CAPÍTULO XXII

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Los rayos de luz que entran por la ventana alcanzan a posarse en mi rostro, abro los ojos con pereza y llevo la mano al otro lado de la cama pero está frío y vacío, Alex no está. Me siento en la cama y examino mi habitación, la ropa que me quité anoche está en la silla, el abrigo también. Me pongo de pie y voy hasta el baño, me arreglo antes de bajar, no quiero que Alex me vea con mi súper aspecto de recién levantada, según él me veo linda recién levantada, pero la verdad no sé qué ve lindo en mí a estas horas de la mañana.

Cuando bajo observo a Elena y a Alex jugar en la cocina, solo sé que yo no limpiaré el desorden que estos dos han provocado. La pequeña hobbit está con un vestido rojo con círculos de color negro, despeinada como siempre y riendo a todo pulmón. Alex está con su pantalón y la camisa a medio apuntar, no se han percatado de mi presencia así que me aclaro la garganta.

— ¡Ada! — Grita cuando me ve. — ¡Por fin despertaste! Tú duermes mucho. — Pequeña niña imprudente.

— Hola monstrito, ¿qué haces aquí? — Acaricio su cabellera rubia. — Buenos días amore. — Alex me da un beso y va hasta la nevera.

— Ya el desayuno va a estar listo, si quieren pueden acomodar la mesa. — Al parecer la rubia ya conoce la cocina, comienza a sacar los platos y los acomoda en la mesa.

— Elena ¿por qué no estas con tu papá? — El nerviosismo aparece en ella así que me agacho para quedar a su altura. — Puedes contarme lo que pasa, tranquila. — Me deshago de la coleta que tengo y con la liga le hago una coleta a ella.

— Es que mi papá está durmiendo y tenía hambre por eso vine. — Alex lleva el desayuno a la mesa y le acaricia una mejilla.

— Pues aquí tienes mucha comida y puedes comer lo que quieras. — A ella se le forma una gran sonrisa y se sienta.

— ¿Elena quieres ir conmigo a una reunión importante que tengo? — Ella frunce el ceño. — Es que hoy me voy a graduar, va a ir Sara y va a estar Alex también. — La animo a que responda.

— ¡Siii! Yo voy contigo Ada. — Alex se ríe y me contagia. — ¿Vas a ir muy linda como siempre verdad? — Su expresión cambia de felicidad a tristeza. — ¿Yo que me pondré? — Buena pregunta.

— El vestido negro que compramos con Clare ¿te parece? — Vuelve a reflejar felicidad.

El resto del desayuno la pasamos genial, ella riendo por doquier y Alex encantado con ella hace lo que sea para mantener esa sonrisa en su rostro, al final les ayudé a limpiar la cocina, hoy no vendrá Sara pues se estaba preparando para la graduación.

— Iré a hablar con Andrew. — Alex asiente mientras está con la pequeña hobbit en el piano. — Pediré permiso para llevarme a Elena hoy y sacaré el vestido negro. — Alex me mira y pide que me acerque.

Cuando me acerco a él, hace que me siente a su lado y me da un beso en la mejilla, Elena parece feliz tocando unas notas al azar en el piano. Salgo del apartamento y me encamino al de Andrew, la puerta está medio abierta así que con cautela decido entrar, este apartamento es más pequeño que el mío.

— Hola Andrew. — Está como desubicado, anda buscando algo pero no sé. — ¿Será que podemos hablar? Te quiero pedir si por favor me dejas llevar a Elena a una reunión que tengo hoy en la universidad, quiero que esté conmigo. — Se gira para verme y sus ojos están rojos, está demacrado y por el olor sé que está tomado.

— Bella Adaline, claro si quieres llevarte a mi hija hazlo, es toda tuya. — Como quisiera que eso fuera cierto, así la alejaría de ti. — Que bueno verte por aquí hermosa mujer. — Para mí no es tan chévere.

ESTA VIDA Y LA OTRA.Where stories live. Discover now