Capítulo XXVIII

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— ¡Demi! —Hayes abrió sus brazos de par en par cuando llegamos a su casa junto con Rachel y Nash, la castaña soltó mi brazo y fue hacia el hermano pequeño de mi mejor amigo para formar un abrazo.

Tosí fuertemente mientras caminaba hacia ellos. — ¡Hola Hayes! —tomé a mi novia por la cintura alejándolos. — ¿Cómo has estado bro?

—Muy bien Cameron —chocamos puños, Demi se zafó de mi agarre y se cruzó de hombros, creo que fui muy obvio.

—Vamos Cam —Nash me dio un golpe en la espalda. —Controla tus celos —sonrió burlonamente.

Hice una mueca —No lo estoy.

—Lo estas —canturreó Rachel lo que hizo que Nash y su hermano rompieran en carcajadas, miré hacia Demi la cual estaba enarcando una ceja.

— ¿No podré hablar con chicos sin que te pongas celoso?

Un sonoroso “Uh” resonó fuertemente.

—No, no es eso, lo siento, es que, Hayes, Shawn, es que…

La castaña soltó una sonorosa carcajada dejándome confundido. —Por Dios Cam, tranquilízate.

 —Pero, es que pensé que estabas enojada.

—No lo estoy —sonrió con los labios apretados mientras el rubor subía por sus mejillas, fui hacia ella para darle un abrazo mientras depositaba un beso en su mejilla.

—Te vez tan tierna —ronroneé en su oído. —Eres lo mejor que me  ha pasado.

Puso su mano en  mi pecho empujándome un poco. —Que cursi eres —y todos comenzaron a reír nuevamente, menos yo.

—No me parece gracioso esto —recriminé sin expresión exacta.

—Amargado —regañó juguetonamente Demi.

—Basta, basta, estamos aquí porque cite a Demi para ayudarle a pasar matemáticas —Nash se interpuso entre los dos. —Así que ella y yo iremos a mi cuarto y ustedes tres —nos miró. —No molesten.

—No sé si deba sentirme ofendida —comentó Rachel y Nash fue a darle un pequeño beso en los labios.

—Tómalo como quieras —le guiñó un ojo y corrió hacia mi novia tomándola de la mano para arrastrarla detrás de él.

— ¡Cuidado donde tocas! —grité y Nash soltó una carcajada.

Me giré hacia Rachel y Hayes, solté un bufido de aburrición, será una tarde larga y aburrida, no me imaginaba así mis primeras semanas con Demi de novia, me imaginaba más cliché, besarnos todo el tiempo, sonreírnos y reírnos de cosas sin sentido, tomarnos de la mano, ver películas, pero ella es diferente, lo cual me encanta.

— ¿Quieres jugar Xbox? —Hayes me sacó de mis pensamientos, asentí. —Genial, pido ser el jugador uno —dicho eso corrió hacia la sala.

Rachel me sonrió con los labios apretados. —Veo que al fin lo lograste —caminó hacia mí. —Pero —se relamió los labios sin dejar de verme a los ojos. —Si le haces daño —me señaló severamente. —Te mato —retrocedió y me sonrió mostrando los dientes. —Iré a preparar unas meriendas.

— ¡Cameron! —gritó Hayes. — ¡Te estoy pateando el trasero, aunque no es divertido porque no estás tú para verlo!

— ¡Disfruta tu victoria Hayes, porque no lo lograrás otra vez! —respondí del mismo modo y corrí hacia la sala.

Hayes me miró rápidamente y volvió su mirada hacia la televisión pulsando en los botones del control, corrí hacia un sillón inflable dejándome caer, tome el control y comencé a darle la revancha. Risas provenientes del piso de arriba me desconcentraron, chillidos y carcajadas. Fruncí el ceño, ¿Qué están haciendo?

—Creo que te volveré a patear el trasero —musitó Hayes sin mirarme.

Volví a concentrarme en el juego pero nuevamente esas risas llamaron mi atención, Hayes dio un grito de victoria diciendo algunas cosas triunfantes, dejé el mando en el sillón y fui hacia las escaleras para ir al cuarto de Nash, justamente cuando iba a llegar mi mejor amigo salió revolviéndose el cabello de su recamara.

— ¡Hey! —me saludó. —Iré por más bocadillos —elevó el plato vacío. —Rachel los ha preparado y han quedado deliciosos.

—Iré con Demi un rato.

—Cuando vuelva te irás, no quiero que la distraigas, es buena en esto, solo que no se tiene confianza —hizo una mueca de lado y bajó.

Asentí mirando a mi amigo descender y fui hacia su alcoba, detuve mi puño a milímetros de la puerta, ¿Por qué debería tocar? No está haciendo nada íntimo o algo similar, giré la perilla delicadamente para no asustarla, no estaba, caminé lentamente inspeccionando bien pero no había rastros de ella, fui hacia la puerta para irme con los chicos solo que el sonido de alguien vomitando me detuvo. Me adentré nuevamente, un sollozo resonó en toda la habitación seguido de más vomito, fui a zancadas hacia el baño abriéndolo bruscamente.

— ¡Qué coño haces! —bramé al ver que se estaba provocando aquello.

Se puso de pie rápidamente bajando al inodoro al igual que la tasa, su cabello cubrió su rostro pero pude percibir que había comenzado a llorar, llevó su mano hacia este para limpiarlas, fue hacia el lavabo, se lavó las manos y llevó un poco de agua a su boca para luego escupirla, secó sus manos y  salió del baño sin dirigirme una palabra o mirada.

—Me lo prometiste —murmuré con los dientes apretados, las lágrimas habían salido sin previo aviso.

—Lo sé.

— ¡Mírame! —ordené posicionándome enfrente de ella. —He dicho que me mires.

Demi elevó su mirada temerosamente. —Comí mucho —masculló mientras las lágrimas no dejaban de fluir.

— ¿Volviste a hacerlo también? —miré su muñeca, frunció los labios y bajó su mirada.

—Lo siento.

—Confié en ti —sollocé, ella intento tomar mi mejilla pero me aparte, vi el dolor que se formó en su mirada. —Llevamos un día, un día —recordé. —Y me has herido.

—Lo siento, lo siento, no pude evitarlo —sollozó en cada palabra que dijo. —Hagamos como, como si esto no hubiera pasado.

Reí amargadamente. —No, me es imposible hacer como si esto no hubiera pasado —caminé hacia ella haciendo que retrocediera hasta chocar con la pared. —Es como si te dijera, olvida lo que dije esa vez cuando tú ibas con Shawn.

No respondió así que continué.

—Fue como un jodido infierno verte con Thiago, que me ignoraras, que actuaras como si me odiaras.

—Cameron.

—Cameron nada —escupí alejándome de ella. —Debo irme.

— ¡No espera!

La ignoré, bajé las escaleras rápidamente sin quitarme las lágrimas, Hayes, Rachel y Nash me observaban preocupados, aparté la mirada y me dispuse a salir, Nash me detuvo delicadamente, aparté las lágrimas de golpe e hice una mueca, no quería hablar, solo quería irme a tomar unas copas.

— ¿Qué paso?

Me aparté de Nash y salí de la casa.

Iría por unos tragos.

Primera Fase |Cameron Dallas|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora