Capítulo 152- ¡El dolor es bueno!

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La pierna del hombre inmovilizada por escombros, se negó a dejar que realizaran una amputación a pesar del peligro de un colapso adicional. Incluso si el hombre hubiera sido Vivan, ella habría sugerido lo mismo, ya que su vida estaría en riesgo.

"Señor, hay mucho ruido en la viga de concreto. Si se levanta, caerá como lluvia". Ira rápidamente estabilizó su aliento errático.

"No tengo dolor. Puedo esperar". Gritó. Soltar una pierna lo asustaba.

"Incluso si intentáramos desenterrarlo, llevaría horas, su pierna no podría salvarse". Después de pasar horas debajo del bloque con sangre limitada llegando a la extremidad, sería mejor cortarlo. Si no lo ven pronto, existe la posibilidad de síndrome de aplastamiento y colapso.

Ella continuó: "Tienes una esposa que te ama, tienes amigos, tienes una familia. Tienes una vida. Y esto: esto es solo una pierna".

"Tu vida está en riesgo aquí". Su voz teñida de un poco de preocupación.

"Podríamos tener una prótesis. ¿Por qué cambiar tu vida por ella? Estarías corriendo en poco tiempo".

Finalmente estuvo de acuerdo.

"Enviar paramédicos", gritó Reeya. Pronto, un equipo de médicos con su configuración ingresó al sótano.

Fue medicado; le amputaron la pierna. Los techos del cemento se habían derrumbado. El polvo cayó como lluvia en él.

Lo compraron. Su esposa lo esperaba en la ambulancia, le aseguró.

"Ira"

Cuando lo siguió a la ambulancia, oyó que alguien la llamaba.

Vivan ... Estaba aquí.

Vivan estaba en la ambulancia. Los paramédicos estaban tratando sus heridas.

Su pecho desnudo mostraba algunos moretones, pero lo que llamó su atención fue su pierna derecha.

La carne se abrió de la pierna izquierda con sangre salpicada alrededor de la herida.

¿Por qué no lo llevaron al hospital?

Ella lo vio. El la vio a ella...

Y bam ... se desmayó ...

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En el hospital,

Ira llevaba mucho tiempo mirando su pierna que estaba enyesada y levantada. "Esta roto."

Ella se acercó y le tocó la pierna inconscientemente.

"Ah ... herido" hizo una expresión dramática de dolor. De hecho, su toque era tan suave como tocar una muñeca de porcelana por miedo a romperla.

Una brillante sonrisa apareció en su rostro, escuchándola exclamar.

¡El dolor es bueno!

¡El dolor significaba que es viable!

¡El dolor significaba que estaba allí!

"¿Por qué sonríes?" Su sonrisa con dos líneas de lágrimas en su rostro parecía graciosa.

"Chica, tu esposo está bien. Tenía una varilla en la pierna. Quitaremos el yeso en unas pocas semanas". El doctor entró para verificar. La mujer lloraba histéricamente por su esposo. Por otra parte, estar en el accidente afectaría los nervios de cualquiera.

Renacer como MamáWhere stories live. Discover now