Capítulo XVI

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—Que patético Cameron, que estúpido, idiota, imbécil —golpeé fuertemente la puerta de mi habitación y me dejé caer fuertemente al piso.

Limpié mi rostro de golpe lo cual no sirvió de nada porque miles de lágrimas salieron nuevamente; llevé mis manos a mi cabeza recorriéndolas por mi cabello, solté un suspiro tembloroso, jamás había llorado por una chica, nunca.

—Pero siempre hay una primera vez —había dicho Nash antes de irse.

Mordí mi labio evitando salir más estúpidos sollozos, pegué mis piernas a mi pecho y recargué mis codos en ellas, puse mi cabeza encima, de tan solo recordar sus labios y los de Thiago juntos, me causaba más dolor, Rachel me había dicho que ellos ya tenían una historia, desde hace cinco años, no puedo pelear, cinco años por un mes.

— ¡Cameron! —gritó mi hermana. — ¡Se hace tarde!

Respiré y grité. — ¡Voy!

Corrí escaleras abajo encontrándome con mi hermana Sierra la cual me miraba con el ceño fruncido; miré su vestimenta, un diminuto short, unos botines grises y una blusa ombliguera dejando ver su abdomen, dejando poco a la imaginación.

—Saldré con él —se cruzó de hombros acomodándose la bolsa.

Enarqué la ceja. — ¿Dejarás que te toque?

—Imbécil —me dio un leve golpe en el hombro.

—Tu ropa, es, muy, atrevida —miré hacia otro lado. —No me agrada la idea de que los chicos baben por ti o quieran meterse contigo.

—Se cuidarme sola Cam —soltó un respiro. — ¿Qué tienes?

La miré confundido. — Nada, estoy bien.

—Se que no estoy mucho contigo pero, te conozco.

Bufé y fui a recargarme en la pared. —Una chica —murmuré.

— ¿Una chica? —preguntó sin poder creérselo.

Asentí. —La cagué, ella no quiere ni verme.

— ¿Qué hiciste? —se puso a un lado de mí.

—La bese la noche de la fiesta —la miré de reojo. —Y al día siguiente, le dije a los chicos que jamás me fijaría en alguien como ella.

— ¿Alguien le dijo?

—Ella estaba a unos metros, escuchando todo.

—Realmente la cagaste Cameron.

Me incorporé de golpe —Gracias, esas palabras ayudan demasiado —respondí con sorna.

— ¿Te gusta?

—Y mucho.

—Lucha por ella.

Solté un suspiro frustrante. —Un chico tiene la delantera —gemí.

—No entiendo.

—Ayer llegó alguien, su novio, amigo, en fin, se besaron.

Hizo una mueca. —Sigo diciendo lo mismo, ¿la chica te dijo algo sobre sus sentimientos?

—Admitió que sentía algo por mí.

—No se le puede olvidar de un día para otro.

—Eso parece.

—No es posible, los sentimientos de una chica tardan en desaparecer, a veces no lo hacen.

— ¿A qué te refieres? —Sierra comenzó a caminar hacia la salida.

—Tengo experiencia —me guiñó un ojo y me aventó unas llaves las cuales atrapé. —Felicidades campeón, ya tienes tu camioneta.

Llegué al instituto en mi nueva camioneta atrayendo varias miradas, bajé de esta cerrándola con seguro y caminé hacia los casilleros, Nash se encontraba guardando cosas en el suyo, golpeé levemente su espalda atrayendo su atención.

—Ya tenemos transporte —enseñé mis llaves y Nash sonrió.

—Genial, ¿Cuándo llegó?

—Hoy.

—Hola chicos —Rachel fue inmediatamente a Nash dándole un beso en los labios. —Pensé que no llegaría —comentó. —Siempre me venía con Demi, pero, digamos que ayer no fue el mejor día, así que me tuve que venir caminando.

— ¿Qué sucede con Demi? —pregunté inmediatamente.

Rachel tomó la mano de Nash. —Sus papás han discutido más de lo normal, no tengo idea de la razón, pero —formuló una inmensa sonrisa. — ¡Hola Demi!

Miré a Nash el cual asintió y sonrió hacia ella, me quedé estático, no podía mirarla, el golpeteo de mi corazón fue más de lo normal, mi cuerpo no respondía, quería girarme y sonreírle, pero, no podía hacerlo, simplemente me quedé estático.

—Hola Rachel, Nash.

Su voz estaba a escasos metros de mí, iba a desfallecer ahí mismo, finalmente pude moverme, miré hacia ella, tan hermosa como siempre, converse, tejanos oscuros, blusas negras y un suéter negro sin abrochar, su cabello suelto cubriendo su rostro con una sonrisa plasmada.

—Cameron —mi nombre salió de sus hermosos labios carnosos.

—Hey —me salió temblorosamente.

— ¿Lo de hoy se cancela? —miré confundido a Rachel.

Negó. — Han dejado que Thiago se quede en mi casa.

Mis ojos casi se salen de orbita, ¡Que jodidos! Nash me miró preocupado y yo sonreí forzadamente, ¿Thiago en su casa? Golpe bajo Demetria, golpe bajo, Demi me miró y su sonrisa se borró, diablos, estaba siendo muy notorio.

—Tenemos que hablar —pronunció ella y tomó de mi brazo. —Nos vemos en receso —avisó y comenzó a caminar conmigo, me guió hasta el gimnasio el cual yacía solo.

—Lo siento —dije y me miró mal.

—Quiero hacer las paces, no me gusta estar enojada con las personas.

Miles de emociones vinieron a mí —Yo también quiero hacer las paces.

Demi sonrió. — Guay, fue más fácil de lo que creí.

—Lo sé.

Me abalancé sobre sus labios, Demi me apartó de golpe limpiándose su boca, me dio una mirada negativa y la miré confundido, apretó los labios comenzando a caminar en círculos.

—Hacer las paces no implica que todo sea como antes —su voz estaba entrecortada.

Tomé su brazo jalándola hacia mí y ella lo apartó soltando un gemido. —Lo siento, no quise lastimarte.

—No importa —sujetó con fuerza donde la sujete haciendo una mueca de dolor.

Fui hacia ella tomando su mano, elevé la manga del suéter, Demi se alejó de golpe, mi corazón se partió, sentí palidecer, jamás creí que haría eso, la miré y ella cubría su rostro ahogando su llanto.

— ¿Huirás como los demás? —preguntó en la misma posición.

La abracé delicadamente. —No soy como ellos.

Primera Fase |Cameron Dallas|Where stories live. Discover now