Pruébame#1✔️ #PGP2024

Capítulo 18

Mi vida en el amor siempre había sido nula, una oveja negra entre todo el ganado común y normal, estaba descarriada y aunque todo aquello era por mi elección, me costaba admitirlo.

Quizás porque era dura de roer, no me gustaba admitir de improvisto las cosas, no. Me gustaba más avanzar a paso lento pero sobretodo, seguro.

Aunque mi vida amorosa había estado en muy bajos estándares, a veces, no podía diferenciar al amor de el deseo. Eran dos cosas muy diferentes, una siginificaba un aprecio sentimental—no solo de pareja— hacia cualquier persona. La otra, era un sentimiento que nacía de vez en cuando en el ser humano, momentaneo.

Dicho esto, había llegado hasta el límite de confundir besos gentiles cargados de placeres sexuales y amor carnal con los besos sencillos y delicados.

Claro, lo delicado no tenía nada que ver. La rudeza no caracterizaba o te hablaba de alguien, simplemente te daba una idea de su forma de actuar.

En fin, había llegado hasta el punto de confundir  la compañía de las personas que considera, eran verdaderos amigos, con aquellos que simple y llanamente querían cogerme.

Había cometido muchos errores, como contarle secretos a personas que no debía y dar todo de mi ha personas que no lo merecían.

El amor habría llegado a mi vida de forma momentánea y directa,  golpeándome muy suave pero que a su vez, removiendo todo el caos que hasta entonces, se encontraba apaciguado en mi interior.

¡Había sido tan tonta! Solo esto podía ocurrirme a mí.

Me había enamorado de un hombre al que poco conocía pero al cual entendía y comprendía mucho, uno con el que podía pasar ratos charlando y riendo por cosas sin sentido aparente, esto aunque fuera bipolar.

No, Nicholas no era bipolar. Había malinterpretado mal el mensaje. Nicholas era estricto en su trabajo y frágil fuera de este.

Era el hombre más amable y atento del mundo. Él hombre al que había entregado todo mi cuerpo y alma, para que lo reclamara como suyo, el hombre que me había enseñado un poco de los placeres sexuales y de la vida.

Todo en tan solo pocos días.

Aún no era una experta en el sexo, pero algo había aprendido. No solo era seducir, tambien era mostrar una linda cara y saber como defender los atributos que Dios te había consedido.

Aún así me era dificl olvidar. Toda la noche había sido un suplicio del cual despertaba cada medis hora para luego volver a caer, para después seguir el ciclo, nuevamente.

No podía sacar de mi mente el rostro de Stephanny mientras su boca se movía, recordando las palabras.

La mayor parte de la noche—en las que solo podía mirar al techo de la habitación de aquel hotel— había pensado en el tema, de alguna u otra forma las cosas se hubieran sabido.