Alma Oscura ⇝ (GAY +18)

Capítulo 27

- Baja la pistola- pronuncié moderando el tono, volviendo a guiar la vista hacia mis hombres- Ellos también guardarán las suyas si tú lo haces

- Cállate- me interrumpió sin pensar, antes de quitarle el seguro y acercarla más a mi cabeza, lo que provocó que todos los allí presentes nos tensásemos al instante- Diles que tiren sus armas- ordenó entre dientes, pero yo sabía que eso no era posible- ¡Diles que tiren las armas!- volvió a insistir al ver que no cedía

- Nicholas, por favor- Estaba claro que no sería capaz de disparar. Él podía ser muchas cosas, pero nunca un asesino.

Para matar a una persona hay que tener la sangre muy fría, y apostaría cualquier cosa, a que si Nicholas asesinara a alguien, se pasaría el resto de su vida arrepintiéndose de haberlo hecho y teniendo pesadillas cada noche.

Tal como les pasa a las personas normales.

- Si me disparas, ellos te van a disparar a ti también. Tú eres el que más posibilidades tiene de salir perjudicado de esto, estás atrapado y no tienes salida- ponerlo nervioso haría que cometiera fallos, y yo solo necesitaba un resbalón o una efímera mirada hacia otro punto para poder ganar 

- Pero... Tú no quieres que me disparen- respondió mientras comenzaba a retroceder, obligándome a hacerlo a mí también 

- Tienes razón- Que fuera consciente de aquello me dejaba en una considerable desventaja- Pero ellos no son yo, ellos sí que van a herirte si les obligas

- Entonces prohíbeles hacerme daño ¿o es que no son tus matones? 

- Nicholas...- desde mi posición podía notar que le temblaban las manos, pero a penas llegaba a verlo, necesitaba darme la vuelta si quería arrebatarle la pistola de una vez por todas- Baja el arma. Tienes mi palabra de que no te va a pasar nada después

Chasqueó la lengua.

- No sé qué te hace pensar que confío en ti- habló lleno de rabia- Lo único que has hecho hasta ahora ha sido engañarme, fingir ser algo que no eres y encubrir crímenes

Podía sentir un matiz de tristeza en su tono, pero sus ojos llenos de ira camuflaban aquella emoción casi por completo. Mientras giraba mi cuerpo hacia un costado con el fin de podernos mirar fijamente el uno al otro, les hacía a mis hombres un gesto con los dedos para que empezaran a retirarse.

- Ellos van a irse ahora- dije con un tono suave, mientras estos empezaban a guardar sus armas- Tranquilízate

A los pocos segundos, empezaron a abandonar la cocina completamente. La cara de Nicholas fue de absoluto desconcierto al verlos empezar a retirarse, como si no pudiera creerse el repentino comportamiento que estaban teniendo.

- Ahora no hay nadie que te esté apuntando con nada- continué hablando una vez la puerta fue cerrada y los únicos que quedamos allí fuimos nosotros

- Eso me da igual- contestó firme. Y sujetó la pistola con las dos manos- Lo único que quiero  es salir de aquí

- Nicholas, por favor...

- ¡¿Por favor?! ¡¿Ahora me dices por favor?!- noté que le temblaban aun más las manos mientras hablaba- ¡¿Qué hay de cuando yo te pedía por favor que me soltaras  y que no me metieras en el coche?! ¡¿Eh?! ¡Te importó una mierda traerme aquí a la fuerza y encerrarme como a un animal!

- Te dije que podía ser por la buenas o por las malas, te di la opción de elegir

- ¡Y una mierda!

Podía imaginar el estrés que en esos momentos le ahogaba y le hacía sentir utilizado, sabía que si había llegado hasta este punto, era porque estaba realmente desesperado, pero aquella situación no podía alargarse por mucho más tiempo.