— ¡Dónde está mi hija! —dijeron alarmadamente al unísono los padres de Demi, Rachel fue hacia ellos a brindarles un abrazo, la mamá de la castaña rompió a llorar.
—Fui una completa estúpida con ella —lloriqueó la señora Baker en brazos de Rachel. —No debí haberme portado así con ella —sollozo fuertemente atrayendo miradas, Rachel había comenzado a llorar también. —Le dije que no la quería ver, hubieras visto su mirada de dolor en ese instante —el señor Baker también estaba llorando, pero de una manera silenciosa.
Sentí un brazo en mi hombro, volteé. —Lo lamento Cam —Nash sonrió débilmente entre lágrimas, no me había percatado pero había comenzado a llorar. —Abrázame —pidió y lo hice.
— ¡Cameron! —miré a quien me llamó, mi mamá y Sierra estaban viéndonos preocupadas, fueron hacia nosotros y mi mamá me abrazó fuertemente.
—No quiero perderla mamá —la abracé de la misma manera ocultando mi rostro en su cuello. —La amo.
—Mi amor —me consoló acariciándome el cabello. —Ella estará bien, ya verás.
Entonces recordé lo que pasó en el auto con Nash.
“¿Crees que viva?” —No respondió.
—Eso espero —contesté tratando de no perder las esperanzas.
—Disculpen la molestia —la voz rota de la señora Baker nos interrumpió, mi mamá se giró hacia ella. —Si no me equivoco su hijo es el novio de mi hija —dijo en tono de duda y asentí, la mamá hizo una mueca. —Gracias —sorbió sus mocos. —Por hacer a mi hija feliz mientras que yo y su papá hacíamos lo contrario —y volvió a romper en llanto, mi mamá fue hacia ella y la abrazó.
— ¿Esto tiene que ver con lo que la otra vez me platicaste? —Susurró Sierra y la miré confundido. —Su enfermedad —contestó de la misma manera.
Asentí. —También mi culpa.
Sierra rodeó mis hombros tiernamente. —No lo es, así que sácate esa jodida idea de la cabeza porque no es verdad y solo te está dañando.
—Rachel —habló el señor Baker captando la atención de todos, se removió incómodo por nuestras miradas pero nadie la apartó. —El doctor me está pidiendo información acerca de mi hija —se talló los ojos evitando que las lágrimas salieran. —Para saber que pudo haber causado este intento de sui.. —su voz rompió y comenzó a llorar pero inmediatamente se calmó.
Sentí la mirada de la rubia del otro lado de la habitación. —Cameron también sabe —todas las miradas se fueron sobre mí. —Vamos —me indicó Rachel y la seguí.
El doctor estaba a unos metros de donde estábamos hace unos minutos, nos miró examinándonos de pies a cabeza, sacó su bolígrafo y una libreta, acomodó sus gafas, tosió ruidosamente aturdiéndome un poco. Un silencio incómodo reinó el lugar. El doctor pasó su mano por el poco cabello que le quedaba y habló:
— ¿Qué son de la señorita Baker?
—Soy su prima —se señaló la rubia. —Él es su novio.
El doctor asintió. —Platíquenme acerca de sus conductas, ¿Ha cambiado su forma de ser? ¿Siempre ha sido así? ¿Sufre enfermedades?
Miré a Rachel y ella me indicó que hablaría primero —Desde que tengo memoria ha sido así —me sorprendió la naturalidad que ella estaba usando, a mí las palabras no me surgían, es como si algo me estuviera deteniendo. —Nunca la he notado increíblemente feliz, sabe, es como si siempre estuviera triste, desde que era una nena, tiene un semblante triste pero ella siempre lo niega, sus papás peleaban mucho pero hace una semana han decidido divorciarse —El doctor tomó nota y me miró, es mi turno de hablar.
