«final: monpher»

634 99 9
                                    

MONTSE

Es inevitable que no me sienta mal, dejé a mi musa sola y de alguna manera se que me entiende, pero eso no quita el peso que mis hombros tienen.

Luego de haber llorado y haber arreglado y contado todo, cenamos y me fui. Aunque noté a Joel tenso y muy extraño, días después siguió igual. Pero yo no podía preguntarle, solo le di mi apoyo y mi amistad y algún que otro consejo.

—Desde que estás bien con Ash no haces más que estar pensando, ¿Que pasa? Lo que maquinea tu cabecita deja humo por todo lado. —habla Dom mientras sale de mi cocina con un cuenco de cereales y un jugo de leche con fresas. Su torso desnudo me deja algo embobada. Luego de una sesión intensa de sexo se quedó dormido y ahora está aquí, comiendo de mis cereales todo tranquilo. Mientras que yo utilizo su camisa y unas bragas cacheteras negras.

—He notado a Joel tenso, muy extraño, por lo tanto algo pasa y creo que Ash no lo sabe, o actúa mejor desde que me fui. —hablo mientras abro mi laptop y busco "Joel Pimentel" en Google. Entro a las noticias y veo el porqué de su actitud.

Todo el jodido mundo lo está criticando.
Pero las palabras principales tienden a ser "el mejor pagado" "¿Vale la pena?" O cosas por el estilo.

Hasta yo me cabreo.

—Ahí está tu razón. — comenta Dom, charlamos un poco sobre cómo juega, no es malo, en absoluto. Ese chico da todo en el hielo y es muy injusto que digan ese tipo de basura para ganar más gente lectora.

La puerta suena.

—¿Esperabas a alguien? —me pregunta Dom mientras se levanta del sofá.

—No. —le digo, Ash tenía que venir pero me dijo que no podría, así que nosé quien más podría ser.

Dom habré la puerta y lo primero que escucho es "si es su casa" me levanto del sofá y voy a su lado mientras pregunto:

—¿Quien es Dom? —mis ojos van hacia la puerta y estos se abren como platos.

¿Que mierda hace aquí?

Sus ojos viajan de Dom a mí, y no es para menos la impresión que carga su mirada. Ambos estamos con poca ropa y es notorio que su camisa es mía, por qué me llega hasta la mitad del muslo.

—Hola. —hablo de forma natural, me apoyo en la puerta y la mirada de Christopher cambia a una diferente que la de duda, otra mucho más...intensa, cuando me mira a los ojos, no puedo ver qué emoción es, pero si puedo ver lo tenso que está.

—Tenemos que hablar, es sobre tu amiga y Joel. —una preocupación inunda mi pecho.

—Pasa, Dom acompáñame. —camino hacia mi habitación mientras me quito la camisa y me cambio por una polera holgada y un jean, me coloco mis tenis. Dom entra cuando yo me estoy haciendo una cola alta.

—Mario me requiere en Massachusetts un mes, me iré mañana, así que nos veremos luego, te dejaré mi llave para que puedas recoger a Pelusa de mi departamento, cuídala porfavor. —se cambia mientras habla y me da un beso en la frente cuando se va. Me hago una nota mental de recoger a la gatita de su departamento mañana por la mañana y traerla aquí.

Con Dom no puedo sentir nada más que cariño, ha estado desde que me fui de casa y me dió todo tipo de cariño y apoyo. Pero no es nada más que mi amigo.

Salgo de mi habitación y voy a ver a Chris, está sentado en el sofá donde yo estaba, no lo había visto desde nuestra pequeña discusión del porque me fui y no le dije.

—¿Quién te dijo que vivo aquí? —pregunto.

—Joel. —

—¿Hablaremos aquí o prefieres en algún otro lugar? —me acerco un poco al sofá, pero me siento lo más lejos posible de él.

Hockey Season +18 Christopher Vélez - Joel Pimentel Where stories live. Discover now