Capitulo 27

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El viaje de vuelta a casa había durado solo pocas horas

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El viaje de vuelta a casa había durado solo pocas horas. Siete, para ser exactos. Había salido de Londres a punto de las cuatro de la tarde, había tomado el vuelo a las siete de la noche y había llegado a Florencia a las dos de la madrugada.

El viaje entero lo había utilizado para descansar mi mente de todos aquellos pensamientos, relajarme y comprender mi perspectiva un poco. Era duro, había dejado a la persona que amaba.

Minutos despues salir del avión, tomar mi equipaje y salir del area de embarque, me detengo unos minutos en la cafetería de dicho aereopuerto. La brisa que pegaba en aquellas horas de la madrugada, eran de las mejores.

El aire fresco se colaba por todo mi cuerpo, pero sobretodo mi rostro, llenandolo de frescura total. No había hecho una cosa del otro mundo.

Me había sentado en una de las mesas de la cafetería y había pedido un café oscuro, doble potenciado. Adicionalmente, habia optado por un sandwich vegetariano, el cual consistía en unas ramas de lechuga, algunas rebanadas de tomate, unas dos rodajas de pepino y una mermelada casera de higos.

El bocado era mágico en todos los sentidos, complementaba muy bien la temporada de aquella madrugada, de aquel nuevo día que apenas comenzaba.

Habían sido una cena rápida, unos cuantoa sorbos y mordizcos para ya haber terminado.

Conforme el tiempo pasaba y regresaba a mi hogar, el ambiente de Florencia, mi amada tierra, me envolvía nuevamente.

Mi hogar.

⏩⏩⏩

Mi madre me habia recibido de la misma forma de la que había imaginado. La había tomado por sorpresa, no solo por mi presencia en aquel lugar—en el cual se suponía, no debía estar aún—, sino tambien por mi apariencia.

No había dudado en sentarme en el sillón de la casa, con su cara caracteristica de preocupación al verme en tal estado. Estaba desastroza y era consciente.

No había tardado para nada en preguntarme el por qué de mi semblante. Río mentalmente, explicaciones era lo último que quería por ahora.  La intriga en sus ojos la estaba carcomiendo, se notaba.

Suspiro. Era mi madre y debía darle explicaciones, aunque no quisiera. Había estado ausente todos estos días, sería lo más sensato.

—¿Qué pasa mi niña?—pregunta mientras toma mi mano, empezandola a acariciare, calmándome—. Sabes que puedes decirme lo que sea, soy tu mami.

Pruébame#1✔️ #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora