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La sorpresa de que el matrimonio Kim encontrará a su hijo, y éste fuera Jungkook, animó al resto de sus amigos. Por supuesto, no de la noche a la mañana tendrían una byena comunicación, primero tendrían que ponerse al corriente de la vida de su hijo y después verían que les depararía el futuro.

Jungkook contó, a sus ahora padres, que tenía un empleo de medio tiempo, donde trabajaba como secretario de un CEO importante en el mundo de la música, ganaba muy bien y adquiria conocimiento. Estudiaba artes y esperaba ser un gran artista en todo el sentido de la palabra. Descubrieron su buen gusto para pintar con óleo, un ojo maravilloso para la fotografía, un buen oído para la música. Un muchacho multifasetico.

Al principio, Taehyung trató de convencer a su hijo de querer ser responsable de sus gastos económicos, pero Jungkook rechazó el ofrecimiento porque desdaba adquirir todo a base de sus esfuerzos y nada enorgulleció a su padre que eso. Por otro lado, Seokjin siempre trataba de decirle cuánto lo amaba, incluso quiso pedirle que se quedara en su mansión junto a ellos, mas sabía de antemano que siendo un joven veinteañero, necesitaba su espacio, sobre todo cuando era novio de Jimin, su alumno en derecho.

Para entonces, Jin organizó un pequeño viaje aprovechando que el verano estaba cerca.

—¿Dos semanas?

Jin rodó los ojos ante las cejas alzadas de Yoongi, quién regaba sus flores.

—Sí, es lo que acabo de decir.

Cambió el peso de su maleta hacia el otro hombro. Acababa de dar sus clases en la universidad hace una hora.

—Mira. Casi es verano, Tae y yo planeabamos un viaje a las playas de América para tratar de estar junto a Jungkook, aprovechando las vacaciones. Para que no fuese incómodo, quería que ustedes también fuesen, ya sabes, Yeri, Hoseok y tú; por supuesto, Jimin también va. Un viaje de amigos ¿Qué dices?

Yoongi apartó unos mechones azabaches de su rostro para observar a su alrededor buscando a su pequeña, quién caminaba sujeta del mandil de Jimin.

Sonrío.

No estaría mal. Yeri le había pedido conocer el mar.

—En verano hay buenas ventas.

Jin resopló.

—¡No seas tacaño! Será divertido. Además, confío en que el dinero que ganarás esos días no serán suficiente para pagar un buen recuerdo de playa.

Yoongi asintió cerrando la llave de una manguera.

—¿Cuándo viajaríamos?

—Dentro de cinco días.

—¿Cinco? ¿No es muy pronto?

—Tiempo suficiente en que Hoseok esté recuperado.

El pelinegro entrecerró los ojos.

—Taehyung me contó eso. Hoseok es fuerte, ha mejorado de la infección, es por ello que decidí los cinco días. Entre más pronto, mejor.

Yoongi no le quedó de otra que asentir.

—Bien.

Jin sonrió.

—Te mandaré el itinerario por correo.

El abogado se marchó agitando la mano.

Yoongi se quedó un momento observándolo.

Hacía ya una semana desde que Hoseok fue internado en el hospital por una infección. Taehyung le informó acerca de sus últimos estudios así que, tomó las riendas de la situación y casi obliga a Hoseok a tomar las quimioterapias, la primera de ellas. Por supuesto, el castaño se sentía inútil debido a su enfermedad aunque Yoongi siempre se encargó de dejarle en claro que lo hacía para ayudarlo y tenerlo más tiempo junto a él.

NUESTRA HIJA【YOONSEOK】Where stories live. Discover now