Lynn movía sus caderas al ritmo de la música elevando el vaso de ponche en el cuál, había alcohol que infiltraron algunos de los chicos, Nash estaba del otro lado bailando con Rachel, la de piernas largas tomó de mi mentón guiando mi mirada hacia su rostro.
—No me gusta que me ignoren —dijo, dándole un gran sorbo al ponche. —Sirve de algo —extendió el vaso vació hacia mí.
— ¿Qué quieres que haga?
—Tráeme más poche —movió el vaso de un lado a otro. — ¡Rápido!
—Por supuesto que no querida —sonreí con sorna y a Lynn se le borró la suya de golpe, apretó el vaso fuertemente rompiéndolo.
Sonrió con los labios apretados. —Tráeme ponche —ordenó entre dientes.
Le arrebaté el vaso bruscamente. —No.
—Cameron —dio un paso hacia mí. —Es la última vez que te lo ordeno.
— ¿Todo bien?
Miré a Nash el cual venía con Rachel hacia mi lado, Lynn se cruzó de brazos quitándome el vaso, fruncí el ceño, la rubia caminó pasando a un lado de mí golpeando mi hombro, miré a mis amigos.
—No la soporto —admití.
—El baile de otoño y vienes con alguien que no soportas —dijo Rachel burlonamente.
—No estoy de humor —mascullé.
Nash rodó los ojos. —Pudiste haber venido con otra chica, nadie te obligo que vinieras con Lynn.
—Realmente eso me ayuda —le dije a Nash.
—Hay tantas chicas que hubieran deseado venir contigo —siguió mi amigo.
—Basta.
—Es mejor dejarlo solo —su novia tomó su brazo. —Quiero ir a bailar.
Elevé la mirada hacia Nash, quería saber que iba a responder, se iba a ir con ella o se iba a quedar conmigo, amigos antes que novias, ¿cierto? Nash tragó saliva rápidamente, me miró y luego a Rachel.
—Ve, luego te alcanzo —Nash separó la mano de su novia delicadamente y se acercó a mí.
—Bien —nos miró a ambos, a mi me aniquiló con la mirada. —Iré con Demi —recalcó el nombre de la chica y se fue haciendo sus tacones sonar.
— ¿Demi está aquí?
Nash negó. —No lo sé.
—Nash, no me mientas.
Miró hacia otro lado. —No lo hago, solo sé que vendrá, solo eso.
— ¿Vendrá acompañada?
Me miró negando. —Te he dicho que solo sé que vendrá.
Solté un suspiro pesado. —Lo siento, es solo que, me gustaría verla.
— ¡Naash! —el hermano pequeño de mi amigo corría hacia nosotros. —Cameron —dijo una vez que estaba a nuestro lado. — ¿Ya viste a Demi? —me preguntó con su respiración agitada.
Negué. —No.
—Jamás la había visto, tan a..
— ¿La viste? —pregunté bruscamente interrumpiendo a Hayes.
—Con Rachel, del otro lado del gimnasio.
Iba a caminar pero Nash tomó de mi hombro. — Tranquilo Cam, aún no han hecho las paces.
La realidad me golpeó fuertemente.
—La necesito.
—Ella te necesita a ti.
Hayes enarcó una ceja —Sí, lo necesita demasiado —utilizó sarcasmo en esas palabras.
— ¿A qué te refieres? —indagué.
—Está ligando con un chico por ¡aaay! —Nash le dio un sonoroso golpe en el hombro. —Idiota —tocó su hombro haciendo una mueca de dolor.
— ¿Thiago? —pregunté con un hilo de voz. — ¿Ligando?
—Sí y sí, ¡aaay! —nuevamente su hermano lo golpeo. —Dejaré de responder y hablar acerca de eso.
—Cam, hermano, no vayas —pidió Nash cuando comencé a caminar hacia donde Hayes estaba hace unos minutos.
—Tengo que ir —lo miré, Hayes me miraba confundido.
— ¿Qué sucede entre Demi y tú? —interrogó Hayes.
Relamí mis labios. —Iré a saludar.
Me giré bruscamente con mi corazón latiendo a mil por hora, metí mis manos a los bolsillos del saco, la cabellera china de Rachel sobresalía demasiado, me acerqué con seguridad hacia ella, Lizzy y ella, hablando, ¿es enserio?
—Rachel —llamé aclarándome la garganta, la rubia volteó y Lizzy también.
—Cameron —sonrió. — ¡Nash! —prácticamente brincó a los brazos de él.
Iba a hablar pero Thiago llegó al lugar, estúpido, el rubio me miró y su sonrisa se borró, me miró de arriba hacia abajo como lo hacen las mujeres, ¡Mujeres! Marica, le detuve la mirada, él hizo lo mismo, Lizzy se interpuso entre los dos y extendió su mano hacia mí.
—Lizzy Pearson —se presentó con una amable sonrisa.
—Cameron Dallas —imité su acción.
— ¿Bailas?
Miré hacia su hermano el cual estaba apretando la quijada al igual que los puños. —Claro —miré a Lizzy.
—Veo que Lizzy ya tiene un ligue —una voz cantarina resonó atrayendo nuestra atención, Demi.
Mi quijada se abrió de golpe, si no estuviera sujeta a mí se hubiera caído completamente, su cabello estaba rizado haciéndolo ver un poco corto, su copete yacía de lado, lacio, sus ojos estaban maquillados delicadamente al igual que sus párpados, sus labios de color rojo, su vestido negro un poco ampón haciendo resaltar su piel de porcelana y unos tacones negros.
—Vaya, guau, Demi, te vez, guau —comentó un Nash embobado haciendo ruborizar a Demi la cual sonrió pero su sonrisa se borró al verme.
—Iré a bailar con Cameron —Lizzy tomó mi brazo, Demi guió su mirada hacia estas.
—No sé bailar —separé nuestras manos.
Enarcó una ceja. —Hace unos minutos me dijiste que sí.
—Viene con alguien —comentó Nash alejando un poco a Lizzy, ella me miró y asentí.
—Será mejor que vayas con Lynn, no le gusta esperar —dijo Demi mirándome. —Vamos —le dijo a Thiago el cual la tomo de la cintura y comenzaron a alejarse.
Thiago se giró a verme, sonrió guiñándome un ojo y se volteo.
Imbécil.
