Capítulo 22

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Un grito ensordecedor se escuchó lejano a dónde al menos mi mente e encontraba, sentí como mi mejilla se entumecia y mi cuerpo se golpeaba contra el suelo, me había caído de mi cama.

De repente unas fuertes manos me tomaron del cuello de mi camisa y me levantaron abruptamente.

—¡Harry para!

Otro ardor en la mejilla y de nuevo me encontraba en el suelo, a penas tuve tiempo para desperezarme cuando una fuerte patada me daba en el estómago dejándome sin aire y retorciendome del dolor.

—¡Harry!— Conocía la voz de la pelirroja perfectamente, levanté la mirada y vi como intentaba parar al Alfa con su cuerpo pero este la apartó en un santiamén.

—¡Apártate Ginny, ahora sí le arranco la cabeza!— El aroma a furia pura inundó la habitación, todo a mi alrededor me daba vueltas, ¿Dónde estaba?

Oía como ellos seguían discutiendo mientras intentaba levantarme tomando uno de los postes de la cama de madera, estaba en la habitación de Hermione. De pronto sentí su intranquilidad y la busqué con la mirada encontrandola corriendo hacía mi asustada.

La recibí con los brazos abiertos.

—¡Por Merlín Draco! ¿Estás bien?— Su cara era la preocupación encarnada, parecía estar a punto de ponerse a llorar así que la abracé más fuerte ignorando el dolor en mi estómago, poco a poco desprendí mi aroma sobre ella para tranquilizarla y dió frutos al instante pues sentía como se iba relajando entre mis brazos.

—¡Tienes que controlarte maldita sea!

Pero la calma no duró mucho, Hermione se estaba poniendo tensa y sin importar cuántas hormonas le brindara ella no cedía.

—¡Dije que te quites Ginevra!

—¡YA FUE SUFICIENTE!— En un rápido movimiento Hermione ya se había soltado de mi abrazo y se había colocado justo frente a Harry, pareciendo un gato listo para atacar a su presa.— ¡No me importa lo que sea que vayas a decir Harry Potter así que guarda silencio y escúchame!—Agregó cuando el azabache abrió la boca en señal de querer hablar. Incluso Ginny se había callado al instante y se había escabullido hasta mi buscando refugio de mi muy furiosa Omega, pero yo también tenía algo de miedo de ella.— Él imbécil al que acabas de golpear es mi destinado.

—¡Oye!— La castaña giró su cabeza tan rápido que pensé que se iba a quebrar y me miró tan enojada que me callé al instante y busque refugio tras la pelirroja como ella había hecho segundos atrás.

—Lo sé pero-

—¡Creí haberte dicho que guardaras silencio!— Potter bajó la morado avergonzado y la Omega siguió.— Él IMBÉCIL al que haz golpeado es mi Alfa destinado.— Repitió remarcando fuertemente el insulto y girando a mirarme de manera fugaz.— Así que siento una rara angustia y dolor cada vez lo siento sufrir, ¿Entiendes lo que te digo?

Harry Potter asintió temeroso antes la pequeña Omega.

—Bien, entonces, la próxima vez que decidas darle una tunda, piensa que nos guste o no, yo lo voy a sentir de una manera un tanto diferente, pero sentiré un tipo de dolor.— Tomó su mano con fuerza dejándome un tanto desubicado debido al olor a furia que desprendia.— ¿Quieres que yo sienta dolor Harry?

—¿Qué están haciendo?— Le susurré a la pelirroja que aún estaba atrás mío.

—Un concurso de miradas, de un tiempo para acá así deciden las cosas, normalmente es cuando Hermione no quiere comer o cuando... — Su silencio hizo que un escalofrío recorriera mi espalda.

—Cuando, ¿Qué?

—Cuando intenta irse.

—¿Irse? ¿De qué estás hablando?

Tú eres mi destinadaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin