Capitulo 17: El Hechizo

89 23 7
                                    

Adam

Me había levantado con ánimos. Esta era una oportunidad para hablar con mis padres acerca de mí y el porqué de lo que hicieron. Salí de mi cuarto y bajé las escaleras directamente hacia la cocina. Serví un gran vaso de jugo de manzana y lo bebí de un trago, dejé el vaso en el lavaplatos y lo enjuagué antes de volver a su lugar.

—Tenemos que hablarle...

Escuché la voz de mi madre en el pasillo, acompañada por la respuesta de mi padre, que dijo "ajá". Al verme en la cocina, ambos me miraron durante unos segundos y luego me saludaron con un buenos días.

—Hola, Adam. Buenos días. —Saludó mi madre con una tranquilizadora sonrisa.

—Hola. —Fue lo único que articuló mi padre.

—Estábamos pensando. —Dijo mi madre. —Tu padre y yo, que es hora de que hablemos.

—Estoy de acuerdo. Hay respuestas que necesitan ser contestadas. Pero la cocina no es el mejor lugar para hacerlo. Los invito a trasladar nuestra charla a la sala.

Asintieron y los tres salimos en fila hasta la sala, que era inmensa, con muebles de tela azul y cómodos, un candelabro de cristal colgaba del techo y una mesa de centro de cristal ocupaba el espacio central. Mi madre y mi padre se sentaron en un sofá grande, y yo acerqué una silla para sentarme frente a ellos.

—No sabemos por dónde empezar... —Comenzó mi madre.

—Por el principio sería una buena forma de hacerlo. —Contesté de forma tajante.

—Bien... Lo que pasa es que en nuestro mundo se está desatando una guerra muy peligrosa, incluso para los brujos más poderosos. Eras muy pequeño cuando esto comenzó. El brujo detrás de todo esto busca robar la Energía Mágica de aquellos que se oponen a sus planes. Cree que nadie más es capaz de controlar la magia excepto él, y además, desea obtener todo el poder para gobernar el mundo, incluyendo a los humanos. —Explicó mi padre.

—No queríamos que vieras nuestro mundo de esa manera, peligroso y sombrío, porque no es la verdadera naturaleza de nuestro mundo. Por eso, anulamos tu magia para que nunca pudieras ver ni hacer nada relacionado con la magia. Además, considerando que eres diferente a todos los brujos de la familia...

—Pero fue injusto y lo saben. —Protesté.

—Sí, pero... —Mi madre iba a protestar y la interrumpí.

—Era algo que tenía todo el derecho de saber, sin importar lo peligroso que fuera. Deberían haberme hablado con la verdad. Tal vez no me hubiera gustado o no habría sabido cómo lidiar con ello, pero habría sido mi elección. Aun me cuesta trabajo adaptarme, pero debí haber sido yo quien decidiera qué hacer con esa verdad.

—Eras muy pequeño en ese entonces, no estabas en edad de comprenderlo. —Replicó mi padre.

—Pero era a mí al que estaban perjudicando. Así se habrían evitado muchos problemas. Además, ni siquiera me han preguntado cómo estoy lidiando con esto. Ni se han dado cuenta de que he estado practicando mi magia durante semanas y he descubierto mis habilidades con la ayuda de alguien que no es de la familia. —Les reproché.

—Lo sentimos. Intentamos no darle muchas vueltas al asunto. —Dijo mi madre.

—Pero esa no es la solución. Hay que enfrentar los problemas en lugar de ignorarlos. Deberían saberlo, considerando que son "adultos" y se supone que son más maduros.

—No eres nadie para decirme qué hacer, Adam. —Me reprendió mi madre en su tono de madre autoritaria.

Hubo un largo silencio entre nosotros. No podía creer que simplemente decidieran no darle importancia al asunto, como si estuvieran olvidando lo que habían hecho... La verdad duele cuando descubrimos la mentira en la que hemos vivido. Yo había descubierto mi verdad, pero mis padres actuaban como si no pasara nada, y eso me frustraba.

—¿Saben por lo que he pasado? Pensé que me estaba volviendo loco, que estaba alucinando, que tenía problemas... Mis amigos me explicaron lo que ustedes debieron haberme contado desde un principio; el origen de nuestra raza y todas las razas mágicas. No entiendo cómo pudieron dejar pasar esto, y ya...

—Lo sentimos y estamos muy arrepentidos, de verdad... Por eso queremos enmendar nuestro error y vamos a guiarte y ayudarte con todo. —Propuso mi madre.

—No quiero su ayuda. He estado controlando mi magia muy bien, pero necesito hacer preguntas y escuchar respuestas.

Mi madre suspiró profundamente, y mi padre me miró con preocupación antes de asentir.

—Está bien, te escuchamos.

—Cuando comencé a notar cosas extrañas, confundí una sensación, esa que te dice que hay algo que debería ser diferente... Esa que te dice que algo no está bien, esa sensación la confundí con amor. Fue horrible, pensaba que estaba enamorado de cinco personas a la vez.

Mi padre hizo una mueca.

—¿Y sentías eso solo con las personas? —Preguntó mi padre.

—Sí. —Afirmé. —Aquellas que ahora sé que pertenecen a nuestro mundo.

—Tu mente siempre es la misma, no importa cuántas veces te quitemos tu magia, tu mente nunca va a cambiar. Tú eres lo que eres no por la magia, sino por lo que hay dentro de ti y por lo que corre por tus venas. Tu mente se estaba sintiendo atraída por el Mundo Oculto, y como nunca habías visto nada, tu mente asoció esa sensación con algo que ya habías experimentado antes. Por eso sentías como si te gustaran todas esas personas a la vez. —Me explicó.

—Cuando naciste, lo primero que notamos fue que tenías la Marca de los brujos en el brazo derecho, era una prueba irrefutable de que eras uno de nosotros. Creciste así durante seis meses... Cuando los problemas comenzaron a surgir en nuestro mundo, decidimos que no era una buena idea exponer a un bebé a esta situación. Te anulamos tu magia, tu estrella desapareció, y decidimos que no volveríamos a hablar del tema. Esa fue nuestra nueva vida, sin magia.

A pesar de todo lo que mis padres me habían explicado, el cosquilleo regresó. Esto significaba que todavía había algo que no sabía y me lo estaban ocultando... o tal vez se debía a que ahora sabía cosas nuevas que antes ignoraba. Todo era tan confuso que no podía pensar con claridad.

—Necesito tiempo para pensar en todo esto. —Dije mientras giraba para dirigirme a mi habitación.

No recibí respuesta por su parte, así que subí las escaleras y entré en mi cuarto. Planeaba pasar un buen rato con mis amigos. Me desnudé y me metí en la ducha, dispuesto a disfrutar de un relajante baño.

Un Amor En Común 1 [COMPLETA]✅Where stories live. Discover now