Después de 10 años y haber seguido cada uno sus caminos por separado enredándose en diferentes amores ... Aitana y Cepeda se vuelven a encontrar en una fiesta de reencuentrOT. ¿Qué ocurrirá? ¿Se unirán de nuevo? ¿Tomarán caminos separados y esta vez...
El sábado como habíamos planeado pusimos rumbo a Barcelona. Iriamos hasta el lunes ya que yo estaba de baja y Luís pidiera el día. Las maletas quedaran hechas del día anterior. - Espero no olvidarme de nada - dije pensando en lo que había metido. - Si quieres voy bajándolas al coche - dijo Luís. - Vale, voy a mirar que esté y quede todo en orden- comenté.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ahora necesitaba llevar un montón de cosas para mis cuidados: cremas del cuerpo, estrías, lociones... Tan pronto estabamos bajé al coche. El viaje serían sobre unas 6 horas. Yo traté de dormirme ya que así aguantaría mejor. Decidí llamar a mis padres para decirle que saliamos y llegariamos para comer. El viaje pasó lento. Yo notaba molestias en la barriga pero estaba tratando de aguantar. Luís notaba mi incomodidad: - ¿Vas bien Aitana? - dijo colocando su mano en mis piernas. - Tengo algo de dolor de tripa pero estoy bien - respondí. - Trata de dormir algo anda - me propuso. Y eso hice. Enseguida conseguí quedarme dormida para despertarme entrando ya en la que era mi ciudad. - ¡Caramba! ¡Qué rápido llegamos! - exclamé entusiasmada. - Si... aproveché que ibas dormida para no parar. -dijo Luís. Cogimos el desvío a Sant Climent ya que ibamos a comer con mis padres.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
- Jooo que bonito es mi pueblo - dije muy emocionada. - Ya estás en tu casiña... - dijo Luís acariciando mi hombro.
Por fin llegamos a la que era mi casa de siempre. Mis padres ya estaban fuera recibiéndonos con los brazos abiertos. - ¡Pero mi niña! - dijo mi madre abrazándome nada más verme. - Cada día más guapa... - dijo mi padre uniéndose a nuestro abrazo. Luego saludaron a Luís.
Qué bonita era la sensación de volver a pisar tu casa después de tanto tiempo. Mismo olor y misma sensación de cuando era una niña. Las lágrimas inundaron mis ojos. El embarazo me hacía estar mucho más sensible. Luís notó mi emoción y vino a abrazarme. Dejamos las cosas en la que era mi habitación de siempre. Me atreví a mirar por la ventana, aquellas vistas que fueran mías siempre. - Jo... quien me diría la última vez que estuve aquí que vendriamos juntos de nuevo y así. - le dije a Luís acariciando mi barriga. - Pues si... las vueltas que da la vida Aitana - dijo abrazándose a mí y besando min frente. Estaba siendo una imagen muy tierna. En ese instante mi madre interrumpió para decirnos que la comida estaba lista. - Chicos, podéis venir a comer - dijo.