Déjate llevar

34. Pandora

Se ha ido.
¿Donde está?

- ¿Qué te pasaa ?-Esther me mira como si tuviera monos en la cara, sus palabras de alargan un poco más de lo normal. Madre mía que borracha está.

- ¿Sabes donde está Dylan?- le preguntó y a ella se le ilumina la cara.

- Dijo que se iba al cajero, ¿folla bien?- suelto una carcajada por el cambio repentino de la situación - Ryan follaba como un Adonis.

Yo asiento para contestarle a su pregunta- Mejor que bien- contestó y le giño el ojo.

-Tia, yo antes sospechaba de esos dos, son muy misteriosos- Cuando dice eso me acuerdo del mensaje... de la fiesta de esta noche.
¿ Se habrá ido allí?

- El otro día sin querer leí un mensaje en el que decía que el iba a ir hoy a una fiesta- ella parece pensativa- ¿Crees que ha ido?.

Al formular la pregunta Esther se queda con la mente en blanco y mirando a la nada.

- ¿Me has escuchado? - digo y le paso una mano por enfrente de la cara para ver si reacciona.

- Sinceramente, si- comenta y al decírmelo a la cara me estreso - Ryan siempre me ocultaba cosas, era un hijo de perra.

¿Qué coño le pasan a estos dos?

- Voy a ir allí- ella asintió y se tomó otro chupito - No bebas tanto, luego te llamo.

Tras la ventana todo se ve distinto, como si todo fuese un juego, como si la realidad se escapara de nuestras manos.

Ay no, voy borracha...Menos mal que voy en taxi.

Nacemos solos y morimos solos; ese es mi mantra.
Los padres te ayudan a que te des cuenta de lo que es la vida pero somos nosotros los que decidimos levantarnos, aprender a andar, madurar y creer.
Aunque nos muestren valores uno cambia, cada uno tiene su propia manera de ser... un pensamiento distinto.

¿ Se habrá enfadado conmigo por la Universidad?
Seguramente
¿ Pero él no piensa en que yo sentiré lo mismo?
¿ Qué cuando él salga de fiesta yo no estaré torturándome por saber si está con otra?, ¿ Qué tendré miedo de que nuestra llama se apague?, ¿ Qué comience a mirar a otra chica como me mira a mi?, ¿ Qué no lo necesitaré?, ¿ Qué no sufriré?...

Es injusto que se enfade.

El automóvil estaciona enfrente de la casa de Dylan. Mierda, todo el lugar esta a rebosar de gente y es evidente que se está dando una fiesta aquí.
Bajo del taxi y me dirijo a la puerta principal.
Un terrible olor a porro y a alcohol inunda mis fosas nasales.

Necesito buscar a Dylan y salir de aquí para poder sentirme segura y a salvo, atravieso la puerta y la gente parece estar cien veces peor que Esther, los recuerdos de la fiesta de Dylan vienen a mi cabeza y la sensación de agobio empieza a brotar.

No veo a Dylan por ninguna parte.
Subo a la planta de arriba para ver si se encuentra por allí, pero no hay ni rastro de su presencia , solo hay borrachos por el suelo y gente follando en las habitaciones...
¿ Y si no está aquí?
Necesito aclararme las ideas, necesito irme de este lugar.

Decido salir por la puerta de atrás para poder coger un taxi más cerca de mi casa. En el último escalón oigo una risa, una risa que es muy conocida para mi.
Valientemente me enfrento a mis miedos y me acerco al lugar de donde proviene esa voz que serena todos mis pensamientos.

...
Dylan y otra chica.

Besándose

Le está comiendo la boca.

Me quedo sin saber que hacer, estoy jodidamente bloqueada.
Siento que la gente corre por mi alrededor, mis oídos se en taponan de tanto ruido y jaleo.

Unas manos me atrapan por la espalda, intento liberarme; reaccionó pegándole una patada que me es devuelta con un golpe en las muñecas que me hace suplicar de dolor.

Los ojos que tanto conozco me están observando.

- Dylan.. Dylan...- consigo balbucear.
Salgo de mi ensimismamiento y el recién nombrado me separa del policía propinándole un puñetazo en la mandíbula y otro en el arco de la nariz.

Mientras el policía trata de calmar la hemorragia de la nariz, Dylan toma mi mano y salimos corriendo por la puerta de atrás, escabulléndonos de todo mientras más agentes de la policía comienzan a entrar a la casa por la puerta principal.

Corremos por las calles sin saber a dónde, la mano de Dylan me dirige y mis lágrimas me dificultan la visión.
¿ Qué coño ha pasado?
Mi mente trata de buscar un poco de coherencia a la situación pero no la ahí.

Llegamos a un parque apagado y totalmente solitario a unas cuantas calles, donde los gritos y el escándalo recién montado, ya no se oye.

Intento coger aire y llenar mis pulmones para satisfacer la escasez de oxígeno por correr tanto.
- ¿ Que cojones hacías allí? - me grita Dylan y me estremezco del tono de voz que está usando conmigo.

- La pregunta tendría q ser; ¿ Que hacías tú allí? - alzo la voz tratando de igualarla, pero me es imposible.

- No es de tu puta incumbencia, Sara joder- se pasa la mano por la cara tratando de calmarse y un foco de una luz hacen que sus ojos miel se vean completamente rojos.

- Eso hacías allí no... - digo acercándome más a él, con la ira a flor de piel- drogarte con tus amigos de mierda y follarte a unas cuantas.

Una sonora carcajada sale de mi garganta.

- ¿ Qué mierdas dices?- dice acercándose más a mi.

- ¿ Me vas a negar que te has besado con una chica en el sillón o que te has fumado un canuto? - los recuerdos vienen a mi cabeza y el asco es indescriptible - O mejor aún, te has metido una raya.

- Y tu que coño sabes y que más te da- grita mirándome directamente a los ojos. El dolor que siento ahora mismo es insoportable, todo lo que creía acerca de él... – Me vas a dejar igual, no te importo una mierda nena.

Cuando se acerca a mi le empujo en el pecho para que retroceda pero no hace ningún efecto en él – Eres un maldito gilipollas.

Cuando Dylan va a contestar unos pasos se acercan a nosotros.

Nick aparece en el umbral y el aura de la zona se vuelve helada.
Un escalofrío me recorre la piel .

- Dylan , Dylan...- dice Nick acercándose más a él- Esperó que haya quedado claro que no nos vais a echar tan fácil, esto tan solo ha sido un aviso para vosotros.

¿ Un aviso ?
¿ Que está pasando?
¿ Porqué la voz me es tan familiar?