«dos»

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ASTRID

Así que aquí estoy, en T-Mobile arena, congelándome de frío porque a mi mejor amiga se le ocurrió la magnífica idea de venir a un juego de los dichosos Golden Knights.

A veces me pregunto porque no la dejo botada por allí, mi vida sería un poquito aburrida sin ella y a quien quiero engañar, no podría vivir sin esa idiota. Así que no digo nada mientras siento como mis dedos hormiguean y poco a poco se van helando. La sonrisa en el rostro de Montse me calienta un poquito.

Ella había querido hacer esto desde que vimos el juego por la televisión, y cuando vi que el hotel dónde trabajo tenía buenos asientos y aun precio razonable tenía que traerla.

—Ya casi. —Montse dice emocionada al lado mío, mirando a su reloj.

Simplemente le sonrío, sintiendo como mis piernas se están congelando, estoy segura que estoy exagerando, pero nunca he tenido tanto frio en mi vida. Mi padre está decepcionado de mí, ya que él es británico y la sangre británica debería de resistir al frío, pero mi sangre latina no me deja. Me acurruco en mi misma para darme calor mientras espero que las demás personas entren a la arena.

Reviso mi teléfono mientras espero que se hagan las 6:30. No tengo mucho que revisar en mis redes así que decido jugar panda pop.

10 minutos después alguien anuncia por los alta voces a los jugadores y todo el mundo en la arena gritan emocionados. Me pongo de pie también, para no verme fuera de lugar, y grito con todas mis fuerzas cuando Christopher, el delantero que le gusta a mi solnyshko, sale a la pista de hielo. Nombran a algunos jugadores más antes de nombrar a mi novato favorito.

—¡Joel Pimentel! —el anunciador dice por el alta voz y mantengo la compostura aunque por dentro me este muriendo por gritar como loca.

Siento los ojos de Montse encima de mí y pongo mi máscara de piedra en mi rostro.

Mi mirada lo sigue por toda la pista de hielo, viendo como saluda a los fans más pequeños del lugar. Mi corazón se acelera cuándo ve como se acerca a nuestra sección. Nuestras miradas se conectan por unos nanos segundos cuando patina por enfrente de nosotros. Siento mis mejillas arder y estoy segura que estoy sonrojada. Bajo la mirada, mordiéndome el labio inferior nerviosamente.

Vuelvo a subir mi mirada cuando siento que mi rostro ya no está caliente y veo a los jugadores patinar por la pista. Mis ojos automáticamente buscan al moreno de cabello rizado y sonrisa encantadora. Lo encuentro al otro lado de la pista hablando con unos niños, firmándoles unos bastones de hockey. Sonrío como boba por unos segundos, hasta que soy consciente de lo que estoy haciendo.

Trato de quitar la mirada de él, pero veo como él mira hacía arriba y sonríe. Es una sonrisa diferente de que las que les estaba dando a los niños y mi mirada automáticamente sube.

—¿Qué chingados? —susurro enfurecida, frunciendo el ceño al ver que le está sonriendo a una rubia alta.

"¿Estás celosa?" mi subconsciente pregunta en un tono burlón.

"Cállate mierda de conciencia." pongo mis ojos en blanco, sintiéndome traicionada.

Por supuesto que no estoy celosa, ¿cómo carajos puedo estar celosa de una mujer que ni conozco por hacerle ojitos a un chico que ni siquiera sabe que existo?

"Pero te gustaría que lo supiera." mi conciencia se sigue burlando de mí.

Maldita! Algún día me desharé de ti." digo lo suficientemente fuerte para que la persona a mi lado me vea raro.

Le finjo una sonrisa al señor y vuelvo a ver al novato en el hielo, está patinando para otro lado de la pista, sonriendo ampliamente. Ahora sé que esa sonrisa lo caracteriza, digamos que me fui de stalker a su instagram y vi las pocas fotos que tiene. Por lo que vi, es un hombre que no publica su día con día, le gusta su privacidad y es algo más que me intriga de él.

Hockey Season +18 Christopher Vélez - Joel Pimentel Where stories live. Discover now