Déjate llevar

20. Solo la quiero a ella

Dylan

Le había hecho daño y saberlo era lo peor...

Le estaba destrozando, cada vez que me alejaba de ella, la rompía y sin darme cuenta, a mi también.

Todo se concentra en un bucle de sensaciones inhóspitas que nunca había sentido y que me aterran conforme pasan los días. Sara es tan perfecta, tan dulce y tan sensual, que su cuerpo sin apenas experiencia me atrae de una forma abismal.

¿Dos semanas?¿Que se me había pasado por la cabeza?

Tenía que ser mía, ahora. Quiero que se deje llevar por mi, pero sé que soy peligroso...
Me confunde día y noche, ella solo me conoce por mis apariencias dentro del instituto, pero a la vez, es como si supiera quien soy en realidad.

Quiero salir de la mierda por ella, pero es difícil una vez que estás dentro.
Es común que los ricos trabajen con drogas, y no, yo no trabajo con ellas, eso queda muy por debajo de mi nivel; yo soy algo más, yo controlo todo mi vecindario.

La gente piensa que eso es fácil... pero un sitio alborotado de mansiones y con decenas de fiestas al mes, no es tan sencillo de controlar.
Sería un estúpido si manipulará la droga, yo tengo dinero de sobra y paso de buscarme líos para que luego el gilipollas de mi padre me tenga que sacar.

Hoy tengo que ir antes de la fiesta, a la casa de mi mejor amigo, Lucas; me ha dicho que hay una banda intentando pasar droga por la zona.

Si la gente me idolatra, no es porque esté buenísimo (aunque también), si no porque voy a boxeo desde los 6 años. El año pasado gané las regionales y este año compito para las competiciones nacionales.

Son las 21:00 y acabo de llegar a casa de Lucas, su casa es una mansión, no tan grande como la mía, pero es enorme.
Le doy al claxon un par de veces para que suba a mi coche, nos dirigimos a un pub que pusieron hace un par de meses. Lucas en el camino me cuenta que son una banda cualquiera, no hay porque tenerles miedo; nosotros les superamos con respecto a las personas.

Entramos dentro y vemos que algo no va del todo bien...la gente está un poco más adormilada que de costumbre.

- Tio, esto va mal - La voz de Lucas se hace presente y noto como unos pequeños gritos provienen de la parte de afuera.

Salimos rápidamente y hay un capullo que intenta violar a una chica, la chica está completamente inconsciente... me recuerda a Sara, se ve a simple vista que es inocente y su vestido le tapa más que los vestidos de fiestas usuales para adolescentes.

El recuerdo de Sara me hace reaccionar, llego tarde a la fiesta, mi rabia aumenta al saber que un idiota podría estar tonteando con mi chica.

- Déjala - Lucas habla primero, el chico se ríe, parece que es de buena familia pero su cara me trasmite repugnancia.

- Vosotros y quien más- de repente el chico deja a la chica tirada en el suelo y con el vestido todavía subido para arriba.

- Has tenido suerte de que solo somos dos- le hablo y el me mira con odio y mi aura se vuelve rabiosa. ¿Quien se cree?
Automáticamente mi puño se dirige a su mandíbula, él reacciona y me lanza otro a mi mejilla.
Lucas se mete por medio y juntos lo dejamos tirado en el suelo, el chico casi ni habla pero no nos podemos quedar sin decirlo...

- ¿Que hacéis en nuestro vecindario vendiendo droga? ¿ Quien dirige la banda?- el sonríe y niega con la cabeza, dando a saber que no nos va a contar nada. Le pegamos una patada en los huevos y se retuerce de dolor. - Te he dicho que, QUIEN ES EL QUE DIRIGE LA  PUTA BANDA- mi temperamento está al borde del colapso y antes de que le propine otra patada el responde.