Día 23: "Almohadas y cobijas"

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Si Plagg pudiese salir de su escondite en ese momento, seguramente no dejaría de burlarse de él durante un gran periodo de tiempo.

De hecho, estaba seguro que el pequeño Kwami estaba esperando a que fuese de noche para poder soltarse a reír a carcajadas por su ahora apariencia, esta proporcionada por sus tres pequeños hijos que insistían en que para ser el héroe de la historia, debía lucir como uno, decidiendo que el papel que más le quedaba era el del legendario Chat Noir.

Aquello ultimo le hizo sentir bastante orgullo, pues que sus hijos sintieran admiración hacia su versión heroica era algo que nunca podría describir al cien por ciento, pues era realmente una sensación increíble.

Quizás ese ego y orgullo lo nublo hasta un punto donde con papel, pintura y algo de cinta adhesiva, los tres pequeños habían logrado elaborar lo que era ahora su disfraz de Chat Noir.

Unas curiosas orejas de gato, un antifaz que cubría la mitad de su rostro, algo parecido a un cascabel (que en realidad era una bola de papel pintada de dorado) y, tomando una chaqueta de cuero de su armario con un par de cinturones para formar su cola, habían logrado el look perfecto para él.

― Creo que papá se parece mucho al verdadero Chat Noir ― hablo su pequeña Emma, con expresión pensativa en su rostro.

Los tres ya tenían uso de razón, seís años para ser exactos, y Adrien sabía que eran niños realmente listos; razón por la cual aquel pensamiento lo perturbo un poco.

No le gustaba guardar aquel secreto a sus hijos, pero era algo necesario. Los niños en ocasiones podían ser demasiado sinceros y no deseaba que por algun desliz, la vida de ellos corriera peligro, más con el nuevo tipo de amenazas con las que comenzaban a lidiar.

Nah, Chat Noir es demasiado cool y temerario, papá mando a construir un cuarto de pánico entonces dudo que llegue a ser como él ― refuto Hugo con los brazos cruzados, dejando caer las almohadas que llevaba cargando consigo.

― Supongo que gracias ― se limitó a decir el mayor, sintiendo como su propio ego como Adrien era herido, cuando ese cuarto lo habia construido en específico para salvaguardar a los trillizos cuando tanto él como Marinette entraran en acción y las cosas se pusieran complicadas.

― ¡Bien! Son todas las cobijas que encontré en el armario ― la voz llena de energía de Louis llegó hasta sus oídos, dejando caer lo que llevaba en brazos ― Ahora sí podemos armar el fuerte ― añadió entusiasmado.

Pudo observar a Hugo dar pequeños saltos de alegría, comentándoles que eso se los dejaría a ellos debido a su experiencia en minecraft, añadiendo que él se encargaría de otra tarea importante para el juego de esa tarde.

Adrien sabía lo mucho que esas tardes le hacían ilusión a los pequeños trillizos, pues a pesar de que tanto él como Marinette sabían manejar los tiempos de sus trabajos y que los pequeños no pasaban tiempo solos debido a sus abuelos (donde parecía existir una rivalidad entre Tom y Gabriel respecto a quien querían más los pequeños), el tiempo para jugar como ellos deseaban era realmente escaso pues también debían cumplir con sus deberes de héroes, pues las cosas realmente parecían no mejorar.

Cuando menos lo esperó, se encontró atado dentro de una fortaleza de almohadas que habían construido Emma y Louis, usando como soporte uno de los sofás de la sala de estar. Él se encontraba enredado entre las cobijas, acatando las órdenes de sus hijos y riendo ante lo mandones que podían llegar a ser.

Le sorprendió cuando fuera de aquella pequeña fortaleza hubo silencio, algo no particular de sus hijos, y en un intento de sacar la cabeza y descubrir lo que aquel trio tramaba, recibió un pequeño golpe en su frente por parte de Emma, quien ahora portaba un curioso antifaz que le recordaba al que su Ladybug usaba.

Mucho marichat en mayo [Miraculous Ladybug][Drabbles/Oneshots]Where stories live. Discover now