Cuando ví a a San Potter llegar con lunática prenzada del brazo no tuve otra sensación más que la de un aviso de tragedia en camino. Incluso desde que Hermione me pidió traer a mi amigo como carnada sentí que este día no sería mi favorito.
-Bien, déjame ver si estoy entendiendo.- Le repetí, aún sin estar convencido del todo.
-¿Qué es lo que no entiendes?- Suspiró molesta.- Es la quinta vez que te lo explico Draco.
-Estaba muy ocupado pensando en cómo vas a ofrecer a mi amigo de carnada, disculpa.- Rodó los ojos intentando no sonreír, pero por sus gestos sabía que le había hecho gracia mi comentario.
-Sera como tener una cita triple Draco, será divertido.
-Difiero.
-Pues no me importa, ahora sal a platicar con Harry mientras yo espero a Ginny, ¿De acuerdo?
-¿Es raro si te digo que me excita verte tan mandona?
-¡Fuera!- Me empujó hacia la sala mientras de ponía colorada.
-¡No prometo ser amable!- Le grité entrando a la sala.
-¡No, tú pretendes dormir en el sofá!-Auch.
-¿Desde cuándo parecen una pareja casada?- Potter estaba sentado en un sillón de la sala viendo el aparato muggle que es como el cine pero en pequeño.
-No lo sé, llegué aquí un día y con el pasar de la semana ya sucedía.
-Bien, solo quiero aclarar que Hermione me prometió ser el padrino de su hijo.
-¿Y mi opinión cuenta?
-¿Tú tendrás al bebé?
-No.
-Supongo que no.
-¿Qué tanto ves?- Pregunté acercándome al sofá, pues en toda la conversación el no había despegado la vista de la pantalla.
-Un partido de soccer.
-¿Soccer?
-Es un deporte muggle muy conocido, realmente nunca lo he jugado pero ellos no pueden jugar al quidditch así que es lo que hay.
-Se ve fácil.
-También volar en escoba y tú dirás.
-¿Puedo sentarme a ver?- No fue hasta ese momento en que el azabache despegó la vista de la pantalla.-¿Dije algo malo?
-¿Quieres ver conmigo un deporte muggle?
-Intento cambiar Potter, agradecería que no fueras una piedra en mi camino al mejor Draco.
-¿Mejor Draco?
-Así llame al plan.
-¿Y porque quieres un mejor Draco?- Se acomodó de tal forma que estuviéramos de frente.
-No lo sé, supongo que es el Draco que Hermione necesita a su lado.
Y nada. Un silencio rotundo inundó la sala, no había nada más que el sonido de el partido muggle sonando en bajito mientras un atónito Potter boqueaba sin saber que decir.
-Okay, déjame ver si estoy entendiendo.- Se llevó las mano a la cabeza para rascarse y alborotarse el cabello para después seguir hablando con sus movimientos raros de manos.- Llevas ¿Cuánto, una semana aquí? ¿Y ya te enamoraste de Hermione?
-¿Qué? ¡No! Es una locura enamorarse en poco más de una semana.
-¿Se acostaron? ¿Ya la marcaste?- Desvíe la mirada molesto haciendo que Potter riera.- ¡Ni si quiera la has marcado! ¡Merlín, el gran Draco Malfoy, icono sexual de Hogwarts no ha marcado a su destinada!
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Tú eres mi destinada
FanfictionHermione Granger, una hija de muggles, Omega para variar, irremediablemente terca y aficionada por la lectura. Draco Malfoy, sangre pura y un Alfa de lo más engreído. Se han odiado por años, insultado en cada ocasión que se les presentara, declarado...