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Capitulo 29

Sentí como mis ojos comenzaron a abrirse muy lentamente y los rayos del sol empezaban a tocar mi cara. Me había desmayado luego de recibir la noticia, simplemente me había bloqueado completamente y no había dejado de pensar en Nicholas.

Un coma etílico era demasiado grave, me dolía la cabeza de tanto pensar que se había hundido en la bebida por mi culpa. Levanto mi mano y la posiciono delante de mi cara, segundos después me doy cuenta que estoy sobre una superficie suave, por lo que me levanto de esta poco a poco. 

—¡Casi haces que me de un infarto!—escucho exclamar a Gregory.

—¿Donde estoy?—toco mi frente suavemente. Mi vista estaba un poco borrosa, todo debido a que acababa de levantarme y mis ojos estaban acostumbrandose a la luz.

—Estamos en un avión rumbo a Londres.

Entonces lo noto, el zumbido del motor contra la resistencia del viento. Estábamos uno frente al otro, con la diferencia de que yo estaba en una diminuta cama y el en un sillón negro.

Claro, como siempre en lujos. Esto no se veía en un avión normal.

Sus palabras rápidamente me habían espabilado, llegando a pensar en cualquier cirscunstancia. Y sobre todo en mamá. Nuevamente salía de viaje sin decirle.

Vaya vaya.

—¿Mi mamá?—pregunto mientras cierro la ventana justo a mi lado notando que de esta entraba algo de sol—. Debo llamarla para avisarle.

—Ni te preocupes, ya hablé con ella y me encargué de todo—sonríe—. Tú tranquila.

No podía estarlo, sentía culpa por todo lo que estaba sucediendo. Porque, si solamente no me hubiera ido precipitadamente. Quizás, todo estaría bien.

Suposiciones.

Media hora después anunciaron la llegada al aeropuerto de Londres. Junto a Gregory había bajado del avión, habíamos recogido nuesteo equipaje y nos habíamos lanzado a por las vías principales de la ciudad.

—Llamaré a mi mamá para preguntar cómo están las cosas—me informa éste sacando su celular.

Todo mi cuerpo temblaba, la vida de Nicholas estaba en peligro. Y yo era la causante.

De cierta forma lo era, no del todo. Por supuesto, el tambien había cometido algunos errores potenciales. Pero el mío lo había acabado por completo.

La cosa había sucedido muy rápido. Luego de haber dejado a Nicholas en casa de su madre, Gregory había salido de viaje para Italia a buscarme a mí y por algunas explicaciones. Lo que éste no sabía, era que Nicholas ese mismo día por la noche se había escapado y prácticamente se había consumado en el alcohol.