Un Amor En Común 1 [COMPLETA]✅

Capitulo 20: La Captura

Adam

Estaba en mi cuarto, sentado en el borde de la cama, leyendo una novela gráfica que había llamado mi atención en una librería hace tiempo. Aunque antes solía comprar libros solo por sus portadas, ahora reflexionaba más antes de hacer una elección.

De repente, escuché el sonido de un vaso rompiéndose en la planta baja, aunque estaba seguro de que no había nadie más en casa aparte de mí. Mis padres estaban en el trabajo, y mi hermana Aline se encontraba en casa de Camila. Intrigado, decidí bajar para investigar el origen del ruido.Al llegar a la cocina, efectivamente encontré restos de cristal en el suelo, resultado de un vaso roto. Recogí con cuidado los fragmentos para evitar cortarme y los arrojé en el bote de reciclaje.

De vuelta en mi habitación, me llevé una sorpresa al encontrar a un hombre alto. Tenía poco pelo blanco y su piel era pálida y tersa. Sus ojos eran morados. Vestía un traje rosado y una corbata negra, con el símbolo de una mano con un ojo abierto en el lado derecho, justo donde debería estar el corazón. Era un clarividente, lo sabía por el símbolo. ¿Qué demonios estaba haciendo este hombre en mi habitación?

—Lamento haber roto el vaso allá abajo. —El hombre habló con una voz grave—. Pero necesitaba una distracción para llegar hasta aquí sin que te dieras cuenta.

A pesar de los nervios, intenté mantener la calma. Mis sentidos estaban alerta, y un presentimiento me decía que algo malo estaba por ocurrir.

—¿Quién es usted? —Le pregunté, tratando de que mi voz sonara firme.

—Soy Vincent Berlio, líder clarividente de la Autoridad Diamante.

Había oído hablar de la Autoridad Diamante a través de conversaciones con Nate y Luc. Esta Autoridad era la ley en el Mundo Oculto, compuesta por cinco brujos, cada uno con su función específica. Ellos dictaban las reglas y las hacían cumplir a su manera, y los que infringían las leyes eran llevados ante ellos para ser juzgados.

—Yo soy...

—Sé quién eres, Adam —me interrumpió el señor.

—¿Es consciente de que es ilegal entrar en la casa de las personas sin permiso? Puedo llamar a la policía. —Vincent sonrió y replicó: 

—Está bien, pero ¿qué les dirás cuando me vaya? Tengo a mi equipo de seguridad afuera, junto con varios brujos. Ellos harán exactamente lo que yo diga...

No entendía qué quería este hombre, pero mis nervios se intensificaron y, de repente, la temperatura en la habitación cayó drásticamente. Vincent se abrazó a sí mismo y tembló.

—Puedo sentir el poder emanando de ti.

—V-váyase, o las cosas empeorarán. No entiendo cómo lo hago, pero sé que está relacionado con mis emociones, y cada vez que mi miedo aumenta...

—No me importa —me interrumpió de nuevo—. Un brujo elemental normal no podría hacer algo así. Eres más poderoso de lo que pensaba, y él estará orgulloso de saber que no eres como él cree.

—¿Él? ¿Quién es él?

—No responderé a tus preguntas —exhaló Vincent—. En primer lugar, envié a uno de mis soldados, Alejandro, para intentar convencerte, pero me comunicó que rechazaste por completo mi propuesta. Luego, envié a mis hijos para traerte conmigo. Dijeron que se desató una tormenta intensa, con gotas de agua que quemaban como fuego y rayos que retumbaban, y al final, fueron alcanzados por un rayo que salió de tu mano. Un brujo elemental con tan poca Energía Mágica no debería ser capaz de hacer eso. Afortunadamente, lograron escapar a tiempo.

—Y-yo solo seguí mi instinto, no pensaba ir a ninguna parte y ellos iban a lastimar a mis amigos, pero tenía mucho miedo y eso hizo que se creara la tormenta, no tenía control en absoluto de lo que estaba ocurriendo.

—Tienes que venir conmigo; mucho se te revelará si lo haces. No tendrás que esconderte conmigo; no estaremos en la ciudad mágica de Shadowsfall, sino en el Palacio Rosa, el hogar del Líder Clarividente. Necesito entrenarte para él. Él cree que eres especial.

Literalmente, sentía que mi cabeza iba a explotar. No entendía nada de lo que me estaba diciendo y, además, no iba a acceder a ir con él.

—No iré a ninguna parte contigo.

—He intentado hacerlo por las buenas. Si no vienes conmigo, tu familia sufrirá las consecuencias... Y tus amigos y todos los que alguna vez quisiste. Lo digo en serio. —Su rostro se volvió más serio, y mi miedo comenzó a disiparse. La temperatura volvió a la normalidad.

No quería que nadie sufriera por mi culpa, así que intenté atacarlo, pero la magia simplemente no salía de mi cuerpo.

—Supongo que no tengo otra opción... De cualquier manera, me llevarás contigo.

—Es bueno que sepas razonar. Así que no te preocupes por la ropa y tus cosas; en el palacio, tendrás todo lo necesario.

Me dirigí a mi escritorio mientras miraba a Vincent. Él salió de la habitación, y yo empecé a escribir una carta para Aline, explicándole todo lo que había sucedido y pidiéndole que no intentara nada, que estaría bien y que regresaría a casa sano y salvo. Tenía un plan, y esa era la razón por la cual no había perdido los estribos. Aunque la situación era mucho más seria de lo que pensaba, sabía que podía funcionar.

Salí del cuarto y bajé las escaleras con Vincent.

—Sé que sientes que las situaciones deberían ser diferentes... que tú deberías ser distinto.

—No sé de qué habla... Sé perfectamente quién soy y qué ocurre a mi alrededor.

—¿Estás seguro? Todos se engañan con la mentira que más les gusta... No creas que no sé por qué aceptaste venir tan fácilmente... Sé que planeas algo, y será mejor que no intentes nada, o podrías considerar a tus amigos en grave peligro. Será mejor que dejes tu celular aquí.

Sin más palabras, y con una expresión de rabia en mi rostro, dejé el celular en mi habitación. No entendía por qué no sentía miedo, sino un profundo misterio que aumentaba cada vez más. Y allí estaba yo, en un automóvil que se dirigía a un lugar desconocido. Lo que era seguro es que me acercaba a las respuestas que buscaba. Aunque odiara admitirlo, Vincent tenía razón. No solo sentía que las cosas y yo deberían ser diferentes, sino que lo sabía con total seguridad, y también estaba seguro de que él podría proporcionarme las respuestas que necesitaba.