Capítulo 9

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—¡Taaaaan sola!

—Basta Ginny.

—Sola y abandonada.

—Para.

—¡Como un trapo viejo!

—Eres tan dramática ¡Ayyy!— Me sobe el brazo casi al instante de sentir ese leve pellizco de parte de una "indignada pelirroja"

—¡Lo digo en serio Granger! Me has dejado totalmente sola desde que empezaste a verte con el hurón botador.

—Sí solo han Sido cuatro días.

—Y no te veré en vacaciones, para colmo también prefieres pasar ese tiempo con él.— Se recostó en la cama melodramáticamente.

—No es seguro, ya hablamos de esto, todavía no le he dicho nada, tal vez diga que no.

—Sí claro.

—¿Qué?— La ví rodar los ojos escéptica.

—Por favor Hermione, desde que lo besaste, tú le dices rana y el brinca.— Por momentos así detesto contarle las cosas a la menor del clan Weasley.

—Estas exagerando.

—¡Puedes preguntarle a Colin! Él opina lo mismo.

—Eso es porque tú y Colin son igual de exagerados.

—Entonces pregúntale a Theo.

—No lo haré, no necesito hacerlo, ya sé que me va a contestar.

—No puedo creer que seas su novia.

—No soy su novia.— Cuando giré a verla ella ya se encontraba rodando los ojos y lanzandome una de sus habituales miradas incrédulas.

—Se besan y se citan todos los días, a demás son parejas destinadas, tú puedes decir que no lo son, pero puedes apostar tu culo a que no falta mucho.

La observé tan incrédula como ella lo había hecho, algunas veces no podía comprender ni un poco su manera de pensar, la verdad era que Ginny veía todo tan fácil con respecto a mí y a Draco, pero no es así, las personas no se caen enamoradas solo con un beso.

—Iré con Draco unas cuantas horas antes de empezar a empacar.

—No puedo creer que mañana nos vayamos, hoy somos dos estudiantes de quinto y sexto, el próximo año seremos dos estudiantes de sexto y séptimo.— La pelirroja acostada en la cama sonrió melancólicamente, si bien teníamos un año más juntas, entendía que se acercaba el tiempo en el que no nos veríamos por todo un año.

—Será un gran año.— Le sonreí, intentando mantenerla calmada. Ella sonrió ante mis palabras y me miró un poco más alegre.

—Puedes apostar tu culo a que lo será.

[...]

—Hey.— Llegó agitado, parecía que había tenido que correr para llegar, aunque su olor indiscutiblemente seguía siendo embriagador.

—Hola, ¿Te sientes bien?

—Sí, solo... —Apoyo ambas manos en la gran roca y comenzó a subir su cuerpo a esta.— Necesito recostarme un momento.— Se dejó caer boca abajo mientras recobraba el aliento.

—¿Corriste hasta acá?

—Sí, el equipo quiso hacer una especie de fiesta de despedida, no debía demorar tanto, de hecho aún sigue, se las ingeniaron para conseguir Whisky de fuego y la fiesta no parecía acabar, después de cinco tragos me las ingenie yo mismo para salir de ahí sin que me ingresaran otro trago por la garganta.— Hablaba entre jadeos, no fue hasta ese momento en el que me di cuenta que de su boca salía un leve olor a alcohol. Reprimi las ganas de regañarlo por haber participado en un claro desacato a la autoridad, el ya estaba lo suficiente afectado, además, había corrido hasta acá para llegar "puntual" a nuestra pequeña reunión cuando bien se había podido quedar disfrutando con sus demás amigos serpientes. Acaricié su cabello para intentar relajarlo, pero solo logré que se tensara, su cabello era tan suave como me había imaginado, a diferencia del mío, pude enterrar mis dedos en el suyo y continuar con el movimiento sin que estos se enredaran. Poco a poco comenzó a relajarse, y, como si de un gatito se tratara, comenzó a acercar su cabeza a mi regazo tallandose cariñosamente contra mi en el acto.

Tú eres mi destinadaWhere stories live. Discover now