Capítulo 20

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—¿Ya terminaron?—pregunta Nicholas mientras toma las piezas de jardinería y las coloca en la cesta

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—¿Ya terminaron?—pregunta Nicholas mientras toma las piezas de jardinería y las coloca en la cesta.

Había pasado la mañana con Beatrice practicando un poco sus recetas, aquello me suponía algo bueno ya que era una forma de entablar confianza y familiarizarnos en torno a las relaciones.

Nicholas en cambio se había pasado toda la mañana en el jardín dándole remodelaciones, algo que me daba la libertad de verlo en paños un tanto menores.

—Si—me siento en el césped recién cortado. Suspiro—, en verdad hiciste un gran trabajo.

—No es para tanto—se encoje de hombros—. No tenia nada que hacer y bueno, no quería interrumpirlas.

Asiento en forma de respuesta mientras poso mi mano sobre la de Nicholas—¿Qué haremos hoy?

El rostro pensativo de Nicholas fue un detonante un poco leve en la conversación, su ceño fruncido y pensativo me daba la plena impresión de que era en verdad perfecto.

—¿Te gustan los parques acuáticos?

                         
⏩⏩⏩

El trayecto de la mansión hacia una de los parques de diversión de Londres había sido en verdad muy corto. Habíamos invitado a Gregory y a Gia, pero estos habían decidido quedarse en casa, igualmente la mamá de Nicholas.

—¡No lo puedo creer!—mi voz chillona casi estuentosa se hace oír apenas y bajamos del vehículo de Nicholas.

Frente a mi se encontraba nada más y nada menos que Kawi- Tahu, una de las franquicias turísticas más  concurridas. Sin embargo, mis ojos miran con evidente sorpresa a la pequeña cosita que me movía junto a mí.

—¡Pero si es un mono!—me coloco la pulsera de admisión y seguidamente entramos al local, pero no sin antes dejar nuestros bolsos en los casilleros especiales.

El mono toma nuestro equipaje y luego lo coloca en las rejas, luego desaparece. Estaba embobada.

Dentro era una especie de parque acuático, con lagos de agua dulce donde podías usar flotadores y recorrer ese paisaje, también estaban toboganes de alturas inimaginables y por su puesto, establecimientos de cuidado personal.

—¡Bienvenidos a Kawi-Tahu!—dice una chica rubia vestida como exploradora, de esos trajes de expedicionistas—. Nuestras instalaciones le ofrecen a nuestros clientes el poder divertirse de manera segura y hospitalaria, pueden acceder a todos los lugares debido a su pase especial—aquella mujer parecía una robot, por como hablaba—. Y como regalo especial, recibirán un acompañante estrella: Maku.

La rubia silba y de entre las ramas de aquel paradisíaco lugar aparece una monita color marrón claro usando un collar de flores.

—Ella es Maku, su compañera en su estadía.

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