recuerdo que al despertarme, mis ojos escocían y a mis oídos solo llegaba un horroroso pitido que me impedía escuchar todo lo que estaba alrededor. Pero bueno, al menos el cuerpo ya no me dolía, me habían medicado lo suficiente como para que no sintiera casi nada.

Era una alivio, porque siempre había llevado mal lo de sentir dolores.

- ¿Quieres comer más?- mi hermano preguntó

- No- negué con la cabeza

Alonso no se había despegado de mi lado en ningún momento, y apenas unas horas después de despertar, recibí la visita de varios compañeros de clase que habían estado preocupados.

Pero dejando aquello de lado, la visita que menos me habría esperado recibir en aquellos momentos era la de unos agentes de policía. Los hombres dejaron muy en claro que habían venido a interrogarme, y que necesitaban la mayor sinceridad posible.

Lo ocurrido en el restaurante se había convertido en noticia principal de todos los medios de comunicación. Los especialistas aun seguian investigando el caso, y, por el momento, todas las pocas pruebas que habían conseguido reunir apuntaban a que el culpable no era otro que un asesino a sueldo. Un sicario.

Cuando escuché esa palabra salir por primera vez de la boca del oficial a cargo, mi primera reacción fue pensar "¿Quien querría matarme a mí?"

Pero al cabo de unas horas pensando y repensando, me di cuenta de que no tenía sentido.

Yo ni siquiera conocía a nadie peligroso.

La única respuesta aparentemente lógica que le había encontrado a aquel ataque era que el objetivo no se tratara de mí, sino de Harry. Y, por si acaso, mi hermano se había encargado de reforzar aquella hipótesis alegando que Harry siempre había tenido relación con los peores ambientes de toda la ciudad.

Sin embrago, a mí no me bastaba con palabras vacías y simples suposiciones, yo quería respuestas claras respaldadas por pruebas. Y, en ese momento, sólo había alguien que quería ver, la única persona que podía dármelas.

✘ ✘ ✘ ✘

- ¡Harry Aimerich Kvemnesky! ¡Haz el favor de dejar ya tu puto entrenamiento y ponerte a buscar una manera de reunirte con el tal Nicholas de una buena vez!

De nuevo, hice odios sordos a sus demandas y continué estrellado los puños en el saco de boxeo que tenía en frente.

- ¡Harry!

- ¡¿Pero qué coño te pasa, joder?!- acabé respondiendo tras diez minutos de puros insultos y griterío por su parte

- Al fin te dignas a responder, maleducado, ya creí que tu estupidez te estaba empezando a dejar sordo- espetó el viejo, acercándose a paso ligero desde el banquillo- ¿Vas a seguir con este jueguezito de gallina amilanada o en algún momento piensas hacer algo al respecto?

¿"Algo"? ¿Qué mierda se so ponía que tenía que hacer yo ahora? ¿Ir al hospital a escondidas, entrar en el cuarto de Nicholas, mirarle a los ojos y decirle que todos esos meses que había estado más muerto que vivo en una camilla habian sido por mi culpa?

Alma Oscura ⇝ (GAY +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora