Capitulo 35: Traición.

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Adam

Cuando recién llegamos del lago, le conté a Juan el plan que tenía para salir de aquí con la ayuda de mi familia, y dijo que le parecía genial y que yo no merecía estar aquí. Eso fue lindo.

***

Habían pasado algunos días desde que llegamos del lago. Juan volvió a comportarse como un idiota conmigo, y creo que le había contado a Danik lo que pasó, pero dudo que le haya dicho la verdad. De ser así, Danik no solo estaría enojada conmigo, sino también con él. Ahora ella me trata mucho peor: me calla cuando quiero hablar, me golpea cuando hago algo mal en su entrenamiento y me grita a cada rato. Ambos me han dicho que no puedo contarle a nadie lo que descubrieron sobre mí, que soy un brujo supremo, y que si lo hacía, me las vería con ellos. No sabía por qué hacían eso, pero sin duda eso no se iba a quedar así. Ahora tenía que entrenar con Juan y le preguntaría, le guste o no. Luego hablaría con Danik y le contaría lo que Juan le estuviese ocultando.

***

—¿¡A CASO ESTÁS SORDO?! —Me gritó Juan. —¡HE DICHO QUE QUIERO UN TORNADO!

—¡No lo haré! Eso puede causar mucho daño.

Juan se acercó a mí con paso firme y me empujó al suelo. Caí sentado, y sentí un pequeño dolor en el pie.

—No me importa lo que quieras o pienses. —Me agarró de la camisa y me levantó. —O haces lo que te digo o vas a ver de lo que soy capaz. —Me tiró al suelo de nuevo.

Me levanté lentamente, el pie me dolía. Tenía miedo, no quería que Juan me hiciera daño, aunque sabía que era más poderoso que él, no quería herirlo. No importa cuántas veces él lo hiciera, yo no era igual a él. El fuego no se apaga con más fuego.

—¿Qué te pasa? —Le pregunté. Estaba asustado y nervioso. —En el lago, todo estaba bien. Me trataste muy bien, me dijiste cosas que jamás me habías dicho y te mostraste como realmente eres. ¿Qué cambió?

Juan me miró y rió de una manera fea y siniestra. Eso me heló la sangre y puso mis pelos de punta.

—¿De verdad lo creíste? —Negó con una sonrisita. —Sabía que planeabas algo en contra de nosotros, y mi plan era que me lo dijeras. Cuando lo hiciste, no tuve necesidad de seguir fingiendo. —Hizo un puño y luces blancas se movieron por su mano.

Me lanzó la luz blanca y sentí un fuego intenso arder dentro de mi cuerpo. Mis piernas me fallaron y me dejaron en el suelo, el fuego se extendía y me quemaba las entrañas.

—Para... —Apenas pude susurrar.

—Jamás querría estar con un niño estúpido como tú. Estarás solo toda tu miserable vida, no lograrás salir de aquí, y nadie recordará tu nombre. —El dolor desapareció. —Alguien como tú, peligroso e idiota, no merece el amor de nadie.

Dicho eso, me dio la espalda y se adentró en el castillo. ¿Peligroso? Yo era muchas cosas, lo sabía, pero también sabía que no era peligroso.

***

Estaba con Shawn en la biblioteca. Le había contado lo que ocurrió con Juan en el lago y cómo era antes y cómo es ahora. No sabía por qué, pero confiaba en él, y era la única persona que no se había mostrado desagradable desde que llegué. Danik tampoco lo fue, solo al principio.

—A veces la vida nos pone obstáculos, como una especie de prueba, y eso nos entrena para ser cada vez más fuertes. El mejor entrenamiento que alguien tiene es la vida. —Dijo él mientras yo intentaba no llorar.

De repente, la puerta se abrió, y entraron Danik y Juan.

—¿Así que vienes a quejarte con el abuelo? —Dijo Juan, y Shawn rió para restarle importancia a su comentario.

