—Demi me dijo que nos iríamos juntas hoy, eso es algo bueno —nos miró. — ¿No?
—Sí, linda —besó la coronilla de Rachel.
— ¿A qué hora llegó ayer? —la curiosidad me mataba, no podía estar tranquilo sabiendo que estaba con él.
—Tarde —murmuró la rubia jugueteando con sus dedos.
Nash palmeó mi hombro — No te pongas celoso.
—No lo estoy —respondí bruscamente.
—Lo estas —canturreó el de ojos azules.
—Basta —mascullé entre dientes.
Rachel soltó una risita. — ¡Demi! —levantó la mano atrayendo su atención y comenzó a caminar hacia nosotros.
—Hola —saludó sonriendo, esta vez no me creí su felicidad.
—Demi —una chica tocó su hombro, no volteó. — Enserio necesita verte.
Fruncí el ceño. — ¿Quién? —Rachel miró pícaramente a su prima.
—La psicóloga —contestó la otra chica, me tensé inmediatamente, no había guardado mi secreto.
—Dile que no iré —masculló molestamente, miré asustado a Nash el cual ladeó la cabeza.
—Pero e.. —Demi se giró violentamente hacia la chica, sobresaltándola. —Dije, que no iré —apretó los dientes.
—Está bien —la chica retrocedió, alejándose.
La mano de Demi pegó en mi mejilla fuertemente ladeando bruscamente mi cabeza; Rachel la miró con horror y Nash con confusión, me llevé una mano tocando la parte golpeada, la miré y prácticamente estaba echando humo por los oídos y, me aniquilaba con la mirada.
— ¿Qué te sucede? —finalmente habló la rubia mirándola con los ojos abiertos de par en par, Demi me señaló apuntándome en el abdomen.
—No te quiero cerca de mí.
Se fue furiosamente, dejando a mis dos amigos confundidos mientras que, a mí, con un gran nudo en la garganta, ella, no quiere verme más, lo hice por su bien, pero, simplemente…. Llevé mis manos a mi rostro, cubriéndolo, sentí el brazo de Nash tocar mi hombro mientras que Rachel me envolvía en un abrazo, no iba a llorar, no enfrente de ellos.
—¿Qué sucedió Cam? —Rachel preguntó dulcemente.
Solté un suspiro largo. — Lo hice por su bien.
—No creo que quiera hablar de eso —respondió mi mejor amigo, agradecí tocando su mano, él realmente me conocía.
—Iré a hablar con ella —los brazos de la rubia se separaron de mí. — No sé qué le pasa, ella, ella no es así, desde que llegó ese par de hermanos.
—Te veo en la salida —se despidió Nash y oí las pisadas de la chica alejarse. — ¿Quieres decirme que paso?
Negué y asentí. — Está enferma —solté y elevé la mirada hacia la altura de los ojos de mi amigo.
— ¿Ah? —alejó su mano de mí.
—Ella, ella se co..corta —sentí un vuelco en el corazón al decirlo, saber que la chica de la que estas enamorado, sufre, es doloroso. — Y ha adelgazado porque —apreté los labios y miré hacia otro lado.
—Problemas alimenticios —completó y asentí, soltó un suspiro y puso sus manos en sus piernas de golpe.
—Hable con la psicóloga, Sierra me dijo que buscara ayuda y eso hice, pero —en un hilo de voz dije. — No funcionó.
—Hey —palmeó mi pierna derecha. — Lo que hiciste estuvo bien, así, son, cuando están enfermos, no quieren ayuda —rascó su cabeza. — Solo tú y yo sabemos, ¿cierto?
Asentí con los labios apretados. — No sé qué hacer, ella me odia.
—Sigue luchando por ella —respondió. —Ven, vayamos a mi casa —se puso de pie e hice lo mismo.
Comenzamos a caminar en silencio hacia mi camioneta, Nash divisó a Rachel y corrió hacia ella, fui hacia la camioneta subiéndome, encendí el estéreo, miré hacia donde mi mejor amigo estaba con su novia, el frágil cuerpo de Demi estaba en medio de ellos. Arranqué y fui hacia donde estaba Nash, estuve detrás de él, Demi ya no estaba, saludé a Rachel y Nash corrió al copiloto cerrando la puerta fuertemente.
—Cuida a mi hombre —Rachel me sonrió guiñándome un ojo y sonreí.
Mi mirada fue hacia Demi, apreté fuertemente mis manos contra el volante, estaba con el idiota de Thiago y su hermana, la archienemiga de Rachel, algo que tenemos en común, los archienemigos, Rachel trataba de cubrirme pero no se lo permití.
Demi tomó de la chamarra al rubio acercándolo ferozmente hacia sus labios, Nash me giró de golpe hacia él, mis ojos estaban cristalizados, mierda, joder, iba a llorar como un marica, arranqué sin despedirme de Rachel, no Cameron, vamos, no llores.
— ¿Cam?
Ignoré a mi amigo y seguí manejando fuertemente, estúpida Demi, ¡Perra! Aceleré fuertemente cuando nos adentramos a la carretera rebasando los límistes, no Cam, ella no es una perra, ella es la chica más hermosa que hayas conocido, solo que está perdida y tu cooperaste a que se perdiera más.
Comencé a desacelerar por las súplicas de Nash, el cual estaba rígido cerrando los ojos los cuales abrió, me miró con pánico en los ojos, orillé la camioneta, la apagué y bajé de esta sin cerrar la puerta, mi mejor amigo se encontraba a un lado de mí.
—No sucede nada si lloras, te dije que el amor duele.
—Simplemente no sé qué hacer —limpié mis lágrimas de golpe, Nash me miró compresivamente.
—He pasado por rupturas dolorosas, de chicas que realmente quería, ¿Quién estuvo para mí? Soportándome, cuando lloraba como una niñita, tú Cameron, tú siempre estuviste para mí y quiero que sepas que yo aquí estoy, para ti.
Abracé a Nash soltando algunas lágrimas, él me devolvió el abrazo inmediatamente y fue dándome palmadas en la espalda, realmente necesitaba un abrazo, tener el corazón roto se siente, es de las peores mierdas que hay, es como, morir lentamente.
—Creo que lo mejor es dejarla ir —me separé de mi amigo tallando mis ojos.
Él negó. — No, es la peor pendejada que puedes hacer.
—Ella es feliz con Thiago, no puedo hacer nada.
— ¡Ella trata de olvidarte!
—Lo ha hecho.
—Aún tiene ese brillo en los ojos cuando te ve.
—No lo creo.
—Deja de ser tan negativo —regañó.
— ¿Debo golpear al sujeto y amenazarlo que deje a Demi? —pregunté con sarcasmo. — Ya no hay nada que hacer.
— ¡Lo hay! —gritó, sorprendiéndome.
—Na.. —me silenció elevando un dedo.
—No quiero seguir escuchando tu negatividad —tomó aire y comenzó a caminar alrededor de mí. — Vale la pena Cam, vale la pena arriesgarte por ella.
