Capítulo 19

3.2K 227 3
                                    

Había pensado mucho  las ultimas horas éste tema, en mi cerebro se repetían una y mil maneras de decir aquello sin sonar loca y desesperada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Había pensado mucho  las ultimas horas éste tema, en mi cerebro se repetían una y mil maneras de decir aquello sin sonar loca y desesperada.

Pues no quería parecerlo, no quería sonar como una extraña chica con sentimientos encontrados.

Solo nos quedaban 4 días en Londres, por lo que quería pasarla y compartir con Nicholas, posiblemente todo el tiempo necesario. Poco a poco se nos agotaba el tiempo, la semana se había ido en un mero abrir y cerrar de ojos.

—Calmate—Nicholas poza su mano en mi pierna en un gesto tranquilizador, brindandome una sonrisa de esas que tanto me gustaban de él—. Todo saldrá bien.

¿Aquello era cierto?

Mis nervios conforme pasaban los días iban en aumento, no sólo por irnos de Londres, sino porque eso significaba separarme de Nicholas.

Es lo que debe pasar.

No podía cambiar los acontecimientos solo por gusto mío. No un Dios el cual podía cambiar todo.

Pero cuanto deseaba serlo.

Luego de pasar un rato más en el hotel, hago mis maletas y juntos las cargamos a su coche. Tomamos rumbo a su casa y es entonces, cuando recuerdo que la mamá de Nicholas debía de haber llegado ayer por la noche.

Sentía como la tensión daba un bajón exagerado en mí. Me imaginaba el gesto alegre de la abuela de Nicholas, al estar estos dos días sin mi presencia.

—¡Pero que pena con tu mamá!—exclamo avergonzada—.  Ahora tu abuela tiene mas motivos en mi contra.

La respuesta de Nicholas a aquello me había dejado sin palabras, se había inclinado y posteriormente besado, en una forma de callarme y poder disfrutar del silencio de la tarde.

Las calles de Londres estaban desoladas justamente a esa horas, habíamos tomado en verdad una hora oportuna para volver, especialmente la más cómoda para mi y a Nicholas, no le importaba.

—Eso no se vale—cruzo no brazos, haciendo un puchero—. Se supone yo soy la que te debe callar a ti.

La risa ostentosa de Nicholas aparece, haciendome sonreír. El sonido de su voz era tranquilizante.

—¿No me digas que llorarás por eso también? Y sobre lo de mi mamá, no te preocupes. Está encantada de conocerte.

Las ansias crecían cada vez más, poco a poco, una parte de mi sentía que estaba nadando entre tiburones hambrientos, queriendo arrasar con su carne. Otra, creía que aquella situación y todo lo que implicaba era ideal, me ayudaría a entablar lazos y a conocer a Nicholas un poco más.

Toco el hombro de Nicholas y éste no quita la vista de la carretera, sin embargo me hace entender que me está escuchando—Oye, tengo hambre.

—Tranquila, he preparado comida. Comerás en cuanto llegues a casa—me guiña el ojo.

Pruébame#1✔️ #PGP2024Where stories live. Discover now