«ocho»

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CHRISTOPHER

La mejor parte de ganar un partido, es que celebramos entre amigos, y aún mejor, hay conejitas por todos lados.

Varias mujeres se acercan a mí cuando llego al Hard Rock, y no me molesta en absoluto.

Hablo con varias de ellas hasta que nuestro Físio se acerca.

—Deja de hacer esto Vélez, si alguien te toma una foto y aparece en cualquier lado, te irá peor que la última vez, hay mucha gente, déjate de estupideces. —hago una mueca al recordar la mierda que hice la última vez, aunque yo no tube mucha culpa.

Esa loca de mechones rubios y tetas operadas me llevó a la cama ebrio, y dos meses después, me dijeron que sería padre. La mentira más jodida del mundo, yo me cuido hasta cuando estoy dormido mi gente.

—Está bien. —gruño

Shea se va con su acompañante y Alex que está con esa... Enana de cabello negro.

—Hombre. —Joel aparece a mi lado. —¿que pasa? Tienes una cara de miedo. —carcajea.

Le comento sobre la amenaza de Shea y mi mirada se posa en la mesa dónde se encuentran, ahora se les sumaron Wesley y su esposo. Pero la enana tiene su vista en mi.

—Iré al baño. —no espero una respuesta de Joel y camino a los baños de varones, al frente se encuentran los de mujeres.

Hago mis necesidades y me lavo las manos, salgo del baño y ahí está ella.

Mi mirada viaja de la punta de sus pies hasta lo más alto de ella -aunque no tiene nada de alta.

Y sale una palabra que no debería.

—Interesada. —su rostro es todo un poema.

En algún momento parece que sus ojos se van a salir y quiero reir. Pero no puedo.

—¿Disculpa? —sus dientes apretados de la pequeña parece que en algún momento se van a partir.

—Eres una interesada por salir con nuestro entrenador. —los pelos en mi lengua desaparecieron de un momento a otro.

—Y tú eres un fácil. —una de mis cejas se eleva mientras me apoyo en la pared. —además de irrespetuoso. —

—Solo te metes con nuestro entrenador para hacerte conocer. —añado ya algo cabreado.

—Cariño, no necesito de su entrenador para darme a conocer. Pero parece que tú necesitas siempre de una puta para hacerte conocer por un necesitado y desesperado por un hueco para follar. —

—Comprada. —

No sé porqué no puedo parar de decirle tantas cosas.

—Malnacido. —

—Enana. —

Eso no es mentira.

—Gígolo. —

Río.

Sus mejillas están rojas y toma aire con fuerza, mientras sus pequeños puños están apretados.

—Solnyshko. —su amiga nos interrumpe, y la pequeña, con apuro, la toma de su muñeca y la jala hasta que está lejos de mi vista.

Esa enana es una diferente, nadie núnca me ha respondido como ella lo ha hecho, y eso, me encanta.

Salgo del pasillo hasta que quedo de nuevo al lado de Joel.

Busco a las amigas.

—Tienes una mirada de concentrado, que da miedo. —habla el novato a mi lado.

Veo la puerta principal abrirse, pero no es la pequeña pulga que esperaba.

Es su amiga.

Se dirige a paso rápido hasta dónde están Alex y Shea con Jamie y Wes. Recoge sus cosas y habla poco, luego vuelve a salir del Hard Rock.

—Esa niña me las va ha pagar. —susurro mientras veo como su amiga sale.




JOEL

Cuándo vi a la invitada de Shea en nuestros vestidores se me cayó el alma al piso.

¡Es la misma chica con la que me tomé una foto!

Desde esa vez que la vi después del partido se me hizo tierna, actuando toda nerviosa y apenada.

No mentiré, esa misma noche que nos tomamos la foto me fui al hashtag de GoldenKnights para ver si ella la había publicado, pero nada. Me di por vencido y cuando la vi allí, de pie al lado de Shea me sorprendí, pero creo que no fui tan obvio ya que nadie me molestó al respecto.

—¿Pimentel? —Wesley me saca de mis pensamientos, estamos en medio de una práctica.

—¿Qué? —digo un poco desorientado.

—¿Qué esta pasando en esa cabecita tuya? —cuestiona, golpeando el hielo con su bastón.

—Huh... —hago una mueca, tratando de hacerme el desentendido.

—Una mujer. —dice con una gran sonrisa en sus labios.

—¿Jamie sabe que sonríes así de radiante al hablar de mujeres? —contraataco, tratando de comprar mas tiempo para darle una respuesta.

—A mi solo me gustan los hombres. —lame sus labios mientras me mira de arriba hacia abajo, es algo que no me molesta si soy honesto, ya que nunca he visto a alguien que vea a otra persona de la misma manera que Wesley mira a su esposo Jamie. —y él sabe eso. —me da un guiño. —ahora no te me hagas el loco y dime que mujer esta rondando en esa cabecita tuya. —vuelve al tema que estaba evitando.

—No mujeres... estoy concentrado en hacer lo mejor que puedo en mi temporada de novato. —niego con la cabeza. —tengo que estar 100% en el juego. —sueno convincente, en mi humilde opinión.

—Sabes. —se coloca al lado mío, cruzando sus brazos sobre su pecho. —es lo mismo que yo decía cuando recién empecé mi carrera con el equipo de Toronto. —asienta con la cabeza. —enfocarme 100% en mi carrera, y me tomó un par de días para darme cuenta que no lo podría hacer sin Jamie. —se encoge de hombros. —por mas que quería una temporada de novato exitosa, quería estar con Jamie aun más... —

—Tú estabas enamorado de Jamie. —recalco. —yo no estoy enamorado de nadie. —muerdo mi labio inferior al punto de sentir el sabor metálico de mi sangre.

—Yo estoy enamorado de Jamie. —él me corrige. —y probablemente no estés enamorado de nadie ahora mismo, pero no cierres ese corazón tuyo. —me da una sonrisa de lado. —ahora vamos que tenemos que impresionar en el partido de esta noche. —patina hacia el centro de la pista.

Veo a mi alrededor y mis ojos caen en Jamie Canning-Wesley. Él mira la practica mientras le da direcciones a nuestro portero.

Sigo viendo alrededor y me encuentro con Shea, nuestro físio.

"Y probablemente tu rival." mi conciencia dice, y por un segundo entro en pánico ya que mi conciencia y yo no tenemos conversaciones.

Sacudo mi cabeza, deshaciéndome de todos esos pensamientos y me concentro en la práctica.

Hockey Season +18 Christopher Vélez - Joel Pimentel Where stories live. Discover now