Con la miel en los labios

Un premio muy especial

Miami, Abril de 2030

Y por fin el día había llegado. Hoy recibiría el premio más importante de mi vida ya que era mi primer premio internacional. Además en las condiciones que lo recibía, hacía que fuese todavía más especial.
El sol rayado entraba por la ventana de nuestra habitación del hotel. Luís dormía plácidamente a mi lado.
Poco a poco abrí los ojos y me desperecé lentamente acariciando mi ya abultada barriga.
Me encantaba sentir a mis hijos dentro moviéndose. A las mañana sobre todo, era cuando más se movían. Yasmín me dijo que era  por la puesta en marcha mía después de estar toda la noche relajada mientras dormía.
Cuando me incorporé para levantarme, Luís se despertó.
- Buenos días - dijo dejando un suave beso en mis labios.
- Buenos día Luisín- le respondí con otro beso y una ligera sonrisa.
- ¿Te apetece una ducha juntos? - me dijo acariciando la barriga.
- Claro que si... - le dije. - Mira, hoy ya se han movido mucho - continué.

Y así fue, nos duchamos juntos y nos preparamos para bajar a desayunar al buffet del hotel.
- Madre mía, voy a salir con 200kg más de aquí... ¡esto es una locura! - dije con risas al ver aquel repertorio variado.
- Mira los croissants que buena pinta... - me dijo Luís sirviéndose uno relleno de jamón y queso.

Cuando ya estabamos sentados en la mesa, vino Olga. Ya se había levantado.
- Buenos días chicos -dijo dejando un beso en mi mejilla.
- Hola Olga, - respondí dando un sorbo a mi infusión de frutos rojos.
- ¿Que tal habéis dormido? - preguntó.
- Bueno... bien. De momento aún no tengo muchos problemas. - le dije.
- Mira, me han llamado de la agencia de representación y me comunicaron que sobre las 16h tienes que estar ya en peluquería y vestuario. - continuó.
- Vale. - respondí.
- Viene un taxi a recogernos aquí en la puerta del hotel para llevarnos al evento. - me explicó.
- Perfecto Olga - le dije.
- La mañana la tenéis libre para estar por aquí. -prosiguió.
- Vale, quedaré con mis amigas de aquí que ya que vine, quiero verlas. - le comenté.
- Cuando te vean así alucinarán - contestó Olga con risas.
Terminamos de desayunar y estuvimos un rato hablando. Al terminar fuimos a la playa a tomar un poco el sol.
- A ver si cojo color para el evento de esta noche - le dije a Luís con risas.
- Este lugar es naravilloso Aitana. No me extraña que estuvieras tan contenta viviendo aquí. - dijo.
- Pues sí... pena que tenga recuerdos no tan dulces por culpa de ciertos gilipollas con los que fui a dar... pero bueno. Pasado pisado. Además el lugar tampoco tiene la culpa ¿no? - le comenté.
-  Efectivamente. Si lo miras por otro lado, también es un sitio especial para ti por ser el lugar donde recibiste tu primer premio internacional... - me dijo para consolarme.
- Totalmente - le respondí.
Y allí pasamos la mañana. Luego nos bañamos y aprovechamos un poco las horas libres.