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Sentado en en la pequeña cocina, deleitando unos deliciosos huevos fritos, Jimin gritó por tercera vez.

-¡TAEMIN! ¡EL DESAYUNO ESTÁ ENFRIÁNDOSE!

A la escena, entró un chico algunos centímetros más alto que él, sus rasgos muy parecidos, por su puesto, heredaron la belleza de su madre. Cabello lacio y rubio acentuando su rostro ovalado, resaltando sus labios gruesos, la pequeña nariz perfilada y los pequeños ojos felinos.

-Ya voy, ya voy...

Dijo pegando pequeños brincos mientras terminaba de colocarse sus zapatos deportivos.

-Dios. De verdad que te pareces a mamá gritando como desquiciado.

Jimin rodó los ojos.

-Ahora entiendo a nuestra madre- Se metió un trozo de comida a la boca. -Si te hubieras levantado cuando te dije no anduvieras a las carreras.

-Ya... -Le fulminó con la mirada. -¿Porqué sigues aquí? Ya son casi las ocho?

Jimin sonrió al ver como su hermano mayor devoraba su plato casi atragantándose.

-Mi clase de artes fue cancelado, el profesor está enfermo, entro a la segunda hora.

-Qué suerte.

-Por cierto... ¿Cómo te fue con tu galán?

Taemin sonrió recordando su noche.

No recordaba mucho, solo una sensual sesión de besos y sexo que le hicieron perder la cabeza por el alcohol o la pasión por la que se vio envuelto.

-Te lo resumiré en una palabra. Pasión.

Jimin rodó los ojos.

-Solo para eso te busca- Le señaló con el tenedor.

-Te equivocas. Me dijo que dejara a su esposo.

-¡Dios! Hermano, sabes que te amo demasiado y apoyo todas tus decisiones pero... ¿Eso? ¿Si te das cuenta de que destruyes una familia?

Taemin se recargó en la silla dándole un aspecto enorme y serio, a la defensiva.

-Está harto de su esposo, solo lo escucho quejarse de él. El tipo ni siquiera le pone atención, hasta a mi me desespera. Pobre de mi bebé, soportar a un don nadie.

Jimin negó lentamente mientras bebía de su café con leche.

-Además... si no me quisiera, no se atrevería a hacer esto...

El menor de los Park levantó la vista.

Casi escupe el café. Tosió un poco golpeando su pecho mirando el brillo reflejándose en el dedo anular de su hermano.

Se levantó a tropezones bajo la sonrisa de su mayor. Una vez a su lado tomó la mano con el anillo observado a detalle. Un hermoso diamante era sostenido sobre un aro de oro.

-Oh Dios...

-Sí.

Ambos se miraron a los ojos. Taemin tenía los suyos bañados en lágrimas, Jimin se apresuró a abrazarlo con fuerza mientras se balanceaban de un lado a otro.

-No puedo creerlo ¡Te vas a casar!

-¡Lo sé!

Se separaron, manteniendo sus manos unidas.

Jimin pegó unos brincos.

-Al mens esto me hace pensar otra cosa de él. Si se atrevió a darte un anillo de seguro quiere comprometerse contigo, una responsabilidad de amar. Te felicito, hermano.

NUESTRA HIJA【YOONSEOK】Where stories live. Discover now