Capítulo 51

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Como se nota que los extraño ¿verdad? 😂 Que lo disfruten! 💕

William observó detenidamente como aquel muchacho entregaba su nota a Aiden, lo había estado controlando toda la mañana desde su carruaje

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William observó detenidamente como aquel muchacho entregaba su nota a Aiden, lo había estado controlando toda la mañana desde su carruaje. Miró por el cristal como él enloquecía y corría hacia la esquina, cerró el cortinado y aguardo un instante para volver a contemplar la escena. En medio de la muchedumbre de damas y sus doncellas, caballeros, caballos, carruajes y demás, vio a Aiden subir a su carruaje por completo deshecho, lo notaba en su rostro apesadumbrado. Golpeó levemente el piso de su carruaje y dieron la vuelta a la callecita. Finalmente todo había salido perfecto, la idea de que Elena hubiera ido allí para encontrarse con el doctor y que Aiden se le presentara hubiera arruinado sus planes por completo, no podían verse aún, no ahora que estaba esperando un hijo suyo. Si a él no le había costado darse cuenta por aquella manera de apoyar sus manos en el vientre ante cualquier circunstancia, las lágrimas constantes y sus secretos con el doctor, los mareos, las pocas ganas de comer y cuanta cosa, menos le costaría a Aiden que no la veía hacía ya muchos días. Solo bastó con cuestionárselo para que su sola mirada confirmara sus sospechas, pero aquel bastardo nos sería impedimento para amarla, solo le abría una posibilidad más de que lo aceptara, necesitaba urgente un padre para su niño y estaba seguro que no declinaría su propuesta.

El carruaje se detuvo del otro lado de la calle, y pudo ver al  de Aiden tomar la salida y avanzar por la ruta principal. Los hombres que lo acompañaban se dispersaron y respiró aliviado que el peligro haya pasado finalmente. Se quedaría en su casa hasta la mañana siguiente solo para asegurarse que todo estuviera bien y volvería a verla para saber su respuesta. Apenas tuviera el sí que anhelaba con todo su corazón, tomaría sus cosas y se irían lejos, para evitar cualquier encuentro hasta que el matrimonio estuviera disuelto y ella libre para empezar de nuevo.

Llegó a la pequeña pero cómoda casa que había rentado y se sentó en el escritorio, repasó con sus dedos las libras que aún le quedaban del dinero de Elena, el que le había quitado y que estaba utilizando para los gastos extras de tenerla allí, puesto que el suyo era escaso. Se recostó hacia atrás en el sillón y sonrió, todo había salido perfecto desde el primer instante, Aiden había colaborado para que así fuera y solo le quedaba obtener un poco de dinero que necesitaba con premura. Tomó pluma y papel y escribió sin demoras.

Marshall:

Me he enterado de tu desgracia, de caer en semejante deuda que no ha sido sino la peor de las pesadillas, propiciada sin dudas por la textil Foster que mediante una treta vil de este destino, te  ha obligado a dar lo tuyo y quedarte sin nada. Imagino tu angustia y zozobra, y es por eso que vengo a ofrecerte información que te brindará la  posibilidad de conocer finalmente a tu adversario y cobrarte todas tus angustias, pues no sólo se ha aprovechado de ti, sino que lo ha hecho para quedarse con todo.
Sé que no te agrada saber de mí, pero en fin, ahora  quiero ayudarte como alguna vez lo hiciste conmigo.  No me guardes rencor por lo pasado, no significó nada para mí, te lo aseguro, y sabes que para ti tampoco debería serlo. Si hubiera sabido, tal vez las cosas hubieran sido diferentes. Pero ahora entiende que obviamente lo que yo sé  va a salirte un buen dinero.

Corazón en  PenumbrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora