29. Juntando piezas

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Excitada.
Eso es lo que siento nada más llegar a casa de Dylan.

El ambiente diurno hace que la mini fiesta se vuelva muy acogedora y envolvente, la música suena a todo volumen por la entrada por lo que he de suponer que dentro de la casa será más impactante.

Antes de entrar a la casa mi instinto " miedo a que vengan a echar la bronca" aparece y me veo obligada a mirar todas las casas de alrededor y comprobar que los vecinos tienen las persianas bajadas y no hay indicios de que vengan a quejarse.

- Sara, ¿Estás bien?- la voz de mi amiga suena directamente en mi oído.

- Si, vamos dentro mejor- me obligo a levantar la voz para que me oiga y ella asiente entusiasmada.

Nada más entrar a la inmensa casa me doy cuenta de que hay más gente de la que debería, las animadoras están en un pequeño grupo rodeando a un par de jugadores, en el que indudablemente se encuentra Ryan

Miro a Esther para ver si también se ha dado cuenta de ello, mi amiga frunce el ceño pero aparta ligeramente la mirada de esa zona.

- Voy a por un trago- noto como se separa de mi y se dirige hacia la barra improvisada, dejándome sola, otra vez.

Con la huida de Esther me siento muy incómoda en la fiesta, aunque ha pasado tiempo desde que me drogaron, cada vez que salgo tengo los sentidos a mil por hora.

Al segundo de desaparecer mi amiga, un perfume que reconozco muy bien aparece en mi zona y unos labios besan la parte de atrás de mi nuca.
Me doy la vuelta lentamente y contemplo unos bonitos ojos miel en mi campo de visión.

Su sonrisa me despeja la mente y sus ojos hacen que los míos brillen aun con más intensidad.

- Hola nena- mi corazón parece volver a latir y todos mis miedos desvanecen.

Me acerco a Dylan y fundó mis labios contra los suyos, él reacciona colocando ambas manos en mi cintura para profundizar el beso.
La tensión sexual acumulada en la última semana es notoria, mi cuerpo reacciona con un pequeño gemido cuando aprieta mi nalga y me da una una ligera palmadita.

Contra todo mi ser, me despego unos centímetros de él para poder tener una mejor visión de sus marcadas facciones.
Dylan y yo estuvimos discutiendo a modo de broma como los chicos se ven más apuestos, con barba o sin ella, mi respuesta era similar a la de él... con un poquito solo.

- ¿Esto es una fiestecita?- digo sarcásticamente.

- Se nos fue un poco de las manos- dice con una sonrisa ladina. - ¿Cogemos algo de beber?- asiento con una sonrisa y nos dirigimos hacia la barra.

En el corto tramo me doy cuenta de que la gente está muy feliz hasta tal punto que parece absorta de todo y mi cuerpo se tensa al respecto recordando el pasado...
Dylan me tiende la bebida y le miro dubitativa.

- He estado yo mirando como te la echaban- susurra en mi oído.

Bebo un sorbo y levanto la mirada para darle las gracias cuando noto que su cuerpo se tensa y que alguien se aproxima a nosotros desde la distancia.

Más de cerca veo que son Zed y un acompañante, mi sonrisa crece al ver a Zed.

Cuando están justo delante de nosotros me dispongo a abrazar a Zed y oigo como Dylan gruñe ligeramente.

- Hola- le digo a Zed al separarme.

- Hola guapa- dice en modo de respuesta.

Al oír guapa Dylan lo fulmina con la mirada y pasa el brazo alrededor de mi cintura, detesto que sea tan celoso en algunas ocasiones.

Mi mirada se despega de Zed y pasa a su acompañante, provocando que un escalofrío emane de mi cuerpo.
Su presencia me intimida, su voluptuoso cuerpo y su aura parecen sacados de una película de terror.

El chico baja la mirada y sus ojos se clavan como dagas en los míos, su sonrisa es oscura y no me trasmite nada de confianza.

- Hola soy Nick- me tiende la mano para que se la dé.

- Sara- mencionó y me dispongo a darle la mano. Al entrar en contacto su mano con la mía , otro escalofrío emana de mi cuerpo y una sensación extraña se apodera de mi.

Dylan parece darse cuenta y actúa rompiendo el contacto y pegándome un poco más él, la mirada de Dylan echa chispas.

- Largaos ya- dice Dylan en un tono agresivo y muy imperativo.

- Solo veníamos a saludar- dice Zed aunque con una sonrisa que nunca había visto antes en él.

Dylan se separa de mi un poco y da un paso hacia ellos, no sé a qué viene esto y me estoy poniendo nerviosa al ver que aparecen Ryan y un par de chicos más.

- Iros ya, si no queréis que os echemos a patadas- Al oír a Dylan, Nick suelta una carcajada que llama la atención de los presentes.

- Vosotros podéis venir a nuestro territorio pero yo al tuyo no, que bonito- Nick suelta esas palabras como si de una víbora se tratara- He venido a avisaros de que hemos aumentado la plantilla y como volváis a nuestro sitio los que terminareis muy jodidos seréis vosotros-

Con esas palabras Dylan aprieta los dientes, Zed y Nick se van por la puerta escoltados por un par de amigos de Ryan.

Miro a Dylan con confusión, ¿Qué me he perdido?

«Podéis venir a nuestro territorio pero yo no al tuyo»

¿Porqué le molesta tanto su presencia?
¿ Porqué Zed y Nick se llevan tan mal con los amigos de Dylan?

- ¿Que ha pasado?- Le habló a mi novio pero él parece estar en su propio mundo, le agitó el brazo y parece reaccionar.

- No te preocupes, no es nada- me dice y se acerca a mi con intenciones de darme un beso hasta que Ryan jode el momento y carraspea la garganta para hacernos saber que sigue aquí.

Ryan se acerca al oído de Dylan para decirle una cosa, que yo consigo oír- Tio, la gente está un poco mal, voy a ir revisando los vasos - Dylan asiente, Ryan y su otro amigo se van.

- ¿Bailamos? - Me dice Dylan sacándome a la pista improvisada.

No se que responder, mi cabeza parece estar analizando toda la situación una y otra vez para intentar buscar algo que encaje estas piezas y hacer que  tenga sentido todo.

Pero no lo encuentro.

- Nena, no te preocupes por nada- me dice suavemente mientras me sitúo para bailar junto a él.

- Solo es que me ha resultado un poco raro todo- el me mira dubitativo.
¿ me lo contará?

- Confía en mi y ahora déjate llevar- dice y le hice caso por una vez.

Él sabe que volveré a sacar el asunto para que me dé explicaciones, pero ahora me apetece quitarme el peso acumulado de encima y disfrutar de lo que me rodea aún teniendo ciertas dudas sobre que me deparará el futuro.

Las vacaciones solo acaban de empezar...

Déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora