Capítulo 28

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- Su estado es grave

El cuerpo de Nicholas había cobrado un color tan pálido como el de las hojas de papel desde que lo dejé en la camilla. Sus labios, de un tono rosa apagado, estaban secos y había varias sondas insertadas en su piel, boca y nariz que evitaban que pudiera ver su cara en esos momentos.

Nunca lo había visto tan mal. Y dolía.

- El lavado gástrico ha salido como estaba previsto, pero gran parte del medicamento ingerido ya se había absorbido por el organismo antes de que pudiéramos sacarlo- me mostró su libreta- Aproximadamente ha tomado 15 pastillas, lo que equivale a más de 700 gramos en total de los cuales 300 ahora deben estar ya afectando su sistema nervioso e inmunológico

No pude detener el impulso de lanzarle una mirada a Nicholas por el rabillo del ojo. Me costaba demasiado figurarármelo tomándose las putas pastillas esas sabiendo lo que le harían. No quería creer que estuviera intentando morirse, no quería haberlo llevado hasta el extremo de creer que la muerte era su única puerta a la libertad.

Me llevé ambas manos a la cabeza y eché mi pelo hacia atrás soltando un suspiro de cansancio por la boca.

- Él va a salir vivo de esta- apreté los ojos

- Sí, bueno, hay posibilidades, sabemos que-

- No era una pregunta- caminé hacia delante volviendo a abrirlos y le quité la libreta para dejarla caer encima una de las mesas de utensilios- Vas a hacer que vuelva estar como antes- me acerqué a su rostro- Harás que abra los ojos de nuevo

Él no tardó ni dos segundos en retroceder intimidado mirando hacia distintos puntos de la habitación.

- No creo que eso sea posible aquí- sus manos tomaron lo que yo había arrojado y se encogió de hombros cabizbajo. Después movió su esquelético cuerpo hasta la camilla para señalar el aparato que mostraba la frecuencia cardiaca de Nicholas- Si no lo trasladamos a un hospital en menos de doce horas, su corazón va a dejar de ser capaz de bombear la sangre con la suficiente potencia como para conseguir que llegue a todo el cuerpo, y después de otras doce horas, tal vez veinte, acabe dejando de funcionar y el chico muera de un paro cardíaco 

Eso era un maldito suicidio.

¡Llevarlo ahora a un hospital era un puto suicidio! Provocaría que toda la tapadera que tenia construida sobre la mafia se derrumbara y al mismo tiempo, volcaría a los policías sobre nosotros nada más Nicholas despertase y comenzaran a hacerle preguntas.

¡Por dios, lo que estaba pasando era de locos! Su cara aparecía en cada noticiero del país ¿cuánto tiempo les llevaría a los médicos reconocerlo al acercarse a él para asistirlo? ¿Tres? ¿Cuatro segundos?

- Trasladarlo ahora es imposible- apreté los puños y tensé cada músculo de mi cuerpo- Lo trataréis aquí 

- Los hospitales son los únicos lugares que cuentan con la tecnología suficiente para someterlo a los cuidados que necesita ahora- estrechó los labios- No podemos hacer nada, lo siento... 

- ¿Me estás diciendo que no hay ninguna otra manera de salvarle la vida que dejándolo  libre?- rugí con impotencia

El doctor Hans asintió sin atreverse a mirarme, pero a los pocos segundos puso cara de haberse acordado de algo.

- Bueno, hay algo que podría funcionar...

- Habla- lo abordé- Vamos, habla, joder- insistí

- Podríamos inducirlo a un coma y mantenerlo vivo con un aparato que suplantase las  pulsaciones que da su corazón- ¿dejarlo como un muerto en vida? Sin poder hablar ni interactuar con él?- Podría recibir los minerales y vitaminas que necesita por una sonda conectada en vena

Alma Oscura ⇝ (GAY +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora