Día 24: "Siesta en el regazo"

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Algo que se había vuelto bastante común entre ellos después de experimentar tantas cosas juntas era el escapar en ciertas ocasiones, en su mayoría durante las noches y que él la guiara por las alturas de la ciudad, aferrándose a su pequeño cuerpo para no dejarla caer pues a pesar de todo, temía que se hiciera daño, aunque era bien sabido que aquello era imposible; Marinette era una persona realmente fuerte, más de lo que él había podido percatarse en el pasado.

Eran consientes de que en realidad se conocían relativamente poco; adorando una faceta del otro que solo era la mitad de todo lo que ellos conformaban, y a pesar de la sorpresa inicial, el deseo de ambos de conocer aquella otra mitad de la cual no sabían mucho era más grande que cualquier objeción que ambos pudieron decir en su momento.

Si querían que sus sentimientos fuesen alcanzados, debían hacerlo.

Marinette debería abrirse a conocer aquella faceta, la que se mostraba cuando Chat Noir estaba a su lado, mientras que él debía conocer todo lo que desconocía de ella.

En forma sencilla, ambos debían aprender a ver a través de aquellos pequeños defectos que los hacían humanos, apreciarlos e incluso reflejarse en ellos, no sólo en las grandes hazañas que los habían deslumbrado.

Marinette tanteo sus pasos en una de las vigas de la torre Eiffel, observando hacia abajo sin poder evitar sentir algo de vértigo. Era realmente diferente encontrarse en aquel lugar al cual ningún turista podía acceder siendo simplemente ella sin algún tipo de magia de por medio.

Pero al sentir la mano de Chat Noir sobre su cintura, asegurándose de que no se alejara de su lado, no hubo cabida en su pecho para sentir temor; se sentía segura a su lado, siempre lo habia hecho.

Bueno, quizás cuando no usaba aquella máscara negra se sentía algo cohibida, pero ese no era el asunto.

Llevó uno de sus manos hasta sus ojos, tallándolo con vehemencia al sentir de pronto el cansancio golpear todo su cuerpo, maldiciendo por lo bajo.

Realmente estaba disfrutando de ese momento a pesar de que se encontraran en silencio, pero parecía que su cuerpo comenzaba a exigirle algo de descanso después de tanto ajetreo con los últimos proyectos escolares y los propios.

— Algo me dice que has dejado la tarea de la señorita Bustier para los últimos días — comentó con un tono sarcástico, recibiendo de forma inmediata un suspiro por parte de ella.

— Habia tenido algunas ideas en mi cabeza que tenía que poner en marcha antes de continuar con la tarea — respondió, intentando restarle importancia al asunto, llevando su mirada hacia la ciudad.

Esta se encontraba completamente iluminada, cosa que le hacía pensar que París raramente dormía.

Igual que ella en esos últimos días, si era totalmente sincera.

— Deberías ordenar tus prioridades, princesa — ante aquellas palabras, la mano de él que se encontraba tomándola por la cintura comenzó a recorrer su espalda hasta llegar a su hombro, donde esta se deslizó con delicadeza por su brazo hasta ser capaz de entrelazar la mano de ella con la suya.

Ante aquel gesto tan delicado, Marinette no pudo evitar sonreír, observando las mejillas sonrojadas que apenas eran visibles por parte de Chat Noir.

Quizás si alguien escuchara lo que ambos hacían para conocerse, soltaría sin reparo que no tenía ningún sentido lo que hacían. Pero para ellos sí que lo hacía, pues poco a poco ella podía ver más en Chat Noir rastros de aquel que se habia ganado su corazón en un día de lluvia, mientras que él podía ver en Marinette todo lo que era la chica que le habia robado el aliento con su valía.

Mucho marichat en mayo [Miraculous Ladybug][Drabbles/Oneshots]Onde histórias criam vida. Descubra agora