ғᴀʀᴍ ʙᴏʏ || ᴋ.ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ || 『ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ』

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"¡Olvidé mi cámara!" Gritó Taeyeon desde afuera.

Nos dimos la vuelta para verla entrar por la puerta principal e ir corriendo a la habitación, sin siquiera darnos tiempo para quitarse los zapatos. Ella suspiró con alivio cuando salió agarrando su preciosa cámara contra su pecho. No pudimos evitar reírnos ante la expresión de su cara, como si acabara de lidiar con una situación de vida o muerte.

"¡Que te diviertas!"

"¡Igualmente!" le gritó a Taehyung mientras corría hacia la puerta.

Jimin llevaba a Taeyeon al concierto de BTS por el día y los otros aldeanos habían salido en su propia expedición. Eso nos dejó a mí ya los tres chicos.

"¿Que vamos a hacer hoy?".

Taehyung se inclinó sobre mi cuerpo y metió su mano dentro de la enorme bolsa de patatas fritas junto a mí, mientras seguía mirando el dibujo animado en la televisión.

"Voy a arreglarme el cabello y ustedes también, también les conseguiremos algo de ropa nueva".

Él frunció las cejas y puso mala cara, mostrando su decepción ante mi agenda. Miré hacia atrás, levantando mi frente, como si lo estuviera desafiando.

"Pero eso no es divertido-"

"¿Has tenido la increíble experiencia de darte un capricho y de ir de compras?" Yo desafié.

Me parpadeó antes de sacudir lentamente la cabeza. Negué con la cabeza con lástima y diversión. Él siempre se burlaba de mi falta de experiencia y ahora era mi turno de hacer lo mismo.

"Bueno, no lo sabrás hasta que lo intentes. Y, además, recuerda que cuando regresaste al restaurante de la abuela Eunju, hicimos un trato para que si me enseñas a cultivar, te enseñaré la moda".

Levantó la vista hacia el techo, probablemente tratando de pensar en el día. Luego sus ojos se abrieron lentamente y dejó escapar un grito ahogado, demostrando que había recordado.

Después de verlo dejar escapar un suspiro y desviar sus ojos hacia la TV, supe que había ganado. Dejo escapar una risita antes de quitarle la atención a Pororo de los dos niños más pequeños para decirles que se preparen.

Media hora después, todos estábamos cambiados y listos para partir. Hoy solo estaba usando mi máscara como disfraz. No estaba preparada para hacer que alguien sospechara de mí en la peluquería al quitarme la peluca de repente.

Tomamos la ruta habitual, que caminaba cuesta abajo para llegar a la calle principal. No podía ir al salón al que solía ir, así que tuvimos que encontrar uno nuevo.

Tomé la iniciativa con los tres muchachos siguiéndolos de cerca. Examiné los escaparates de los peluqueros para ver sus precios, así como para echar un vistazo a las tiendas para ver lo ocupado que estaba. Este proceso fue más fácil decirlo que hacerlo.

Llegó al punto en que los chicos comenzaron a quejarse de que tenían hambre. Por lo tanto, entramos en una tienda de conveniencia para comprar algunas bebidas y bocadillos. Afortunadamente, los silenció durante el resto de la búsqueda para encontrar un peluquero. El poder de la comida era algo que nunca entendería para ser honesto.

Finalmente, y con eso me refiero a media hora después de buscar, finalmente encontré un salón decente. Los precios eran normales y no estaba muy ocupado por dentro.

Empujé suavemente la puerta para abrirla, haciendo que el timbre de arriba tintinee. En silencio, todos nos arrastramos, curiosamente mirando alrededor del lugar. Una mujer estaba comiendo ramen detrás del escritorio. Todo lo que pude ver fue su cabello de algodón rosa que me recordó a la seda de caramelo. Al oír nuestra llegada, nos miró y rápidamente se levantó de su asiento. Se dirigió alrededor de la mesa hacia nosotros. Parecía joven, tal vez incluso de la misma edad que yo y Taehyung. Nos inclinamos el uno al otro y ella nos recibió agradablemente.