Madrid

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Madrid, Marzo de 2029

El día transcurriera entre compras y cafés con Daisy. Ella estaba muy agobiada porque no encontraba trabajo en LA y decidiera venirse aquí a trabajar en una empresa del Corte Inglés. Fui al supermercado a comprar todo para la noche.
Como no me apetecía cocinar, decidí hacer unos ñoquis en salsa de queso con setas de primero y de segundo un pescado al horno. Eran dos platos fáciles de hacer ya que los ñoquis se vendían precocinados en el supermercado y el pescado era solo hornearlo.
Llegué a eso de las ocho y media a casa y me puse a preparar todo para la cena. Ambienté el salón de una forma muy bonita: velas rojas con aroma a frambuesa y un centro de flores en el medio de la mesa. Puse dos servicios con la mejor vajilla que tenía.

Tenía todo medio listo y decidí irme a duchar

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Tenía todo medio listo y decidí irme a duchar. Para la ocasión elegí un vestido de encaje negro muy ajustado y el pelo suelto con ondas de plancha. Me maquillé y me puse perfume.
Luís quedara en llegar a las diez de la noche y así fue, puntual, a las diez ya estaba llamando abajo.
- Wow pero menudo bombonazo... - dijo besando mis labios nada más llegar. ,- estás preciosa.
- Eso es que me ves con buenos ojos, pasa. - dije entre risas.
- Que bien huele... ¿que cocinaste? - me dijo ,- yo también he traído mi granito de arena. Hice unos coulants de chocolate y helado de mora para el postre. Mételos en la nevera para que no se estropeen. - añadió.
- Uau, ¡pintaza! - exclamé.
Dejamos todo en la cocina y lo invité a ver mi piso.
Empecé por el salón: un lugar amplio con dos sofás, una televisión enorme HD plus y una mesita baja. En el fondo estaba la mesa que utilizaba para las comidas, pegada a la gran cristalera en la cuál se podía observar medio Madrid.
La cocina estaba pegada al salón y era muy moderna.
- Huele fenomenal - añadió Luís al entrar.

Le enseñé mi dormirorio donde estaba mi cama de matrimonio, de dos metros, y un vestidor que se metía hacia dentro, con toda mi ropa y calzados.
- Si que tienes ropa... - me dijo
- Es lo que tiene ser artista- respondí ,- hoy la tengo revuelta porque estuve deshaciendo las maletas a la mañana - añadí.
Mi habitación también tenía un baño pequeño con váter, pileta y ducha de pie.
Al salir le enseñé el baño grande que estaba en el pasillo, el cuál contaba con una enorme bañera de spa.
-Aquí si que te darás buenos baños de espuma - me dijo riendo.
- Ni te imaginas - respondí. ,- y cuando quieras uno juntos... ya sabes- añadí guiñando un ojo.

Me quedaban las dos habitaciones restantes y la terraza, ya que era un ático muy nuevo y amplio.
- Esta es la habitación de invitados - le comenté. ,- por eso tiene dos camas y un armario. Suele quedarse Olga cuando tiene algún asunto en Madrid.
- Esta es la mía entonces- añadió Luis con risas.
A continuación le enseñé la otra, donde tenía todos los regalos acumulados en años de las firmas, meets, conciertos...
- No te asustes si se te viene algo encima - le dije con risas.

Por último fuimos a la terraza. Tenía dos tumbonas blancas y una mesa de cristal con sillas. Además estaba decorada con muchas plantas.
- Está muy buena noche, ¿verdad? - le dije.
- Parece de verano, casi - me respondió.
- Pues hasta aquí mi casa Luisín... - añadí.
- Ostras, Luisín... como me llamabas en la juventud - dijo con risas.
- Vamos para dentro anda, que nos enfría la cena- comenté dándole una palmada en la espalda.

La cena transcurrió entre risas y anécdotas del pasado.
- ¿Sabes? Tengo la sensación de que nunca debimos de habernos separado. - me dijo.
- Yo la tuve desde Noviembre de 2018 hasta hoy. Fueron muchos años de silencio y sobre todo de autoculparme y machacarme por haberte dejado ir. - respondí.
- Pero el tiempo es sabio y lo que está para ti no te lo quita nadie - dijo Luis.
- Y como digo en mi canción VAQ las segundas oportunidades algunas veces, salen bien - comenté.
Nos besamos lentamente. Como aquel verano de 2018. Como la primera vez. Como dos jóvenes.
Terminamos viendo una película abrazados en el sofá.
- ¿Sabes? Ahora no quiero irme - me dijo Luís.
- Puedes quedarte siempre que quieras.- le contesté ,- Siempre has tenido una casa más en Madrid aunque te enteres hoy. Y siempre puedes venir - le dije.

Volvimos a besarnos y lo hicimos en aquel sofá. Uno encima del otro. Nos sentimos, nos queriamos.
- Aitana... - dijo Luís al terminar con cara de preocupado.
- ¿Qué pasa Luís? - pregunté
- La hemos liado un poco ya que no utilizamos protección. Ni hoy ni estos días. - concluyó.
- Tranquilo, yo llevo tomando la pastilla anticonceptiva desde que empecé con Álex, mi último novio. Aunque cuando lo dejé no me hacía falta, no la planté. No sabía lo que me poía surgir - comenté.
- Ufff que alivio - suspiró. ,- no creo que fuera el mejor momento para tener un baby - dijo con risas.
- No hombre, sino no estaría yo tan pancha - comenté con risas.
Entre charlas y risas nos fuimos a domir juntos.

¡Hola de nuevo! Como os comenté, estos días estoy subiendo varios capítulos para que la historia coja forma de una vez. Aitana y Luís ya van formalizando todo y esta vez fue de cena en casa de ella. Ahora empieza lo bueno. A la noche a ver si puedo subir uno o dos capítulos más. ¡Os leo! 😘

Con la miel en los labiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora