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Sentados en las afueras de un restaurante, estaban Yoongi y Joy. Ambos disfrutando de un delicioso almuerzo con una botella de vino, bajo una carpa que los protegía del sol.

Yoongi aceptó salir con ella para poder aclarar las cosas de una vez por todas. No cabía de la emoción al ver su reacción, si lo tomaba a bien o mal.

-... y entonces me di cuenta de que Wendy siempre tuvo mi teléfono en su escritorio.

La pelirroja rompió a reír cubriendo sus labios rojos, mientras sus ojos redondos se achinaban mostrando chispas de diversión.

En otro momento, Yoongi hubiese reído de igual forma, ahora solo levantó la comisura de su boca para esconder su gesto de vergüenza tras su copa de vino. No es que le diera pena la chica, sino él mismo cuando escondía una revelación que sabía haría perder la sonrisa de Joy.

-¿Qué pasa?- Preguntó ella limpiando los restos de comida en su mentón. -Estás muy serio ¿Pasa algo con Fresia?

-No... -Removió con la cuchara un poco de arroz que quedaba en su plato. -Verás...

Joy se quedó observando a Yoongi. Lucía nervioso, su frente sudaba a pesar de ser noviembre, sus pupilas no le miraban y parecía tenerle más atención a su plato que a ella. Sin duda, algo serio estaba pasando.

-Me asustas, cariño.

Ella acercó su silla junto a la de él para tomar su mano deteniendo así sus movimientos nerviosos, mientras acariciaba su mejilla haciendo que él la mirase. Le encantaban sus ojos negros, profundos como el carácter tan propio, su piel casi pálida y cálida bajo su tacto y la fragancia masculina envolviendo sus sentidos. Yoongi era tan guapo, era afortunada de tenerlo como su novio y no veía la hora en que se decidiera para pedirle matrimonio ¿Era por eso que estaba tan nervioso? ¿Iba a proponerle matrimonio? La emoción embargó su estómago haciendo que una compresa fría se acentuara en su pecho ¿Se arrodillaría? ¿Sería un diamante grande o chico? ¿De oro o plata? ¿Donde estaban los fuegos artificiales?

-Joy... -Relamió sus labios tomando fuerza. -Sé que hemos pasado casi dos años juntos, agradezco mucho tu compañía y consuelo cuando más lo necesité, sobre todo el apoyo y amor que día con día agradezco.

Joy tragó saliva. Sí, iba a pedirle matrimonio.

-Yoongi...

-Espera, antes de que digas algo más ¿Recuerdas a Hoseok?

La chica frunció el ceño al escuchar el nombre que tanto tiempo Yoongi le mantuvo prohibido recordar ¿Qué tendría que hacer el nombre de ese chico ahora? ¿Acaso no iba a pedirle que se casara con él?

Asintió con pesar.

-Él volvió... y no solo. Volvió con una pequeña niña. Mi hija.

Joy contuvo la respiración por un instante, casi cae de espaldas a no ser porque estaba sentada, su rostro se volvió pálido, podía sentir la sangre abandonar su cuerpo de un cubetazo. Aquello fue como una bofetada seca sobre su mejilla.

Yoongi se lamentó transformar una belleza en algo que lamentar.

-¿Cómo...?

-Déjame explicarte. Mientras salía con él en la universidad, hubo un tiempo en que no nos cuidábamos. Cuando lo encontré engañándome debió estar ya en cinta.

Joy entonces salió de su trance sonando enfadado.

-¡Yoongi! ¿Vas a caer en su juego? Esa niña puede que sea de otro ¡Vaya a saber Dios con quien!

-¡No lo es!- Para ese entonces ambos mantenían la conversación en voz alta. -¡Me hice una prueba de ADN y salió positiva!

-¡Esto no puede ser posible!

NUESTRA HIJA【YOONSEOK】Where stories live. Discover now