12.Sábado y alcohol

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Agujetas, eso es lo que se siente cuando te pasas toda la tarde del viernes con Esther en el gimnasio.
¿Nadie podría haberme dicho que se sufría tanto?

Hago un sobre esfuerzo intentando levantarme de la cama, me amarro a las sábanas como si mi vida dependiera de ello y me pongo en pie. Bajo con un dolor monstruoso en los hombros a la cocina y me hago un buen vaso de leche con cereales.

Después de tomarme todo mi desayuno me pongo un rato a hacer zapping y a estar con mi móvil.
Contemplo como me llega una notificación y no le doy importancia, pero me vuelve a llegar una tras otra.
Cojo el móvil ferozmente y veo que Esther me está llamando.

Le atiendo la llamada- Dime Esther - ella parece algo nerviosa.

-Tia, ¿que te vas a poner para esta noche?- ¿esta noche?, mi silencio pone más alterada aún a Esther.- ¡Para la fiesta de Ryan! .

Ahora mi cabeza hace clik, le comenté a mi madre antes de ayer que me iba a quedar a casa de Esther a dormir el sábado de la noche. No le dije que iba a ir a una fiesta porque sabía que no me iba a dejar.

- Aaah, pues un vestido negro ajustado y unos tacones. ¿Y tu? - No la veo pero sé que está saltando de alegría.

- Un vestido ajustado con un súper escote y tacones- mi amiga puede presumir de tetas a diferencia que yo no es que tenga muchas.

- Vas a arrasar hermana- ella me dice que yo también- oye , ¿a que hora quedamos?-

- Ven a mi casa a las 9 y nos lleva mi madre en coche- suena genial el plan, en verdad tengo ganas.

Me despido de mi amiga y me subo a mi cuarto, me dejo preparada la ropa que voy a llevar en un macuto y todo lo que voy a necesitar.
No me puedo ir vestida a casa de Esther así, las fiestas de pijama no suelen necesitar tacones ni maquillaje.

El tiempo se pasa rápido y ya es hora de salir a casa de Esther. Me despido de mi madre y ella me lleva en coche a casa de mi amiga.
Pienso que mi madre tiene una obsesión compulsiva conmigo, me controla muchísimo.

Bajo del coche de mi madre, entro a la casa de Esther .
Mi amiga me recibe entusiasmada y entramos corriendo a su cuarto. Nos ponemos la ropa y nos maquillamos.
Esther lleva puesto una sombra que va a juego con su vestido y cuando le da luz sus ojos resplandecen.
Yo me he decidido poner un degradado de de colores rosa nude en el ojo, también me he puesto highlighter y un pintalabios rosa.

Salimos a las 9:30 en el coche de Esther y llegamos a nuestro ansiado destino.
Bajamos del coche y nada más entrar a la casa me llega una olor que reconozco , porros.

En cuarto de la ESO, frecuentaba ir al parque a fumar. No me juzguen, pero en esa etapa de mi vida necesitaba salir de mi zona de confort.
Con la muerte de mi padre lo pasamos muy mal, mi madre se dedicó a rezar y yo a ir sin que se enterase de botellón.

Con el tiempo me di cuenta de que no estaba bien, de que esa persona que aparentaba no era yo. Decidí centrar me en mis estudios y leer.

Cuando entramos Esther me lleva a la barra, nos pedimos dos margaritas y salimos al porche.
Busco con la mirada a Dylan, y mi corazón se fragmenta.

No está solo.
Encima de él hay una rubia con minifalda. Al mirarla a ella y mirarme a mi, me degrado a un más.

-Oye Sara, vamos con ellos- veo como señala a alguien. Mis ojos enfocan y veo que Ryan está saludando, no está solo, está con todo el equipo de football. Nos dirigimos y mis ojos se abren al ver que Zed esta ahí.
No me acordaba de que Zed jugaba en el equipo

Déjate llevarWhere stories live. Discover now