Con la miel en los labios

Tierra Mágica

Madrid, Febrero de 2030

La semana la había pasado bastante bien. Me quedara en casa descansando como me dijera el médico y solo hiciera un par de cosas.
A mayores los medicamentos me estaban sentando muy bien y estaba muy tranaquila.
Por fin llegara el jueves y justo después de comer pondriamos rumbo a Galicia.
- ¿Todo en orden? - dijo Luís bajando las maletas al portal.
- Creo que si... - dije pensando.
Cerré bien la casa ya que estaríamos cuatro días fuera.
Cargamos el coche al completo y arrancamos.
Durante el viaje Luís me iba comentando el plan para esos días:
- He pensado que al llegar podíamos visitar a mis padres y luego ya nos vamos al balneario. Total tenemos que pasar por la ciudad igual... - me dijo.
- Me parece genial - le dije.
Las casi cinco horas de viaje transcurrieron lentas y con muchas paradas ya que yo me mareaba muchísimo:
- Luís quiero vomitar - dije.
Y así cada rato. Luís paraba para ver que todo estuviera en orden, pero terminé agotada.
Casi en Ourense paramos a comer en un restaurante ya que yo necesitaba reponer fuerzas.
Los dueños del restaurante nos pidieron si nos podiamos sacar una foto con ellos a lo que aeptamos sin dudarlo.
Al terminar de comer pusimos rumbo a Ourense ciudad.

Ourense, Febrero de 2030.

Llegamos a eso de las siete de la tarde más o menos a casa de Luís y estaban Encarna y Luís padre recibiéndonos en la puerta del chalet.
Entramos a aparcar el coche y nos bajamos:
-  Hijo mío... - dijo Encarna abrazando a Luís mientras yo le daba dos besos a Luís padre.
- Qué gordita estás... - me dijo Encarna abrazándome y tocando mi barriga ,- ¿como ha ido el viaje?
- Bueno... cada cierto tiempo tuvimos que parar por Aitana ya que vomitaba. - dijo Luís.
- Pobrecita mía... - dijo Encarna acariciando mi mano.
- Pasad y tomáis algo antes de iros - nos ofreció Luís padre.
Encarna y Luís nos pusieron pastas de chocolate y mermelada con café.

Estuvimos hablando de todo un poco y les estuve contando del embarazo.
- Ahora ya vas a ir poco a poco yendo a lo peor...- me dijo Encarna.
- Si... y ya lo noto muchísimo - le dije.
- Además se te nota mucho en el cuerpo el cambio que estás teniendo - me dijo.
A eso de las nueve nos marchamos al balneario ya que se nos hacía tarde. Nos despedimos de los padres de Luís:
- Hasta el Domingo- dijo Luís
- Volvemos antes de irnos a Madrid ya que nos coje de camino - le dije.
- Si queréis venid a comer- nos propuso Encarna.
- Pues no es mala idea- dijo Luís.
Nos abrazamos y nos despedimos de ellos
En media hora estabamos ya en el balneario termal.
La verdad es que era demasiado bonito. Era mágico.

Dejamos los datos en la recepción y nos fuimos a la habitación a dejar las cosas.
-¡Es precioso este sitio! - dije abriendo la ventana de la habitación respirando el aire puro que llegaba de los árboles.
- Es un paraíso y por eso quise traerte - me dijo Luís abrazándome por la espalda.
Allí estuvimos con unos 10 minutos, abrazados. Mirando aquel paisaje maravilloso.
- ¿No tenéis hambre? - dijo Luís acariciando mi barriga.
- Pues la verdad es que si... - dije sonriendo.
- No esperemos más - dijo Luís con risas ,- vámonos a cenar.
Bajamos al restaurante y pedimos pulpo á feira ya que era el plato favorito de Luís.
Además pedimos unos mejillones al vapor y una carne a la piedra.

- ¡Está todo buenísimo! - le dije. ,- Qué suerte tenéis en Galicia con la comida- continué.
- Esto es un paraíso en todos los sentidos- me respondió.

Tomanos postre y nos fuimos a la habitación.
- ¿Te apetece una sesión de spa privado? - me dijo Luís con cara pícara.
- Pues no te diría que no... - respondí sonriendo.
Luís llenó el spa de la terraza con agua y espuma de jabón.
Yo me desnudé por completo:
- ¡Guau! La embarazada más guapa del planeta... - me dijo dándome un beso en la mejilla.
Poco a poco me adentré en el agua templada.
- ¡Qué gusto! - dije enjabonándome la barriga.
Luís se desvistió también y se adentró conmigo.
- ¡Esto es una maravilla! - exclamó abrazándose a mí.
Allí estabamos abrazados con nuestros dos hijos que venían en camino de por medio.
-¡Estoy agotada! - le dije.
- Si quieres te doy un masaje cuando salgamos de esos que tanto te gustan... - me dijo besando mis labios.
- A eso nunca te diré que no... - respondí sonriendo.
Salimos y me tumbé en la cama de lado para que pudiera masajearme.
Me echó crema por toda la barriga y movía sus manos suavemente.
- ¡Qué maravilla! ¡Tengo al mejor novio del mundo! - exclamaba.
Estaba visitando el cielo con aquel masaje.
Luego pasó a masajearme la espalda y los brazos.

- Podían contratarte para que quedaras aquí- dije con risas.
Poco a poco nos besamos lentamente cada espacio de nuestros cuerpos.
- ¡Quiero que me hagas el amor! - exclamé.
Me subí encima del ya que con la barriga que tenía no había otra opción y me movía en forma de vaivén.
- ¡Sigue! - exclamaba.
Él se adentró en mí poco a poco ya que no quería lastimarme y me acariciaba la barriga.
Terminamos casi a la vez. Juntos y abrazados.
- Esto es el paraíso Luisín - le dije besando sus labios.
- Os cuero muchisimo - me respondió abrazando mi barriga.
Y así nos dormimos.

¡Hola! Por aquí el capítulo nuevo. Aitana y Luís ya ponen rumbo a Ourense a visitar el balneario termal a modo de desconexión. A Aitana le fusta mucho el lugar y lo disfrutan a tope. ¿Qué os parece? ¡Os leo! 😘