ғᴀʀᴍ ʙᴏʏ || ᴋ.ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ || 『ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ』

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Me lancé y me giré sobre la cama, tratando de encontrar una posición cómoda. Había estado acostado durante casi una hora y todavía no podía dormir. No estaba segura de si era debido a los ronquidos de Taeyeon como un león peleando con un oso pardo o simplemente porque no estaba lo suficientemente cansada.

Abrí los ojos y fui saludada por la oscuridad de la habitación con solo poder distinguir la tenue luz de la calle a través de las cortinas. Busqué a ciegas mi teléfono en la mesita de noche, logrando derribar algunos artículos pequeños durante el proceso.

Me quedé inmóvil ante el repentino movimiento de la cama por Taeyeon que estaba acostada a mi lado. Se había girado en mi dirección y ahora podía escuchar claramente sus ronquidos muy audibles con demasiada claridad. Ella tiró su pierna y se envolvió alrededor de mi cuerpo.

Dejé escapar un suspiro cuando finalmente encontré mi teléfono. Presioné la pantalla de inicio para mirar la hora. Era casi medianoche solamente. Gruñí, molesto por lo lenta que iba la noche. Pensé que ya era al día siguiente.

Después de acostarme allí, contemplando en la oscuridad con Taeyeon roncando justo en mi oído, finalmente tomé una decisión. Muy lentamente, quité su pierna para desenredarme de su abrazo. Tiré mis piernas alrededor de la cama y dejé que tocara el suelo de madera.

Noté un espacio vacío donde Taehyung estaba acostado antes. Me arrastré hacia la silla en la esquina, donde me arrojaron la chaqueta. Lo llevé conmigo y salí de la habitación. Caminé de puntillas por el pasillo y casi chocé con las cabezas de alguien al entrar en la sala frontal abierta.

"¿A dónde vas?".

"Solo para tomar un poco de aire fresco", le respondí a Taehyung, que estaba sosteniendo un vaso de agua.

"Espérame", dijo, "Voy contigo".

Bebió rápidamente el agua antes de girarse hacia la cocina, donde puso el vaso en el fregadero. Me dejé caer en el sofá mientras esperaba que saliera.

Pocos minutos después ambos estábamos caminando por la calle vacía. Solo unas pocas farolas de muchas trabajaban para guiarnos a través de la noche.

Esta vez, habíamos tomado una ruta diferente para ver dónde terminaríamos. Nos encontramos caminando en un parque; Caminamos por el largo camino por el río.

La luna se reflejó en el río haciéndola brillar. Desde lejos era agradable, pero si vieras el río de cerca, podrías ver la basura que se acumula a los lados.

"Mirar este río me hace perder el campo", dije, frunciendo el ceño ante las muchas bolsas de plástico y latas vacías que flotaban en el agua.

"De hecho, estoy disfrutando de mi tiempo aquí. Encuentro que las multitudes y la vida en la ciudad son un poco abrumadoras, pero siempre hay algo diferente a lo que ocurre en casa".

Asentí con la cabeza, de acuerdo con él. Caminamos por el mismo camino que el río, hablando de la vida de la ciudad en comparación con el campo. Había algunas parejas caminando de la mano, borrachos tropezando y personas sospechosas actuando como si estuvieran tramando algo. Caras que probablemente no volveríamos a ver y eso era algo que era exclusivo de la vida en la ciudad.

"Cada vez que venía a Seúl con mi padre, él siempre me llevaba a algún lugar nuevo. Un día íbamos al zoológico y al siguiente estábamos en un parque de diversiones. Quería que disfrutáramos cada segundo que teníamos en el ciudad."

Tenía una pequeña sonrisa, mientras miraba a lo lejos, probablemente recordando sus recuerdos. Cualquiera podría decir cuánto amaba a su padre por la forma en que hablaba de él.