Mucho marichat en mayo [Miraculous Ladybug][Drabbles/Oneshots]

Día 28: "Secretos"

― ¿Regalos? ― se preguntó a si mismo observando dentro de aquel gran baúl, observando atentamente cada empaque cuidadosamente envuelto con papeles de colores adornados con pequeños moños.

Todo lo que se encontraba en el baúl eran cajas de regalo perfectamente acomodadas, razón por la cual muchas dudas le hicieron presentarse en su mente.

¿Por qué Marinette tenía tantos regalos ahí dentro? ¿Acaso planeaba darlos a todo el grupo o algo por el estilo y por esa razón cuidaba de forma muy recelosa aquel baúl?

Se había quedado solo unos instantes en la habitación de Marinette mientras ella bajaba por unos bocadillos para ambos antes de comenzar a jugar Mecha Strike como venían haciendo de forma regular desde hacía un tiempo, y él al encontrarse en el lugar sintió realmente curiosidad por la habitación.

De forma específica, refiriéndose a ese baúl. Pues Marinette siempre cuidaba que no se acercara nadie más de la cuenta, eso lo habia experimentado tanto siendo Chat Noir como Adrien cuando visitaba la habitación de ella en compañía de Nino y Alya.

Y no, si bien era alguien curioso, él no se había atrevido a abrirlo por su cuenta. Si no que su llegada repentina a esa hora del día fue la clave de todo aquello, pues Marinette parecía estar arreglando el interior del baúl antes de bajar a la cocina, dejándolo abierto debido a un momento de distracción suya.

O quizás confiaba en que no sería demasiado curioso para fisgonear.

Antes de que pudiese inclinarse y tomar uno de los regalos, la tapa del baúl se cerró de repente logrando que diera un salto debido a la impresión, encontrándose ahora a una Marinette realmente molesta, sentada sobre el contenedor mientras llevaba en sus manos una bandeja con una gran variedad de galletas.

― ¡Te juro que no vi nada de lo que tienen dentro los regalos! ― intentó defenderse ante la mirada seria de la chica, pero se cohibió levemente al escucharla resoplar.

― En estos momentos estoy segura de que el famoso refrán que dice "la curiosidad mato al gato" es más que verdad ― atinó a decir, dejando la bandeja a un costado de ella para después cruzarse de hombros.

― Eh ¿Pero la satisfacción lo trajo de vuelta? ― respondió dudoso mientras se encogía de hombros ― Vamos, no veo esto como un gran problema, no es como si fuera sobre una misión ultra secreta que tenga que ver con regalos ¡No vi el interior de uno solo!

Ante las palabras del héroe Marinette no pudo evitar ruborizarse, pues realmente sí se trataba de un secreto, uno del cual incluso Alya no tenía idea.

― Todos tenemos nuestros secretos, y yo tengo más que uno ― contestó algo atrevida, desafiándolo con la mirada.

Pues estaba levemente molesta que se hubiera tomado el atrevimiento de husmear en sus cosas, pero aun así le tenía la suficiente confianza para dejarlo pasar.

Después de todo, no existía persona en el mundo en el que confiara más.

Claro, podía confiarle muchos de sus secretos a excepción su identidad de heroína y quizás lo de los regalos del baúl.

Aunque si era sincera, este último tenía menos importancia que la carga de ser una heroína y que debían mantener sus identidades en secreto.

― Miauch, la princesa tiene sus secretos ― comentó con una sonrisa ladina, atreviéndose a tomar una de las galletas de la bandeja sintiéndose ya más confiado al ver que en realidad Marinette no estaba enfadada con él, o al menos no de forma colosal como para correrlo de su habitación o rehusarse a hablarle ― También tengo secretos. ¿Qué te parece si te cuento uno mío a cambio de lo que descubrí hoy? Quizás eso te haga sentir piedad de mí y me cuentes más de secreto que tienes oculto ahí.