Capitulo 13: Los Orígenes.

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Adam

Después de mis disculpas, los chicos me invitaron a sentarme. Lucía tomó asiento a mi lado. Los chicos decidieron que si yo quería aprender a ser uno de ellos, era mejor que empezara por el principio, es decir, por los orígenes.

—Bien. Primero tienes que tener en cuenta que existen cuatro razas diferentes en el Mundo Oculto. —Dijo Luc.

—Los vampiros. —Aportó Dean y luego sonrió mostrando sus relucientes colmillos de vampiro.

—Los hombres o mujeres lobo. —Añadió Ada.

—Las sirenas. —Lucía me dedicó una sonrisa.

—Y por último, los brujos, que son un poco más complejos porque existen cuatro tipos de brujos. Y en el caso de los vampiros, hay dos.

—Es decir, que hay varios tipos de brujos y vampiros. —Concluí.

—Exactamente. —Me confirmó Ada.

—Eres muy inteligente. —Me elogió Lucía.

—No me hagan sentir como un niño de la guardería.

Todos rieron.

—Bien, escucha con atención. —Luc tomó un respiro —Hace mucho tiempo, hace muchos años, cientos o miles tal vez, en una antigua aldea, los demonios se hicieron visibles y subieron al mundo de los humanos para invadirlo. Buscaban consumir este mundo e intentar fusionarlo con el infierno. Al principio, no sucedió nada, apenas uno que otro avistamiento, pero a medida que pasaba el tiempo, los demonios empezaron a hacerse notar de maneras muy crueles y, como era de esperarse, entraron en la aldea y la convirtieron en un caos y un mar de gritos. Las personas corrían de un lado a otro con el miedo reflejado en sus rostros. Los demonios mataron a los hombres y violaron a las mujeres que vivían oprimidas por estos seres infernales y sus malévolos caprichos. Cuando las mujeres dieron a luz, dieron a luz a los engendros de los demonios, que, a simple vista, parecían normales como cualquier humano, pero pronto su sangre demoníaca empezó a hacer de las suyas. Los niños eran un caos total, nadie podía controlarlos y nacieron con una marca blanca en su hombro derecho, una estrella de cinco puntas. Todo lo que tocaban se dañaba, y dejaban infértiles a sus madres. La sangre demoníaca era incontrolable y hacía que sus hijos no pudieran controlar su lado maligno. El miedo fue tan grande que, a medida que estos hijos de demonios crecían, el caos se hacía cada vez peor. La noticia se esparció por las aldeas circundantes, y en un acto de llevar la luz de la divinidad a todas partes, comenzaron las famosas cacerías. Buscaban exterminar todo rastro de sangre demoníaca y solo aquellos que supieron controlar su sangre, aquellos que crecieron y su mente se hizo más fuerte, tuvieron el privilegio de la vida. Ellos fueron los primeros brujos que habitaron el mundo, con magia demoníaca. La aldea se hizo más grande y se convirtió en una ciudad a medida que pasaron los años. Ya no había caos, pero la gente no confiaba en los brujos. Todos creían que no importaba si no eran como el resto; la sangre demoníaca corría por sus venas y tarde o temprano se haría notar. Además, aunque el tiempo pasaba, los brujos no envejecían como el resto de las personas, sino que, al llegar a la etapa adulta, dejaban de envejecer como un humano y envejecían muy lentamente. —Tomó una pausa y luego continuó —Una vez, uno de los brujos a quienes se les perdonó la vida se encontraba caminando por la oscuridad del bosque y, de repente, escuchó el chillido de un murciélago moribundo. El brujo se acercó, y al verlo así, dijo: "En una mujer". El murciélago empezó a crecer y transformarse en lo que el brujo le había ordenado: una hermosa mujer de piel pálida y cabellos negros, sucia por la tierra. "¿Qué le has hecho a mi cuerpo?" Preguntó la mujer con miedo en la voz, a lo que el brujo le respondió: "La próxima vez dejaré que te mueras entonces". La mujer agachó la cabeza y respondió: "Es cierto. Lo siento. Has salvado mi vida. ¿Dime cómo puedo saldar mi deuda?" El hombre le sonrió y le dijo: "Quiero que seas mi compañera, que no me abandones. Nos tendremos el uno al otro y seremos felices juntos". Y así fue, fueron felices y tuvieron hijos, los primeros vampiros. Al ver la mujer que sus hijos recién nacidos se volvían ceniza cuando recibían la luz del sol, quedó devastada. Así que el brujo encantó a su mujer y luego a los hijos que tenían. Los hijos eran iguales, pálidos y fríos, pero ya no se convertían en ceniza al recibir la luz del sol. Eran los primeros vampiros diurnos, que son los más comunes en la actualidad. Aún hay vampiros nocturnos, pero no son muy comunes. Los niños crecían como un humano corriente, pero la sangre de demonio heredada de su padre les daba habilidades: super fuerza, hipnosis, volar, super velocidad, persuasión, la habilidad de encantar a las personas y cambiar de forma a la de un murciélago. También tenían su parte mala, la Sed de Sangre. Cuando llegaban a la etapa adulta madura, dejaban de envejecer. Su corazón dejaba de latir y sus ojos se volvían dorados como el oro. Actualmente, para "engendrar" vampiros, se usa únicamente el Veneno de Vampiro, ya que los vampiros son infértiles y no pueden tener hijos a menos que sean entre vampiros. Si un niño o adolescente es convertido en un vampiro, seguirá creciendo y desarrollando sus poderes hasta que alcance la etapa madura, cuando su corazón deje de latir y sus ojos se vuelvan dorados.

Un Amor En Común 1 [COMPLETA]✅Where stories live. Discover now