17.

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El último mes no había ido nada bien para Seokmin en lo que a Kang Yebin se refiere. Después de misteriosamente cancelar su cita, la chica se había empeñado en hablarle lo menos posible e incluso evitarlo a como dé lugar. No entendía que era lo que ocurría y eso era lo que más le molestaba de toda la situación. 

Porque si ella estaba viendo a alguien más, él podía entenderlo y alejarse. Si había perdido el interés, también podía estar bien con eso. Incluso podía entender que ella se hubiera arrepentido de darle esa oportunidad o que sólo estuviera jugando con él. 

Sea cual sea el motivo, él podía aceptarlo y el hecho de que ella pretendiera desaparecer de su vida sin darle ningún tipo de explicación, al punto de cambiarse de lugar en la única clase que compartían para estar lo más alejada de él, era lo que más le jodía, lo que más odiaba de toda la situación. 

Kang Yebin lo volvía completamente loco, era probablemente una de las mejores chicas que había conocido en su corta existencia. Pero no por eso iba a dejarse usar y desechar sin recibir aunque sea una explicación, por más que su corazón se rompa al escucharla. Por eso, se encontraba escondido en un pequeño paredón a unos metros del casillero de la rubia, de una forma u otra obtendría las respuestas que necesitaba. 

Evitar a alguien que en serio le interesaba era una de las cosas más dolorosas que Yebin había hecho. El tener que arruinar algo tan bonito antes de que pudiera comenzar, y ni siquiera por su propia culpa, era algo que la tenía destrozada. 

Para ella, Lee Seokmin era el sol en la tierra. Era un ser humano tan dulce y puro que no entendía como podía fijarse en alguien tan dañada como ella. Y es que por donde quiera que la miraras, si prestabas un poquito de atención, podías ver las cicatrices de cada uno de sus quiebres (no sólo en el sentido metafórico), filtrando poco a poco un poco más de su dolor interno. 

No quería dañarlo. No quería dañar a la única persona que se atrevió a ver más allá del bonito físico o los rumores. No quería que se viera involucrado en un problema que ni siquiera ella misma tenía el poder de resolver. Y por sobre todas las cosas, no quería que quedara atado a alguien como ella. Porque Seokmin merecía más. 

Se merecía a alguien que pudiera amarlo todo el tiempo a todas horas, sin ningún tipo de miedo a que en algún momento su pasado apareciera a pasarle factura por sus malas decisiones. Él merecía ser feliz y estar tranquilo y no con la constante incertidumbre de si aparecería alguien a darle una golpiza o si su novia saldría con vida de su casa a la mañana siguiente. 

No podía hacerle eso a él, no podía arrastarlo a su vida de mierda y hacerlo quedarse. Porque era algo que Yebin no quería hacerle ni a su peor enemigo, por lo tanto, haría lo que estuviera en su poder para alejar a ese muchacho de su destino horrible.

Claro que no contaba con el hecho de que desaparecer sin dar explicaciones despertaría en el pelinegro una terquedad que ni todas las mulas del mundo podrían igualar. Y estaba a punto de descubrirlo cuando después de cerrar su casillero y despedirse de sus amigas, cierto pelinegro pasaría a su lado tomando su mano para arrastrarla lejos y obligarla a hablar. 

-Seokmin, ¿qué haces?- preguntó apenas, aún estaba muy sorprendida.

-Tú y yo vamos a hablar y no vas a desaparecer hasta que me des explicaciones.- respondió totalmente tajante. La rubia comprendió que quizás esa no había sido la mejor de sus ideas.

Comenzó una intensa batalla interna sobre si debía decirle la verdad o inventar algún tipo de historia, aunque viendo la decisión con la que el muchacho la sujetaba guiándola a dios sabe donde, supo que no habría historia que funcionara para que él se alejara. Incluso comenzaba a dudar de que la verdad fuera suficiente. 

Pretty you 》HoZi/SoonHoon《Where stories live. Discover now