Déjate llevar

11.Sonrisas

Es viernes, el jueves no pude asistir al instituto porque tenía cita en el médico . Al parecer me ha aumentado la miopía, por no utilizar en mi rutina las lentes, que asco.
Anoche hablé un poco con Esther por videollamada , me dijo que tenía que contarme una cosa súper importante. No le he dado importancia , porque, lo que es súper importante para ella, es una mota de polvo para otros.

Hace 5 minutos mi madre me ha gritado por tercera vez que me levante. No tengo ganas de ir al instituto, soy sincera, es la primera semana del curso y ya tenemos examen de Química.
No es muy difícil ,ya que es un repaso del año pasado, pero aun así, tengo que sacar muy buena nota para poder acceder a medicina.

Termino de cepillarme el pelo y me hago una cola alta de caballo, cuando no tengo ganas de preocuparme por mi pelo siempre me hago eso, es reconfortante saber que está recogido y el viento no impedirá verte peor de lo que ya te ves.

Bajo a desayunar y mi madre está hablando por teléfono, es bastante inusual, ya que por la mañana, ella siempre va con prisas.
Me ve bajar por las escaleras y se despide ágilmente y cuelga.

¿Acaba de decir "adiós cariño"?

Intento eludir a mi mente ya que no es de mi incumbencia. Aunque soy su hija, pero también quiero darle su propia privacidad.

- Hola Sara, te he echo el desayuno- mi boca se abre en una enorme sonrisa y me siento a desayunar.

- Thanks you mummy- cuando nos aburrimos hablamos en inglés . Pero ella se ríe y me dice sutilmente que coma rápido porque , podríamos llegamos tarde.

Subimos al coche y pasamos a recoger a Esther, al ver que ella lleva un outfit divino me observo de arriba a bajo para ver si voy bien.
Nunca me ha importado mucho lo que digan pero siempre me ha gustado verme a mi misma bien.
Esta mañana me he puesto unos joggers negros y un crop top blanco. Voy bien , creo.

Salimos corriendo a la clase, no me permito ir a la taquilla porque tengo un 70% de probabilidades de que me cierren la clase y hagan el examen sin mi.
Y eso, no me lo puedo permitir.

Llegaré a ser médica, lo prometo.

Llego y me encuentro todas las mesas separadas. Me tengo que ir al final para hacer el examen.
Odio ir al final porque todos los que suelen copiarse están ahí, y no me da la gana que los vagos aprueben a mi costa.

Me siento, delante tengo a un chico tatuado y bastante macizo ; me doy la vuelta y me encuentro con alguien que no me esperaba.
Dylan.

¿De todos los sitios que hay , me siento aquí?

Él se percata de mi existencia y me mira. Su mirada es intensa y potente. Cada vez que le veo parece cambiar , cada día esta mas... guapo .
Mi sangre se disipa al mirarle y se convierte en horchata, recordar todo lo que le hizo e intento hacerme me deja exhausta...pero rápidamente recuerdo que dijo ese comentario sobre mi padre y mi sangre vuelve a su ser.

No es su culpa, el seguramente no sabía o no se acordaba de ello. La verdad es que no se por que lo hizo, ¿celos? , no creo. Dylan Smith nunca podría sentir celos de un hombre a no ser que ese hombre esté saliendo con Miss belleza.

Me sonríe y yo me doy cuenta de que ya lo estoy mirando mucho. Me intento dar la vuelta pero siento como raudamente toma mi brazo.
Me giro y veo que me quiere decir algo pero de repente el maestro entra al aula y me tengo que voltear para hacer el examen.

50 min mas tarde...

Acabo de entregar la prueba, me ha salido bastante bien, un par de personas han intentado llamar mi atención para que les chive las preguntas, pero yo he disimulado y pasado de ellos.

Una de las ocasiones ha sido especialmente rara, el guaperas de delante ha llamado mi antención cuando el profesor no estaba mirando.
El se ha volteado a mirarme , e instintivamente he mirado a sus ojos penetrantes y dulces. Él ha intentado decirme algo pero su mirada ha pasado de mi cara a la de Dylan . Su cara ha sido extraña , parecía que Dylan le había dicho algo y se ha dado la vuelta más rápido que Rayo McQueen.

Recojo mis cosas perezosamente, repaso mentalmente si porto todo mi material y me dispongo a salir.
En el pasillo me encuentro a Daniela hablando con Esther.

Me giro a ellas- ¡Hola chicas!- las dos se giran al compás y la cara de Esther se vuelve roja.- Chiqui no te sonrojes por mi- hago como un pija y me tapo la boca con la mano y pestañeo sutilmente.

- Nena, tú siempre te sonrojas por mi- me giro abruptamente y me encuentro con Dylan y Ryan.

Estás enfadada con Dylan, recuérdalo.

Lo miro intentando simular una cara de enojo y me volteo , de manera que quedo mirando a mis amigas nuevamente.

Noto que me toca al brazo alguien con delicadeza y me voltea.
No.
No es Dylan, el no me coge así.

- Sara, Dylan no recordaba lo que pasó cuando hizo esa frase- se refiere a mi padre, le agradezco que no lo haya nombrado porque oír su mención me sienta como un jarro de agua fría.- Perdónalo.

Al decir eso mis ojos se despegan de la mirada de Ryan a Dylan. Me sorprende que el no me esté mirando, el está mirando más abajo...
Está mirando el brazo con el cual Ryan me está sosteniendo.
Noto como los puños de Dylan se ponen blancos de apretarlos tanto. Quito mi brazo del agarro de Ryan y parece relajarse.
Lo miro fijamente y él abre sus palmas, puedo ver como tiene el interior de la mano completamente rojo de haber ejercido presión.

Se que se ha dado cuenta de que lo he echo adrede, no me gusta verle angustiado. Me mira fijamente y sus ojos bajan de mis ojos a mis labios. Instantáneamente los mojo con delicadeza y el me vuelve a mirar a los ojos.

Miro a Ryan- Cuando me lo diga tu hermano , lo creeré-

- Te juro que el piensa eso, Sara.-

- No se jura- ... lo ... hemos ... dicho a la vez. Dylan y yo lo hemos dicho al unísono, al compás, letra por letra.

Me pongo roja por instinto y noto que el me mira. Por primera vez veo que al mirarme , sonríe . No una sonrisa de las suyas de superioridad, ¡no!, una sonrisa cálida que pone a mis hormonas a 150km/h.

Juraría que el está un poco rojo pero serán cosas de miopes... me doy la vuelta para emprender mi camino pero oigo como Dylan dice algo de manera que paro en seco y volteo.

-¿Vendrás? - No entiendo lo que quiere decir y rectifica- ¿ vendrás el sábado a la fiesta?- ahora lo comprendo.

Clavo mis ojos en los suyos y mis labios hacen una diminuta casi imperceptible curva- Seguramente, si-

Me giro velozmente para emprender mi camino y veo con el rabillo del ojo que ha ...
sonreído.