Renacer como Mamá

Capítulo 3- ¿Abortar a mi hijo?

Justo cuando Vivan comenzó a pintar una familia feliz en su mente con Ira y su lindo bebé, sus esperanzas se desvanecieron instantáneamente. Una mirada en blanco se hizo evidente en su rostro mientras miraba la tablet de Ira.

"¿Quieres abortar a mi hijo?" La mirada de Vivan era lo suficientemente cruel como para chuparle el alma al instante. La única vez que ella experimentó su enojo fue durante la discusión que los llevó a su divorcio en su vida pasada.

Ella inclinó la cabeza para evitar su expresión hiriente y sus ojos interrogantes. Sostuvo su barbilla obligándola a mirarlo y nuevamente le preguntó: "¿Quieres abortar a nuestro hijo?"

La mente de Ira era caótica, vacía y desordenada.

¿Cómo lo supo?

Ausente, ella tartamudeó. "No ... No ... yo ..."

"Entonces, ¿cómo explicas esto?" Vivan le mostró la tablet que decía:

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"No ... No ... Viv, escúchame. ¡Es solo un malentendido! Me asusté con las noticias repentinas y las busqué al azar sin ningún significado". Asustada por el pánico, de alguna manera trató de poner excusas por su comportamiento irresponsable.

Ella olvidó que en el pasado ella había decidido abortar a el niño después de que ella supiera de su existencia. Ella buscó formas de terminar su embarazo en línea. ¡Sin saberlo, durmió y mantuvo la tablet abierta!

Su rostro cambió ligeramente. Vivan reprimió su ira y todavía le preguntó ansiosamente mientras él la tomaba por los hombros: "¿No tiene ningún significado?"

Él estaba esperando su sincera respuesta con una mirada sincera.

Ira defendió, "Absolutamente ninguno".

Tomando su mano en sus brazos, él la urgió ansiosamente: "Prometes cuidar de nuestro bebé".

Ira asintió de inmediato, "lo prometo".

Viv no se entrometió aún más. Él ignoró el asunto y solo lo culpó por la ansiedad que viene con el embarazo.

Dijo con calma: "Ira, sé que estás preocupado por cómo te enfrentarías a nuestro hijo y a tu carrera por completo. Recuerda, siempre estaré allí para ti. Daremos pequeños pasos hacia nuestro futuro". Le frotó el dorso de la mano con los dedos y agregó: "No te preocupes, vamos con la corriente. Eres una mujer fuerte; sé que serás una buena madre".

Bajando los ojos, se mordió los labios. "Este hombre siempre fue tan comprensivo y considerado conmigo". Estaba avergonzada de sí misma.

Ira era un tirano. Después de la muerte de su padre, muchos temieron la frialdad de las decisiones.

Su padre era un exitoso hombre de negocios, un hombre hecho a sí mismo. Ella lo admiraba más y quería continuar su legado. Ella tenía un sueño de expandir su compañía a los rincones más lejanos del mundo.

En su vida anterior, Ira nunca quiso tener un hijo. Esto fue solo un accidente porque se olvidó de tomar algunas dosis de anticonceptivos.

Siendo una mujer orientada hacia su carrera, más bien, una mujer egoísta, lo primero que hizo cuando supo de su embarazo fue: ¡abortar!

Se hizo en una clínica ilegal, ya que ella no puede dejar que su esposo lo sepa. No es que ella le tuviera miedo; en cambio, ella pensó que él le contaría a su papá, terminando así sus sueños. Ella todavía estaba luchando por el puesto de CEO de la Compañía.

Luego de medio mes más tarde, ella insertó un DIU, que podría permanecer durante 5 años como mínimo ...

¡Quién hubiera pensado que esta anticoncepción también había fallado!

Estaba embarazada de nuevo cuando tenía 30 años. Esta vez se estaba preparando para aceptar a su hijo con gratitud. Sin embargo, ya no existía el destino entre ella y el niño.

Dios pudo haberle impedido deliberadamente que diera a luz a este niño.

Todavía recuerda aquella noche oscura, el comienzo de su ruina.

Saliendo directamente de la oficina, corrió directamente al baño cuando sintió un dolor constante en la parte inferior de su abdomen.

Ella sintió que su cuerpo estaba dividido en dos mitades; fue sofocada por el dolor que golpeó en su abdomen. "Ahhh!"

La sangre corría por sus muslos, y goteaba en el suelo. Respiró hondo y se colocó la mano en la parte inferior del abdomen para aliviar el dolor que estaba sintiendo.

Vivan corrió dentro del baño cuando la escuchó llorar, rompiendo la puerta en el proceso. Ira estaba gimiendo en el suelo del baño, un torrente de sangre corría de sus piernas.

Su rostro estaba pálido, una mano sostenía su abdomen y la otra apretaba su muñeca. "Me duele el estómago." Ella le gritó a Vivan.

La recogió y luego corrió al hospital.

Ira no tenía idea de que estaba embarazada, pero el dolor familiar en la parte inferior de su abdomen y su instinto le dijeron que estaba embarazada. Las palabras del doctor confirmaron aún más su conjetura.

"Es un embarazo ectópico roto, doce semanas. Tenemos que operar de inmediato, o el feto no podrá sobrevivir". Mientras Ira estaba siendo llevada a la sala de operaciones con su débil conciencia aún, estas palabras cayeron en sus oídos claramente. Eran como martillos golpeando su corazón ...

Se sentía impotente y desesperada; su mundo se oscureció y ella perdió el conocimiento.

Cuando abrió los ojos, estaba acostada en una cama en la sala del hospital. Una enfermera se paró a su lado y le dijo: Finalmente te despertaste. ¿Como te sientes?"

La agonía que su cuerpo soportaba era difícil de describir. Ella resistió el dolor y dijo débilmente: "¿Qué hay de mi hijo?"

La enfermera le dirigió una mirada compasiva: "Tienes que descansar. Tuvo un costo en tu cuerpo. Acabas de terminar la cirugía, acuéstate. Más tarde le informaré a tu esposo, actualmente está hablando con el cirujano".

La enfermera trató de calmarla cuando se levantó después de escuchar las noticias.