—Pareces una niñita llorando, roba-novios. —Dijo Danik. Sus palabras me atravesaron como cuchillos.

Shawn chasqueó los dedos, y la puerta se cerró. Danik intentó abrirla, pero fue en vano.

—Sé que eres más poderoso de lo que dices ser, Adam. —Me miró el brujo supremo.

—¿Le contaste? —Dijo Juan.

—No necesito que nadie me cuente, niño. Soy un brujo supremo, y lo sé todo. —Juan me miró con rabia, nada convencido. —Apuesto a que quieres vengarte de todo lo que te ha hecho.

No sabía lo que estaba pasando. No entendía por qué, pero sentía la necesidad de hacerlo. De repente, en mi mente, ya no estaba la idea de no querer hacerle daño, sino lo contrario.

—Sí, sí quiero. —Danik me miró y luego miró a Shawn.

—Adam, es un hechizo, te está controlando, no lo escuches. —Dijo Danik, y Juan parecía aterrorizado.

—No lo escuches, no confíes en alguien que no confía en ti, en alguien que te hace creer que te ama pero que en realidad ama a otra persona. La mayor cobardía de una persona es despertar el amor en otra sin tener intenciones de amarla. Ella no merece tu confianza, ni mucho menos el muchacho. —Mi cuerpo cada vez anhelaba más la venganza. —Usa tu poder y quítale su magia, sé que eres capaz, solo inténtalo. —Confíaba en sus palabras, sabía que era muy poderoso para hacerlo.

—Pero es su magia, es lo más importante que un brujo tiene. No es justo que...

—Lo más importante de una persona es su dignidad y te la ha quitado. No merece piedad.

—No lo hagas, Adam. Por favor. —Rogaba Juan.

—No lo escuches. Cuando se siente amenazado, ahora sí te ruega, pero si fuera al revés, él no dudaría en hacerlo. —Shawn me estiró el brazo y abrió la palma de mi mano en dirección a Juan. —Hazlo, quítale lo que más valora.

Deseé con todas mis fuerzas la venganza. Sentí el poder correr por mis venas y por todo mi ser. Quería que Juan perdiera su magia, quería quitársela y quedármela para mí. Sentí como si en mi mano se abriera un agujero que se tragaba todo. Del pecho de Juan salió una luz azul directamente hacia mi mano, y Juan comenzó a hacer muecas de dolor. Sentí cómo su poder era absorbido hacia mí y se esparcía por todo mi ser. Danik gritó y se dirigió hacia mí, pero Shawn la detuvo con su magia. La luz desapareció, al igual que la sensación del agujero en mi mano. Le había quitado la magia a Juan, y me sentía muy poderoso, mucho más. Pero de repente me arrepentí al instante.

—Lo siento, no quise... —Dije rápidamente.

Danik pudo moverse y corrió hacia Juan, quien estaba en el suelo, muy agitado y pálido. Le había drenado toda su magia.

—Y si querías o no, mi hechizo no habría funcionado. —Dijo Shawn con una sonrisa maliciosa.

—¿Qué? Si era un hechizo después de todo.

—Yo sabía que eras un brujo supremo desde hace mucho. Mi plan era que tú les quitaras la magia a todos y luego nos la dieras. —No podía creer lo que escuchaba, no podía creer lo que oía. Las lágrimas amenazaban con salir. —Pero ahora sé que si te la quito yo, yo mismo puedo despojar la magia a todo el mundo. Ahora tengo la Piedra Negra...

—¡No! —Chasqueé los dedos, y un polvo violeta salió de mis dedos hacia Shawn, quien se desplomó en el suelo.

Corrí lo más rápido posible a mi cuarto y cerré con llave. Luego, le puse un hechizo a la puerta para que nadie pudiera pasar, y le escribí una carta a mi supuesta familia. Necesitaba que todos estuvieran allí para lo que iba a ocurrir mañana. Todos se arrepentirán de haberme hecho sufrir.

Un Amor En Común 1 [COMPLETA]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora