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Tan temprano como sonó su alarma, se levantó para acudir a su cita con el doctor Taehyung.

Se sentía avergonzado tras la respuesta de Yeri, ambos se vistieron en silencio; nunca vistió a una niña, creyó que la pequeña cuidaría su pudor a pesar de ser incrédula aún, así que la dejó vestirse sola, sorprendiéndose de que lo hiciera bien. Cargó la mochila rosa con dibujos de ponys en su hombro, las llaves de su departamento y salió para tomar el metro que lo acercaría al hospital de la ciudad.

Evadió los mensajes de Joy. Le fue difícil porque era una rutina tomar el desayuno con ella todas las mañanas el primer día de la semana. Incluso la sumaría a la lista de "problemas" en dado caso de que los resultados fuesen positivos, de lo contrario, solo tendría que invitarla a una grandiosa cena que recompensaría su ausencia como su novio. Ahora, tendría que darle muchas explicaciones a todos, sus amigos eran los más importantes, pero ya lo entendieron, mas no estaban al cien por ciento de acuerdo con que tuviera una hija de la noche a la mañana con la misma persona que arrancó gran parte de su alma.

Una vez en el metro, Yeri no se dignó en dirigirle la mirada. Se preguntó hasta que grado podría entender la gravedad del problema ¿Porqué estaba tan a la defensiva si apenas podía sumar? Desconocía el tormento formulandose en aquella cabecita azabache ¿Hasta dónde sería capaz de guardarle rencor? Era solo una niña.

Bajaron en la estación cercana. Yoongi se atrevió a tomar la mano de Yeri para caminar por las calles del norte, era extraño sostener una mano pequeña junto a la suya. El clima era frío por lo que ambos usaban abrigos gruesos. De vez en cuando algunas personas se volvían para apreciar la lindura de la pequeña. Sin dudas acaparaba la atención de los demás con su brillante cabello negro, sus redondos ojos y los labios rojos por el frío.

Se encontraron en un edificio amplio, entraron a recepción donde tras una serie de preguntas fueron dirigidos a la sala del segundo piso acompañados de una amable enfermera, misma que llamó a la puerta.

-¿Doctor Kim?

-Adelante.

Se escuchó desde dentro.

-El doctor Kim los atiende.

-Muchas gracias.

La enfermera se retiró.

Yoongi tomó un suspiro, sin darse cuenta de que la pequeña a su lado sostenía con fuerza su enorme mano. Frunció el ceño por un momento al entender que podría temer a las visitas de doctor. Se preguntó si Hoseok estaría al corriente con su cartilla de salud.

Ambos entraron al consultorio donde un atractivo castaño los saludó con una sonrisa amplia.

-Min Yoongi.

El doctor se puso de pie para estrechar la mano de su viejo amigo. Ambos se conocieron gracias a Jin, quién era la actual pareja sentimental de castaño.

-Tae. Disculpa que hemos venido a interrumpir tu descanso matutino.

-No te preocupes, en realidad mi trabajo comienza a partir de las nueve, pero me permití citarlos. Somos amigos.

Yeri se escondió tras Yoongi como un acto básico ante la presencia de un desconocido. Los hospitales siempre le traían malos recuerdos como la vez en que el monstruo la obligó a que unas enfermeras malas le pincharan el brazo, o como cuando acompañó a su papi Hoseok en una revisión tras los golpes.

Yoongi ayudó a Yeri para subir a una silla a su lado y así, tomar asiento.

-¡Oh! Pero que linda princesa ¿Cómo te llamas, cariño?- Preguntó con entusiasmo.

NUESTRA HIJA【YOONSEOK】On viuen les histories. Descobreix ara