Capitulo 4

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Todo mi cuerpo entra en vibración mientras visualizo a el hombre justo en frente de mí

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Todo mi cuerpo entra en vibración mientras visualizo a el hombre justo en frente de mí. Mi pulso había aumentado considerablemente, lo que hacía que mis manos temblaran nerviosamente. En aquel instante me parecía a una auténtica máquina de vibrar.

—De verdad que es toda una sorpresa—mis ojos aprecian de forma momentánea los suyos, era el mismo hombre del dia anterior. Aquel hombre que tanto me miraba en turno diurno, estaba sentado frente a mí—. No me imaginé que además de chef atendías la barra de bebidas.

La pena que sentía ahora mismo iba en aumento—haz como si no hubiese pasado nada, como si no lo conocieras, mucho más que mi enojo. Había sonado totalmente cínico y burlón.

—En realidad, mi único turno en la barra a sido ayer y por falta de personal. Pero no hablemos de ello, me hizo llamar por una razón.

Vaya que era fácil hacerme enojar. No tenía un mal caracter ni nada parecido, pero me descontrolaba cuando algo—o alguienme sacaba de quisio.

Uno de los meseros trae café y deja dos tazas humeantes en la mesa. Él hombre misterioso—el cual ahora no lo era tanto—, toma la taza y da algunos sorbos, dejando salir algunos sonidos de gusto.

—Claro, pero por favor sientese—su dentadura perfectamente blanca se hace presente y por algunos momentos creo estar cegada—Respecto al plato, debo admitir que aunque no era lo que esperaba me impresionó. Se de la cultura Venezolana y me llena de satisfacción saber que sigues muy bien la receta, es más, hasta me atrevería a decir que esta mucho mejor a mi parecer. Buen trabajo—alza su taza y da varios sorbos más, para luego dejar la taza vacia sobre la mesa.

En el poco tiempo en que este había hablado había sido marcha a la obra. Habia comienzado a estudiarlo superficialmente, con caracteristicas que veía notablemente.

Su piel era morena, con el cabello un poco largo de color negro azabache, ojos marrones súper claros, labios finos pero a la vez un poco gruesos, y una barba notable.

Y la cual se le veía muy sexy.

—Pues más allá de no ya visto en eso se basa mi trabajo, en darle un toque personal a las comidas y también mejorar alguna que otra receta. Subirla tanto en gusto, como en detalles y presentación.

En eso era muy perfeccionista, amaba los detalles y me era dificl no percatar alguno. Si había un error así fuera mínimo, me daba cuenta.

—Se nota, claro que sí—derrepente deja de hablar y no hace más que verme, como si estuviera tratando de leerme la mente. En menos de 5 segundos transcurridos, aquella sala me empezaba a parecer un poco calurosa—. Una mujer como usted debe ser premiada por tal don, digame, si no molesto. ¿Qué edad tiene?

Pruébame#1✔️ #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora