𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤𝐬 𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐬𝐮𝐧𝐬𝐡𝐢𝐧𝐞 • 𝐥𝐢𝐩𝐬𝐨𝐮𝐥 | 𝐲𝐞𝐨𝐫𝐫𝐲

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5.- coffee

Los sábados como solía ser habitual, Yerim no asistía al jardín para estar toda la tarde con su madre, pues la mayor no trabajaba los fines de semana a menos que fuera algo de máxima urgencia; sin embargo, aquel sábado se lo dedicaría por completo a su pequeño rayo de sol, desde que la menor había comenzado el jardín que casi no podía pasar tiempo suficiente con ella como hacían antes.

- ¡Mami! ¡Mami! Despierta ya no duermas, el cielo esta despierto y yo también; así que, tenemos que jugar! — Expresó Yerim citando una de sus películas disney favoritas, lo cual ocasionó que la rubia soltara una risa al ver a su pequeño rayito de sol sentada sobre ella.

>> ¡Vamos! ¡Vamos!

- Bebé. Primero tienes que cambiarte, recuerda que hoy vamos a estar todo el día juntas —. Expresó Jinsoul cargando a su pequeño rayo de sol entre sus brazos.

Yerim hizo un puchero con sus labios al escuchar que debía cambiarse de atuendo, la menor prefería pasar todo el día con su pijama de murciélagos viendo películas en netflix con su madre, aunque tampoco le desagradaba del todo la idea de salir a dar un paseo con la persona que más quería en el mundo.

No pasó demasiado tiempo para que la pequeña Jung junto a su progenitora estuvieran listas para tener un día entre madre-hija después de varias semanas sin poder pasar el tiempo suficiente juntas.

- Mami. ¿A donde i'emos? Tiene que ser un lugar dive'tido, pero también debe de haber comida, y también tienen que tener globos de murciélagos pa'a que sea más dive'tido! — Expresó con un notable entusiasmo la más pequeña, quien no se había dado cuenta de lo rápido que había hablado en tan solo dos minutos, ocasionando una sonrisa por parte de la rubia.

- A donde tu quieras ir, princesa. ¿Quieres que vayamos al parque que esta cerca? O prefieres ir a los juegos de agua? — Jinsoul conocía perfectamente a su pequeño rayo de sol, por lo que no se sorprendió cuando la menor eligió ir a los juegos de agua que habían abierto hace cuatro semanas.

El lugar se encontraba completamente repleto de niños junto a sus padres o hermanos mayores esperando su turno para poder entrar a disfrutar de los juegos de agua, la gran mayoría de niños se encontraban emocionados por subir a la montaña rusa acuática; sin embargo Yerim había terminado por aferrarse con todas sus fuerzas a su progenitora, la menor se estaba arrepintiendo de haber elegido ir a los juegos acuáticos pero desde que habían abierto que quería ir con su madre para poder disfrutarlos y estar todo el día con ella.

- Yerim. Bebé, ¿Quieres que vayamos a la cafetería y volvamos más tarde? — Jinsoul conocía mejor que cualquiera a su pequeña hija, por lo que en cuanto vio como la menor asentía en señal de respuesta, la agarro de la mano y comenzaron a caminar hasta la cafetería que se encontraba frente a los juegos.

- Esos niños e'tán locos. Ese juego da mucho miedo, mami no me quiero subi' a eso —.  Expresó Yerim una vez que se encontraba en la cafetería junto a su madre mientras comía del helado que Jinsoul le había pedido.

- Entonces iremos a otro. ¿Si? — El pequeño rayo de sol asintió, tomando un bocado de aquel helado de menta con chocolate que había elegido.

La tarde transcurrió entre risas para ambas, si bien hubieron momentos en los que Yerim trataba de hacer algún berrinche porque su progenitora no le compraba lo que quería, aquello no quedaba en nada más que no fuera un intento fallido de rabietas, los ojitos de la menor comenzaron a cerrarse debido al cansancio de haber estado jugando en cada una de las atracciones que podía, por lo que Jinsoul no tardó en cargarla en sus brazos y dirigirse hasta el estacionamiento donde había dejado el carro durante el día.