"Había caido en la trampa letal de aquel león"
"Susan Zimmerman es una chica extraordinariamente hermosa, su trabajo como chef principal la ha elevado a las alturas por su comida y es proclamada como la mejor chef de Reino Unido.
Sin embargo se si...
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Los orgasmos que me hacia sentir Nicholas me sabían a gloria. Me hacían temblar mi cuerpo, por dentro y fuera, hacían que la yo interna saliera a relucir, como una fierecilla sacando sus garras en defensa, solo que en este caso no era en defensa mía ni de el mismo, sino el significado o lo que sentía debido a aquellas experiencias, debido a todo lo que sabia hacerme y lo que hacia conmigo.
—Te tengo una sorpresa para la noche—me había dicho Nicholas, luego de haber cenado pasticho junto a Gregory , Gia y la abuela de este.
La señora aun no había quitado la mirada repelente y agria hacia mi persona, lo que complicó un poco mi digestión de la comida.
—Tranquila—me había calmado Gregory—, aveces el apellido Roth se le cruza—sabía perfectamente que decía aquello para hacerme reír, y a duras penas lo había logrado.
El reloj de la sala de la casa de la mamá de Nicholas apuntaba las 7:00 pm cuando me encontraba mirándome al espejo de la habitación que ocupabamos. Nicholas me había dejado saber que saldríamos esta noche, por lo que había decidido por un top corto y una falda larga a juego que se acoplaba a mi cadera , por último unos tacones negros para completar el conjunto.
Mi cabello suelto más una simple pizca de maquillaje me hacían ver elegante pero a la vez tremendamente sexy. No sabía lo que me esperaba esta noche, pero tenía la impresión que no era nada de flores y velas aromáticas.
Nicholas había aparecido unos minutos después vistiendo un esmoquin gris, camisa blanca junto a un moñito de color negro y unos pantalones un tanto pegados de color gris. Mi corazón había empezado a latir de forma desenfrenada, aquel hombre definitivamente me movía el piso.
—¡Wow!—exclama Nicholas para luego tomar mi cadera y atraerme hacia si mismo—. Estas súper hermosa.
—Tu igual—este sonríe ante mi comentario y se inclina, propinandome un casto beso.
Nos montamos en el auto de Nicholas y tomamos rumbo hacia el lugar desconocido que tanto este me había hablado que iríamos. Me reservaba las espectativas de que fuera algo sumamente grandioso.
Las estrellas adornaban la noche en un acto de alta belleza astral, estrellas fugases cursaban el cielo en busca de almas con esperanza y fé , amor y pasión, del amor sin cadenas, aquel amor libre y verdadero.
—¿Puedo preguntar para donde vamos?
Nicholas sonríe y quita la mirada unos segundos de la carretera, para posarla en mi— Cariño, tranquila—dijo con esa voz seductora tan característica en él—. No te puedo dar muchos detalles, sólo te puedo decir que esta noche, será muy placentera para ambos.
Trago saliva, aquellas palabras prometían y aún más viniendo de este hombre. Mi mente comienza a vagar en esta ultima semana y todas las cosas que han pasado, sonrió, había experimentado más cosas en estos pocos días que en casi toda mi vida.
