Nada de que preocuparnos

976 43 4
                                    

Barcelona, Mayo de 2030

- Muy bien - respondió el médico. ,- Verás Aitana, has sufrido un rasgado en el útero debido a algún esfuerzo grande que has realizado estos días. Y aunque es poco común en los últimos meses de embarazo, es algo que si puede ocurrir y hay que tenerlo en cuenta.
El rasgado se presenta en forma de sangrado leve y dolor intenso de barriga. Tu embarazo al ser gemelar si que puede sufrirlo en el último trimestre.
- Jolines... ¿y mis hijos? - pregunté sobresaltada.
- Tranquila, por suerte están bien y no ha pasado nada. Todo está en el correcto orden. Ha sido leve y pillado a tiempo. En otras ocasiones más graves si que pueden llegar a adelantar el parto - explicó.
- Pues menos mal... - respondió Luís algo más relajado.
- ¿Tiene que quedarse aquí en el hospital, no doctor? - preguntó mi madre.
- No. Vamos a ponerle un tratamiento y cuando termine ya se puede ir a su casa. - concluyó el médico.
- Uf, menos mal entonces... me ponía en lo peor - dije.
- Es lógico - respondió el médico. ,- cuando somos padres primerizos y pasa algo fuera de lo normal con lo que no contamos tendemos a ponernos en lo peor. Además el embarazo gemelar es considerado embarazo de riesgo y a la mínima puede haber complicaciones. Que no es tu caso. - añadió al final para tranquilizarme.
- ¿Pero usted cree que nacerán pronto Doctor? - le pregunté.
- Pues no te puedo decir... - dijo pensativo. ,- En las ecografías y analíticas realizadas todo está en orden. Los bebés están bien colocados y todo correcto, eso sí, en los embarazos múltiples nunca se descarta la prematuriedad ya que es algo muy probable.- comentó.
- Vale. Entendido doctor - respondí.

Y así fue como esperamos a que los medicamentos hicieran su efecto en mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Y así fue como esperamos a que los medicamentos hicieran su efecto en mí. Mientras mis padres fueran a tomar algo a la cafetería ya que se morían de sed.
Luís y Marta se quedaron conmigo.

- ¡Que susto me metiste, cabrita! - me dijo Marta.
- Ya hija ya... ¡para susto el mío! Que pensé que mis hijos nacían aquí - respondí ya encontrándome mucho mejor.
- No sería mala idea eh... - respondió Marta.
- A estas alturas ya que nazcan donde sea, pero que salga todo bien - añadió Luís.
- Eso es lo más importante - dijo Marta.
- Yo quiero que nazcan en el agua. Mi entrenadora me ha dado ese consejo y la verdad es que me he animado- comenté.
- Eso tienes que hablarlo con la matrona- respondió Marta.
- Si, de hecho la próxima revisión que tenga con Yasmín ya tengo que ir por donde ella - comenté.
- Yo siempre le dije que tiene que dar a luz siempre donde y como más cómoda esté. - dijo Luís,- son dos niños a nacer y es costoso - añadió.

Y era cierto, el lunes empezaba las clases de preparto con la matrona, María.
Yasmín me la había presentado en el primer mes de embarazo.
El parto bajo el agua era una modalidad que ya se llevaba practicando desde hace tiempo, pero que en algunas ocasiones las madres no querían.
Yo si estaba animada a hacerlo ya que era mucho menos doloroso, y en mi caso, son dos las vidas que tenía que traer al mundo.

Al poco rato de esperar volvieron mis padres.
- ¿Qué tal hija? - preguntó mi madre
- Mejor. Mucho mejor - dije.
- Ahora tienes que cuidarte mucho Aitana. - añadió mi padre.

Con la miel en los labiosWhere stories live. Discover now